Primogénito de Maximiliano I, emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, y de María de Borgoña, Felipe nació en Brujas, en el condado de Flandes (hoy Bélgica). En 1482, tras la muerte de su madre María de Borgoña, le sucedió en sus posesiones de Borgoña bajo la tutela de su padre. Se produjo un período de agitación, por lo que fue testigo de las hostilidades esporádicas principalmente entre las grandes ciudades de Flandes (especialmente Gante y Brujas) y los partidarios de Maximiliano.
Durante este interregno, Felipe se vio envuelto en los acontecimientos e incluso fue brevemente secuestrado en Brujas, como parte de la campaña de Flandes para apoyar sus demandas de mayor autonomía, que habían arrebatado a María de Borgoña, en un acuerdo conocido como el BlijdeInkomst o alegre entrada de 1477. A principios de la década de 1490, la crisis del interregno dio paso a un incómodo enfrentamiento, donde ni el apoyo de Francia para las ciudades de la Franc (Flandes), ni el apoyo del padre de Maximiliano Federico III resultaron decisivos. Ambas partes llegaron a un acuerdo en el tratado de Senlis en 1493, lo que mitigó la lucha de poder interna al aceptar ambas partes reconocer el siguiente año como príncipe a Felipe (de quince años de edad). Fue proclamado soberano de la Orden del Toisón de Oro a los seis años. En 1491, presidió el capítulo de Malinas; en 1501, el de Bruselas; y en 1505, el de Middelburg.[1]
Su padre pactó su matrimonio con Juana de Castilla, la hija de los Reyes Católicos, en el marco de la Liga Santa que unió a la monarquía española con el Imperio, Inglaterra, Portugal, Nápoles, la república de Génova y el ducado de Milán contra las pretensiones hegemónicas de Francia en Italia (1495). Fue quien introdujo la casa de los Habsburgo en territorios de la actual España. El apelativo el Hermoso se lo dio el rey Luis XII de Francia. En 1501, Felipe y Juana viajaban hacia Castilla para ser jurados como príncipes de Asturias y se detuvieron en Blois. Allí el rey los recibió, y al verle exclamó: «He aquí un hermoso príncipe».
En 1494, Maximiliano renunció a su regencia en los términos del Tratado de Senlis y Felipe, de dieciséis años, se hizo cargo de la gobernación de las tierras de Borgoña él mismo, aunque en la práctica la autoridad se deriva de un consejo de notables de Borgoña. El 20 de octubre de 1496, se casó con la infanta Juana, hija del rey Fernando II de Aragón e Isabel I de Castilla, en Lier, Bélgica.
El matrimonio fue parte de una serie de alianzas familiares entre los Habsburgo y Trastámara destinadas a enfrentarse al creciente poder de Francia, que había aumentado considerablemente gracias a las políticas de Luis XI y la afirmación de éxito de poder real después de la guerra con la Liga del bien público. El asunto se hizo más urgente después de que Carlos VIII invadiera los territorios de la Corona de Aragón (conocida como la Primera Guerra de la Independencia).
La hermana de Felipe, Margarita, se casó con Juan, príncipe de Asturias, el único hijo de Isabel y Fernando y su sucesor a la corona unificada de Castilla y Aragón.[2] La doble alianza no fue diseñada para permitir que los reinos españoles cayeran bajo el control de los Habsburgo. En el momento de su matrimonio con Felipe, Juana era la tercera en la línea de sucesión al trono, precedida por sus hermanos Juan e Isabel.
Como soberano de los principados feudales de los Países Bajos, fue un administrador competente y un soberano popular y amado, que supo conjugar los intereses de sus diversos territorios y demostró especial talento para plantear reformas y para dar tranquilidad y paz después de muchos años de convulsiones políticas.
