Destacó principalmente por sus controvertidas obras sobre Jesús de Nazaret (Vida de Jesús) y el cristianismo primitivo, así como por sus polémicas teorías acerca de los pueblos semitas y el islamismo, los tipos de razas y el concepto «espiritual» de nación. Según Pierre-André Taguieff, Renan es «el verdadero fundador del antisemitismo erudito (o antisémitisme savant) en Francia, un antisemitismo no político, estrictamente especulativo, que no hace ningún llamamiento a una persecución».[1]
Datos biográficos
Su padre Philibert, ferviente republicano, fue un antiguo patrón de pesca de altura[9] venido a menos que murió arrastrado por un golpe de mar[10] cuando él tenía cinco años,[11] por lo que fue criado entre su madre —hija de un hombre de negocios de ideas monárquicas, originaria de la vecina comuna de Lannion— y su hermana Henriette-Marie, doce años mayor que él.[12] Inicia la carrera eclesiástica en el seminario de Tréguier (1832-1833), donde se le tiene por un alumno «dócil, paciente, diligente, meticuloso y exacto».
1828
Tras el fallecimiento de su padre, se traslada a vivir con su madre y su hermana a la casa de su abuela materna, ubicada en el n.º 12 de la antigua rue de l'Allée de Lannion, actual Avenue Ernest Renan, donde residen hasta 1831.[9]
En cursos posteriores, pasa por los de Saint-Nicolas-du-Chardonnet (septiembre de 1838-1841; gracias a una beca conseguida por su hermana Henriette) —un centro situado en la actual Maisón de la Mutualité, donde la joven aristocracia católica convive con los estudiantes más aventajados—, Issy-les-Moulineaux (octubre de 1841-1843) y Saint-Sulpice (1843-6 de octubre de 1845),[13] considerado por Renan como «una escuela de virtud».[14]
Pero una profunda crisis religiosa (cuya influencia se hará visible en varias generaciones de intelectuales franceses hasta el comienzo de la Gran Guerra) le hace abandonarla.[15]
Pese a seguir despertándole «cierta ternura» (Renan no fue nunca una persona profundamente convencida de sus principios teológicos: su fe procede más bien de ciertas emociones infantiles y, sobre todo, de un idealismo religioso típicamente celta, del que el filósofo nunca tratará de liberarse),[16] Jesús ha dejado de ser el Dios-hombre de su niñez y los Evangelios se han convertido para él en «biografías legendarias».[17]
Rechazamos lo sobrenatural por la misma razón que nos hace rechazar la existencia de los centauros y los hipogrifos: esta razón es que nunca se ha visto ninguno. No es porque me haya sido previamente demostrado que los Evangelios no merecen crédito por lo que rechazo los milagros que cuentan. Es porque cuentan milagros por lo que digo: «Los Evangelios son leyendas; pueden contener historia, pero ciertamente no todo en ellos es histórico».
Renan, Ernest (1968). Vida de Jesús. Madrid: EDAF. p. 19. [trad. de Agustín García Tirado].
Tras una breve estancia en el Colegio Stanislas de París, recibe alojamiento y comida gratis a cambio de dos horas de clase diarias en el liceo Enrique IV,[9] lo que le deja tiempo suficiente para preparar el examen de acceso a la Universidad La Sorbona, estudiar hebreo, árabe, siriaco y sánscrito, trabajar en la Biblioteca Nacional (Departamento de Manuscritos) o entablar cierta amistad con el químico e historiador Marcelín Berthelot.
