La vacunación contra la COVID-19 en Argentina es la campaña iniciada a fines de 2020 para vacunar contra la COVID-19 a la población del país, en el marco de un esfuerzo mundial para combatir la pandemia de COVID-19.
El operativo estimó inicialmente utilizar 55 millones de dosis para vacunar, en primera instancia, a 23-24 millones de personas (52 % de la población) que corresponden a grupos denominados de riesgo por «exposición y función estratégica» y «enfermedad grave».[5][1]
Los efectos secundarios de la vacuna contra el COVID-19 pueden variar según cada persona.Algunas personas sienten algo de molestia, pero pueden seguir adelante normalmente con su día. Otras tienen efectos secundarios que afectan su capacidad de completar sus actividades cotidianas.Por lo general, los efectos secundarios desaparecen en pocos días.Incluso si no experimenta ningún efecto secundario, su organismo está generando protección contra el virus que causa el COVID-19.Las reacciones adversas (problemas graves de salud) son poco frecuentes, pero pueden causar problemas de salud a largo plazo. Por lo general, suceden dentro de las seis semanas de haberse vacunado.
La vacunación se inició el martes 29 de diciembre de 2020, luego de recibir un suministro de 300 000 dosis, que fueron destinadas al personal de salud.[8] Hacia principios de agosto de 2021 había seis vacunas en uso en territorio argentino producidas por el Instituto Gamaleya (Gam-COVID-Vac o Sputnik V), el laboratorio argentino mAbxience y el mexicano Liomont en asociación con AstraZeneca y la Universidad de Oxford (AZD1222), el Instituto Suero de India en asociación con AstraZeneca y la Universidad de Oxford (Covishield o AZD1222), la empresa surcoreana AstraZeneca-SK Bioscience (AZ-SKBio), la empresa farmacéutica Sinopharm (BBIBP-CorV) y el laboratorio CanSino Biologics (Ad5-nCoV (Covidencia)).[9]
Hacia el 29 de octubre de 2021, 34 640 814 personas habían recibido una dosis, representando el 76,34 % de la población total del país, superando la meta original de vacunar a 22/23 millones de personas. Por otra parte 26 327 324 personas, el 58,02 % de la población total, recibieron dos dosis.[6]
Algunas jurisdicciones han hecho gestiones para adquirir vacunas por su cuenta. El Congreso de la provincia de Buenos Aires aprobó una ley que autoriza al gobernador, al jefe de Gabinete y al ministro de Salud provincial gestionar y adquirir vacunas contra el Covid. El gobierno provincial ya negocia con seis laboratorios y afirman que las dosis que puedan llegar a conseguir serán puestas a disposición de la Nación.[10][11] El 9 de abril de 2021 el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires anunció que había tomado la decisión de «comprar vacunas por su cuenta», pero que la escasez global lo hace «muy difícil».[12] Por su parte, la provincia de Jujuy inició gestiones para adquirir 1 000 000 de dosis de vacunas Sinopharm, lo que le permitiría "cubrir el 100 por ciento de la población" provincial.[13]
Argentina, según estimaciones oficiales del INDEC para el año 2021, cuenta con una población de 45 808 747 personas,[14] de las cuales 7 429 971 personas tienen más de 60 años.[15]
La campaña de vacunación tuvo como objetivo vacunar a 23-24 millones de personas (52 % de la población), pero que con el avance de la vacunación ha ido ampliándose periódicamente. Al 12 de octubre, la población objetivo a inocular se encuentra en un aproximado de 43 millones de personas, todas aquellas superiores a 3 años.[16][5]
El 24 de diciembre de 2020, Argentina recibió la primera partida de vacunas, consistente en 300 000 dosis compradas por el gobierno nacional al Centro Nacional de Investigación de Epidemiología y Microbiología Gamaleya de Rusia, que desarrolló la vacuna Gam-COVID-Vac, más conocida como Sputnik V, primera vacuna contra la COVID-19 registrada en el mundo.[17][18]
Para el traslado de las vacunas se recurrió a la aerolínea de bandera del país, la empresa Aerolíneas Argentinas.[19]
Las dosis llegadas fueron distribuidas a las 24 jurisdicciones a través de un cociente basado en cantidad de médicos y centros de salud habilitados. La prioridad de la primera partida de vacunas fue el personal sanitario.[20]
La vacunación comenzó el martes 29 de diciembre de 2020, comenzando por el personal de salud, según la función y el riesgo de la actividad.[19]
El inicio de lo que es la campaña de vacunación más grande de la historia argentina comenzó en el Hospital Nacional Posadas, con la presencia del entonces ministro de Salud Ginés González García, acompañado de intendentes y demás dirigentes, como la entonces secretaria de Acceso a la Salud y actual ministra de Salud Carla Vizzotti y el director ejecutivo del Hospital Posadas Alberto Maceira.