Rey de Castilla
Muertos los infantes castellano-aragoneses Juan (1497) e Isabel de Aragón (1498), así como el hijo de esta última, el infante portugués Miguel de la Paz (1500), su esposa se convierte en heredera de Castilla y Aragón. Al morir la reina Isabel I (26 de noviembre de 1504), se planteó el problema de la sucesión en Castilla. Su marido, Fernando, proclamó a Juana reina de Castilla y tomó las riendas de la gobernación del reino, acogiéndose a la última voluntad de la reina Isabel.
Pero Felipe no estaba dispuesto a renunciar al poder. Felipe y Juana (que se encontraban en Borgoña) emprenden en enero de 1506 el viaje de regreso a Castilla. Llegaron al puerto de La Coruña el 26 de abril[3]. Prosiguió su viaje por el sur de Galicia, deteniéndose el 12 de junio en el Castillo de Monterrey y la villa de Verín[4], reuniéndose en la fortaleza con el cardenal Cisneros, quien actuaría como mediador entre él y su suegro Fernando.
Su llegada a Castilla puso de manifiesto las malas relaciones entre el yerno (apoyado por la nobleza castellana) y el suegro, de modo que, por la Concordia de Villafáfila (1506), Fernando se retiró a Aragón y Felipe fue proclamado rey de Castilla en las Cortes de Valladolid con el nombre de Felipe I, anulando el acuerdo llegado en la Concordia de Salamanca un año antes.
Entretanto, Juana supuestamente enloqueció, según algunos por los celos que le producían las infidelidades de su marido, hacia el que sentía un amor tan apasionado como poco correspondido. Aunque las Cortes reunidas en Valladolid se negaron a declarar la incapacidad de la reina Juana, Felipe «el Hermoso» ejerció el poder efectivo sin contar con ella. Tradicionalmente se le ha censurado por el favoritismo que demostró a sus coterráneos flamencos, así como por haber repartido dádivas y prebendas entre los nobles castellanos para buscar su apoyo. La figura que alcanzó mayor preeminencia en su breve etapa de gobierno (aunque no hasta el punto de poder considerársele un valido) fue un noble: Juan Manuel, señor de Belmonte.
Muerte
Su muerte, acaecida en la burgalesa Casa del Cordón, fue tan súbita que corrió el rumor de que su suegro lo había envenenado. Según parece, se encontraba Felipe en Burgos el 16 de septiembre de 1506 jugando a la pelota en un lugar frío. Al día siguiente le sobrevino malestar, con alta fiebre que le continuó los días siguientes. El día 20 escupía sangre y fue sangrado por los médicos. Murió en la madrugada del 24 al 25 de septiembre de 1506,[5] con tan solo veintiocho años.
Carlos (24 de febrero de 1500-21 de septiembre de 1558). Rey de España (1516-1556) y de Nápoles (1516-1554), bajo el nombre de Carlos I; y emperador del Sacro Imperio Romano Germánico (1519-1558), bajo el nombre de Carlos V.
Fernando (10 de marzo de 1503-27 de julio de 1564). Archiduque de Austria, rey de Bohemia (1526-1564), de Hungría (1526-1538, 1540-1564) y emperador del Sacro Imperio Romano Germánico (1556-1564), casado con Ana Jagellón de Hungría y Bohemia.
María (15 de septiembre de 1505-18 de octubre de 1558). Archiduquesa de Austria. Casada con Luis II Jagellón, rey de Hungría, Bohemia y Croacia.
Catalina (14 de enero de 1507-12 de enero de 1578). Archiduquesa de Austria. Casada con el rey Juan III de Portugal.
Rey de la Corona de Castillaiure uxoris como «Felipe I» (12 de julio de 1506-25 de septiembre de 1506), englobando los títulos de rey de Castilla, de León, de Toledo, de Galicia, de Sevilla, de Córdoba, de Jaén, de Murcia, etc.
↑Wiesflecker, Hermann (1959). «Maximiliano I y la alianza matrimonial Habsburgo-española y los tratados de 1495-1496». Comunicaciones del Instituto de Investigaciones Históricas de Austria (67).
↑del Cerro Bex, Victoriano (1973). «Itinerario seguido por Felipe I el Hermoso en sus dos viajes a España». Chronica Nova (8).