Hacia 1849, comienza la redacción de L'Avenir de la Science (Pensées de 1848) [Ρaris: Calmann-Lévy, Éditeurs; 1890], en la que el autor —siguiendo las indicaciones de Augustin Thierry— rechaza ya cualquier atisbo de posible relación con lo sobrenatural (que reduce a un simple fenómeno psicológico vinculado al poder de sugestión de los taumaturgos del Antiguo Oriente),[19] basado en un férreo determinismo antropológico y una consideración casi religiosa de la Ciencia positiva, trazando así las líneas teóricas de todo su futuro trabajo intelectual.[20]
A mediados de la siguiente década, empieza a colaborar en las revistas Revue des Deux Mondes (1851) y Journal des Débats (1853), cuyos artículos aparecerán recopilados más tarde en Études d'Histoire Religieuse [Ρaris: Michel Lévy Frères, Libraires-Éditeurs; 1857] y Essais de Morale et de Critique [Ρaris: Michel Lévy Frères, Libraires-Éditeurs; 1859].[16]
El 11 de septiembre de 1856, contrae matrimonio con Cornélie-Henriette Scheffer, hija del pintor Henry Scheffer, con la que tiene tres hijos: Ary (pintor simbolista y escritor, cofundador en 1899 de la denominada Ligue des Bleus de Bretagne, de carácter anticlerical. Al año siguiente, murió sin descendencia), Ernestine (París, 10 de mayo de 1860-marzo de 1861) y Noémie, quien a su vez se casará en 1882 con el escritor y erudito francés de padres griegos Jean Psichari (Odesa, 1854-1929).
[La conversión en 1913 del nieto de Renan, Ernest Psichari,] sería entendida por muchos como el desquite de la nueva generación respecto a la anterior positivista.
Sánchez Costa, Enrique (2014). El resurgimiento católico en la literatura europea moderna (1890-1945). Madrid: Encuentro. p. 41. ISBN9788490550373.
Durante esta última, el 24 de septiembre de 1861, fallece de paludismo su hermana Henriette-Marie en la ciudad libanesa de Amchit, cerca de Gebal, la antigua Biblos, donde fue sepultada.[23] Ernest, también muy enfermo, es trasladado semiinconsciente a Beirut y conducido de regreso a Francia.[23]
De este momento, proceden al menos nueve piezas de notable interés arqueológico, donadas por Renan al Museo del Louvre, en el que se exponen de forma permanente.
1861
El 2 de diciembre, toma posesión de la cátedra de Lengua hebrea, caldea y siriaca del Collège de France, a la que venía aspirando desde 1857. La lección inaugural versó sobre el papel de los pueblos semitas en la historia de la civilización[24] y, efectivamente, se convirtió en «una batalla» (a Flaubert).
El texto apareció en el Journal des Débats acompañado de un artículo de Prévost-Paradol el 25 de febrero de 1862, provocando la furia del partido clerical y la inmediata suspensión del curso. Al día siguiente, Renan recibe una carta del ministro de Instrucción Gustave Rouland en la que le notifica la citada suspensión por no respetar el compromiso formal de excluir de su enseñanza «toda opinión personal contraria a los principios fundamentales de la religión cristiana».[19]
Renan, el autor del necio e impío romance titulado «Vida de Jesús», en que se escarnecía al Salvador del mundo y se excusaba a Judas, no solo era tolerado sino asalariado por el gobierno de Napoleón III.
Ortiz Urruela, J. Antonio (1871). Consideraciones sobre los sucesos contemporáneos de la Francia. México. p. 161.
En Sens, Marsella, Montauban, Lyon…, obispos y arzobispos condenan un libro que los fieles no deberán «leer [ni] conservar [ni] vender [ni] prestar».[19]
El 2 de marzo de 1864, dado que el ritmo de ventas de la primera edición va disminuyendo, Michel Lévy lanza una tirada popular de la que se suprimen varios pasajes originales.[19]
El mismo año, expresa sus puntos de vista liberales en el texto La Monarchie Constitutionnelle en France [Ρaris: Michel Lévy Frères, Libraires-Éditeurs; 1870]; mantiene correspondencia con el teólogo alemán David Friedrich Strauss.