La primera persona en recibir la vacuna en el Hospital Posadas fue el médico de terapia intensiva Francisco Traverso.[21]
La campaña tuvo su inicio en forma simultánea en todas las provincias, donde se recibieron las primeras dosis llegadas el 24 de diciembre de 2020 en el marco de un operativo que incluyó para su logística cientos de conservadoras, toneladas de hielo seco y un gran número de camiones, que concluyó con la llegada de las vacunas a 32 puntos del territorio nacional.
Así mismo, en la provincia de Buenos Aires la enfermera Juliana Torquati, del Hospital San Martín de La Plata, fue la primera persona en el país en recibir la dosis de la vacuna Sputnik V. También fueron inoculados médicos terapistas y personal de limpieza de dicho nosocomio y el gobernador de la provincia, Axel Kicillof.[22]
Cada provincia debió organizar su propia campaña dentro de su territorio, apoyada logísticamente por el gobierno nacional y siguiendo los lineamientos del Ministerio de Salud de la Nación.[19]
La campaña prevé movilizar a 116 000 integrantes de los equipos de vacunación, de los cuales 36 000 son vacunadores y 80 000 personal de apoyo (registradores, orientadores, etc.). Así mismo, se dispusieron 7749 establecimientos acondicionados para la vacunación en todo el país, dando prioridad a los grandes aglomerados urbanos y población en riesgo.
La vacuna ha sido definida como gratuita y voluntaria, habiendo el Estado nacional asumido el costo total de la misma, independientemente de la cobertura sanitaria de cada persona.[19]
La vacunación se estipuló que se hará de forma voluntaria, es decir, de manera no obligatoria, razón por la cual las personas que deseen vacunarse deben registrarse en los sitios oficiales de las provincias. Está prevista a realizarse de manera escalonada, según el orden de prioridad de los grupos de población a vacunar en cada una de las etapas establecidas.[23][1]
Según los lineamientos técnicos de la Vacunación establecidos por el Ministerio de Salud, en función de la disponibilidad de dosis y el nivel de cobertura alcanzada en la población objetivo anteriormente detallada, se ha incorporado a la campaña de vacunación contra COVID-19 a las personas entre 18 y 59 años sin comorbilidades.[25]
Tras la autorización de la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) de la vacuna Moderna para su uso en personas de 12 a 17 años, el día 3 de agosto comenzó la vacunación simultáneamente en las 24 jurisdicciones nacionales a dicho grupo etario.[26][27][28]
El 12 de octubre de 2021, tras la autorización de la ANMAT del uso de la vacuna Sinopharm contra la COVID-19 entre niños de 3 a 11 años, comenzó la vacunación en dicho rango etario en todas las jurisdicciones nacionales. La vacunación está destinada tanto a niños con conmorbilidades, como así también la población sana.[16][29]
BNT162b2 / Pfizer-BioNTech (40 millones) mRNA-1273 / Moderna (40 millones) Sputnik V (30 millones) BBIBP-CorV / Sinopharm (30 millones) AZD1222 / Oxford-AstraZeneca (22.4 millones) Ad5-nCoV / CanSino Biologics (5.4 millones) AZ-SKBio / Oxford-AstraZeneca (1.9 millones) Covishield / Oxford-AstraZeneca (1.1 millones)
El 12 de agosto de 2020, el presidente Alberto Fernández y el entonces ministro de Salud de la Nación Ginés Gonzáles García anunciaron en una conferencia de prensa que Argentina y México serán los encargados de producir la vacuna del laboratorio Oxford / AstraZeneca.
El Presidente explicó que AstraZeneca eligió al laboratorio argentino mAbxience para producir el principio activo de la vacuna y por su parte el laboratorio mexicano Liomont será el encargado de envasar la vacuna y distribuirla a los países de toda Latinoamérica. El plan es alcanzar una producción de entre 150 y 250 millones de dosis para toda la región, con excepción de Brasil.