1871
Comienza Dialogues et Fragments Philosophiques [Paris: Calmann-Lévy, Éditeurs; 1876], inspirados en la derrota de Sedán de 1870 y la denominada Comuna de París.[29]
1877
Es investido oficial de la Legión de Honor. El mariscal Mac Mahon se negaba a firmar el correspondiente decreto del ministro de Instrucción Agénor Bardoux, por lo que el nombramiento se demoró un año.[30]
1878
El 13 de junio, es elegido miembro de la Academia Francesa, en la que ocupa la silla 29, vacante tras el fallecimiento en febrero de ese año de Claude Bernard. Pronuncia su discurso de ingreso el 3 de abril de 1879,[31] siendo recibido por Alfred Mézières.
Su defensa del «[…] viejo espíritu francés contra injustos reproches que vienen tan a menudo de nuestra casa como de la vuestra» produjo tal revuelo tanto en Francia como en Alemania que el flamante académico tuvo que explicar el verdadero alcance de sus palabras mediante un artículo en el Journal des Débats titulado Lettre à un Ami d'Allemagne.[30]
Renan y su familia pasan los meses de verano en la vivienda de Rosmapamon («La colina de los hijos de Amón»), en Perros-Guirec —Côtes-d'Armor—.[33] Su nieto Ernest la describe como «[…] una casa muy sencilla, muy agradable, con un jardín encantador con vistas al mar, sobre una colina sombreada de raquíticos pinos, bordeados por una hilera de árboles verdes, […] de un misterio penetrante».[34]
El 4 de noviembre, otorga testamento. Entre otras disposiciones sobre su obra, el autor expresa su voluntad de que sea su esposa, Cornélie-Henriette, la encargada tras su fallecimiento de la edición de un «pequeño volumen de recuerdos de mi hermana Henriette. […] la persona que más ha influido en mi vida».[35]
c. 1890-1892
Sus últimos criterios se caracterizan por un cierto «diletantismo místico»[36] («No se puede tachar a Renan de escepticismo ni en esta etapa [c. 1848] ni más tarde»)[37] que, en todo caso, no parece afectar excesivamente al conjunto de sus ideas.[38][39]
De hecho, Renan, a lo largo de su vida, cambió poco.[8]
Muerte y funeral de Estado
[…] el 29 de septiembre, se puso muy grave; los médicos nos quitaron cualquier esperanza. Una dolorosa operación lo habría aliviado solo unas horas. Los días siguientes fueron tranquilos; volvió un poco el descanso, pero las fuerzas flaqueaban. Nuestro querido padre, que sin duda veía llegar el fin, nos hablaba mucho, con una voz suave y fuerte; no de él: nos decía que tuviésemos ánimo, que confiáramos en el porvenir. Nos sonreía, agradecido…
Finalmente, el domingo, al amanecer, sentimos debilitarse su respiración hasta detenerse, sin movimiento alguno, sin el más mínimo dolor, como una lámpara que se apaga.
Yo tenía veinte años y había visto la invitación a los funerales en el tablón de anuncios de la Escuela Normal. Bajo un velo de tul salpicado de estrellas de plata, entre lanceros, vi llegar las delegaciones de los grandes cuerpos civiles del Estado. El féretro de forma antigua reposaba bajo un dosel; la luz verde de las lámparas apaciguaba el resplandor de las velas. La juventud universitaria había enviado coronas de flores. Escuché los discursos de Léon Bourgeois, de Boissier, de Alexandre Bertrand, de Gaston Paris. Finalmente, el cortejo fúnebre, escoltado por dos secciones de artillería, se puso en marcha. Sus armas golpeaban ruidosamente el pavimento. Me sorprendió que un gran desfile militar hubiese parecido la mejor manera de homenajear a un hombre al que, según su madre, un pobre ratón le impedía dormir.[41]
Epitafio
NUESTRO PENSAMIENTO SE ATREVE A ESCUDRIÑAR LA MENTE DE DIOS DESCUBRE ENTONCES CON ORGULLO QUE SOMOS MÁS SABIOS QUE LOS ÁNGELES[42]
Ancestros
Ancestros de Alain, Henriette-Marie y Joseph Ernest Renan (s. XVIII)
Alain Renan (n. 10 ene. 1809)
Henriette-Marie Renan (22 jul. 1811-24 sep. 1861)
Joseph Ernest Renan (28 feb. 1823-2 oct. 1892)
Padre: Philibert François Renan (7 abr. 1774-jul. 1828)
Abuelo paterno: Alain Renan (24 jul. 1738-31 mar. 1818)
Bisabuelo paterno: Pierre Renan (n. 1704)
Bisabuela paterna: [?]