La producción de la vacuna se llevará a cabo a partir de un emprendimiento privado, bajo el apoyo de la Fundación Slim. Gracias a este aporte, el proyecto será sin fines de lucro por lo cual estará garantizado su desarrollo y distribución sin ganancias ni rentabilidad, indicó el mandatario.[57][58][59][60][61]
El día 18 de enero de 2021 mAbxience envió el primer lote del principio activo de la vacuna hacia México. Consistió en un lote que superaba las 6 millones de dosis, para que el laboratorio Liomont culmine el proceso productivo de empaquetado, etiquetado y distribución para toda la región.[62][63][64]
A este primer lote se le sumó otro más que partió de Argentina el 2 de febrero de 2021 con otras 6 millones de dosis, el cual tuvo su último proceso en México.[65][66]
Finalmente, el 24 de mayo de 2021 Argentina recibió la primera partida de 843.600 vacunas de Oxford / AstraZeneca de un total de 22 431 000 de dosis comprometidas, cuyo principio activo se produjo en el país.[67]
El laboratorio argentino Richmond Sacif, mediante un entendimiento que se firmó el 25 de febrero entre el Fondo Ruso de Investigación y el laboratorio, produjo en el país el primer lote de la vacuna rusa contra el coronavirus Sputnik V. El primer lote fue enviado al Centro Gamaleya para que se realice el control de calidad. Si dicho lote daba un resultado positivo en las pruebas, el proceso de producción de la vacuna a gran escala comenzaría en junio de 2021. Argentina se transformó así en el primer país de América Latina en producir la vacuna Sputnik V.[68][69][70][71]
Con la aprobación final anteriormente nombrada, el laboratorio argentino tendrá las condiciones aptas para la producción de un millón de dosis al mes en su planta actual, pudiendo ampliarse hasta cinco millones. Además, Richmond trabaja en una inversión de entre 70 y 100 millones de dólares para la construcción de una nueva planta que tendrá la posibilidad de fabricar hasta 500 millones de dosis por año. Se busca también que Argentina exporte vacunas a América Central y América Latina.[68][72]
El 2 de junio, la ministra de Salud Carla Vizzotti anunció que los tres lotes de componente 1 y 2 producidos en la Argentina consiguieron alcanzar los estándares dispuestos por el Laboratorio ruso Gamaleya, por lo que se empezaría con la producción masiva en el país. La misma comenzará con la llegada de los primeros principios activos a la Argentina para que Richmond realice la etapa final de la producción de la vacuna y su envasado.[81][82]
Dos días después, el 4 de junio, el presidente Alberto Fernández, a través de una videoconferencia con el presidente de Rusia Vladímir Putin, anunció el inicio de la producción en la Argentina de la vacuna Sputnik V por parte del laboratorio Richmond. La producción inició el 6 de junio, cuando arribó al país el antígeno para fabricar ambos componentes de la vacuna. El antígeno fue llevado a la planta de Richmond, ubicada en el partido bonaerense de Pilar. Allí, se realizará la formulación, filtrado y envasado de las dosis.[83]
Finalmente, el día 12 de agosto el Gobierno Nacional recibió las primeras vacunas Sputnik V fabricadas en Argentina. En esta primera entrega, se liberaron 995.125 dosis del componente 1 y 152.500 dosis del componente 2 y fueron distribuidas en las 24 jurisdicciones nacionales.[84][85]
La liberación de las patentes producidas por los laboratorios ante la emergencia sanitaria que afecta al mundo entero constituye un reclamo ante la Organización Mundial del Comercio para garantizar y democratizar el acceso a las vacunas por aquellos países que aún no son productores de las mismas. El pasado 5 de mayo de 2021, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, expresó su apoyo a la exención de propiedad intelectual con respecto a las vacunas para el Covid-19.[86]
BBIBP-CorV / Sinopharm (30 millones) AZD1222 / Oxford-AstraZeneca (19.9) Sputnik V (19.5 millones) BNT162b2 / Pfizer-BioNTech (7.9 millones) mRNA-1273 / Moderna (3.5 millones)[Nota 4] AZ-SKBio / Oxford-AstraZeneca (1.9 millones) Ad5-nCoV / CanSino Biologics (1.7 millones) Covishield / Oxford-AstraZeneca (0.5 mil)
El 23 de diciembre de 2020 la exdiputada y líder del frente opositor Juntos por el Cambio, Elisa Carrió, y los diputados Juan Manuel López, Mariana Stilman y Mónica Frade, denunciaron penalmente al ministro de Salud Ginés González García y «cualquier otro funcionario que hubiera participado en gestiones, contratación y firma de contratos con el gobierno de Rusia, para la reserva, adquisición y comercialización de la vacuna Sputnik V», por los delitos de «envenenamiento» por la vacuna, «defraudación a la administración pública», «abuso de autoridad», e «incumplimiento de los deberes de funcionario público». La denuncia quedó radicada ante el Juzgado Criminal y Correccional Federal N.º 12, a cargo del juez Sebastián Casanello, siendo el fiscal Guillermo Marijuan.[202] Carrió anunció públicamente que «jamás se pondría» la vacuna rusa.[203] El 23 de febrero del 2021, el fiscal Marijuan pidió desestimar esta denuncia ya que «las gestiones de adquisición, su aprobación y contratación, se ajustaron a las recomendaciones que fueron realizadas, tanto en el orden internacional como en el ámbito local, por los máximos organismos competentes en materia sanitaria».[204][205]
A comienzos de febrero, la intelectual opositora Beatriz Sarlo denunció que le habían ofrecido vacunarse «por debajo de la mesa»,[206] negándose a identificar a las personas que lo hicieron, afirmando irónicamente que le sucedió «en Marte».[207] Ante la denuncia de Sarlo, el ministro de Salud de la Ciudad de Buenos Aires, salió a desmentir que ello pudiera haber sucedido en su jurisdicción.[208] Días después, ante la Justicia, la intelectual se desdijo, al declarar que el ofrecimiento le había llegado en el marco de una campaña publicitaria.[209]
A fines de febrero surgió un escándalo por vacunatorio VIP en el Ministerio de Salud de Argentina motivo por el cual el presidente Alberto Fernández despidió al ministro de Salud Ginés González García. Algunos periodistas compararon estos hechos con lo que sucedió en Perú denominado Vacunagate.
El 20 de febrero colapsó el sistema en línea del gobierno de la Ciudad de Buenos Aires para que las personas mayores de 80 años pudiera registrarse para recibir la vacuna, a la vez que se había bloqueado el registro telefónico. Un sector de la prensa criticó la situación caótica de la forma de inscripción dispuesta por la Ciudad de Buenos Aires.[210][211]
El 23 de febrero se presentó una denuncia penal contra Horacio Rodríguez Larreta y Fernán Quirós, respectivamente jefe de Gobierno y ministro de Salud de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, imputándoles haber privatizado la vacunación contra la COVID-19 en Argentina a favor de empresas privadas que ofrecen vacunaciones sin respetar el orden de prioridad establecido por las autoridades sanitarias y estableciendo privilegios para sus socios. La causa quedó radicada ante el Juzgado Federal No 4, a cargo de Ariel Lijo, por los delitos de incumplimiento de los deberes de funcionario público y abuso de autoridad.[212][213][214]
El 24 de febrero el gobernador Gerardo Morales reconoció que en la provincia de Jujuy se habían utilizado «vacunas VIP» sin seguir las prioridades establecidas para la campaña de vacunación, por parte de clínicas privadas, utilizando vacunas de propiedad pública que les fueron suministradas por el Ministerio de Salud de la Provincia de Jujuy.[215][216] El gobernador graficó el grado de escándalo con la frase «Faltó que pongan hasta el perro y el gato para que se vacunen».[215]
El 22 de julio, se difundió una carta donde la asesora presidencial Cecilia Nicolini se comunica con el Fondo Ruso de Inversión Directa en forma de protesta debido a la demora en la distribución del segundo compuesto de la vacuna Sputnik V hacia el país. En el mismo, habla de una "situación crítica" por la falta del segundo componente de la vacuna rusa y reclama "urgentemente" la llegada de segundas dosis, además cuestiona los plazos de aprobación de la producción local de la vacuna a cargo del laboratorio Richmond. También advierte que se“están dejando muy pocas opciones para seguir luchando por ustedes y por este proyecto” y amenazó con “romper públicamente el contrato firmado.[217][218] Nicolini comentó que después de la carta "Argentina recibió más de medio millón de dosis del componente dos de Sputnik V y el laboratorio Richmond obtuvo casi más de medio millón para fabricar la vacuna en el país" y que la carta se trató de una comunicación más de otras tantas.[219][220]