Abuelas paternas: Marguerite Renée Le Maître (1738-22 may. 1785)
Desde una perspectiva estrictamente racionalista, aborda la denominada «búsqueda del Jesús histórico» en su Vie de Jésus (París, 24 de julio de 1863),[43] escrita —o comenzada al menos— durante su estancia en Ghazir (Líbano) hacia 1860-1861, y en la que el autor ofrece una interpretación del Nuevo Testamento libre de toda referencia sobrenatural y una visión de Jesús como «un hombre incomparable, tan grande que no me gustaría contradecir a aquellos que, impresionados por el carácter excepcional de su obra, lo llaman Dios».[44][45] Esta publicación, en la que niega la divinidad de Jesucristo y, por ende, su resurrección,[46] le obliga a dejar el Collège de France, donde se producen violentas manifestaciones que amenazan con suspender su actividad (el Gobierno imperial le ofrece a cambio la dirección de la Biblioteca Nacional, que rechaza), a la vez que le vale el apelativo de «blasfemo europeo» por parte del papa Pío IX,[47] quien felicita al archivero de Reims por haber prohibido el libro.[19] Renan tilda a Jesús de Nazaret de «anarquista»:[48]
Lo que distingue, en efecto, a Jesús de los agitadores de su época y de los de todos los siglos es su perfecto idealismo. En ciertos aspectos, Jesús es un anarquista, porque no tiene ninguna idea del gobierno civil. Este gobierno le parece pura y simplemente un abuso. […] Todo magistrado le parece un enemigo natural de los hombres de Dios; anuncia a sus discípulos altercados con la política, sin pensar un solo momento que haya en ello motivo para avergonzarse. Pero nunca se manifiesta en él el intento de sustituir a los poderosos y a los ricos. Quiere aniquilar la riqueza y el poder, no apoderarse de ellos. Predice a sus discípulos persecuciones y suplicios, pero ni una sola vez deja entrever la idea de una resistencia armada.[49]
Renan, Ernest (1968). Vida de Jesús. Madrid: EDAF. p. 136. [trad. de Agustín García Tirado].
No obstante, parece que no llega a ser excomulgado, aunque su obra fue incluida en el Index librorum prohibitorum.[50] En España se publicaron varias obras refutadoras de la Vida de Jesús, entre ellas, un folleto provocador titulado La Vida de Jesús, impugnación de M. Renan (1863), de Miguel Sánchez,[51][52] y La Virgen María y el Redentor de la humanidad (1866), del presbítero Emilio Moreno Cebada, en cuyo prólogo el canónigo de Barcelona Tomás Sivilla manifestaba que La vida de Jesús escrita por «el impío racionalista escéptico y panteísta Mr. Renan» había «arrancado un grito unánime de dolor e indignación a la sociedad cristiana».[53]
Ítem más. En su discurso del 11 de marzo de 1882, titulado ¿Qué es una nación? (Qu'est-ce qu'une Nation?),[54] el autor ofrece una idea bien distinta del término de la que se venía aceptando, comúnmente, hasta entonces. Según Renan, más que los componentes raciales o hasta la existencia de un idioma propio, lo que verdaderamente distingue a unas naciones de otras es el hecho de haber vivido una historia común, tiempos felices y trágicos, así como la determinación de querer vivir nuevos acontecimientos de esa misma manera. La religión, la raza, el idioma, la cultura, la comunidad de intereses o el territorio donde se asienta («lo que se llama las fronteras naturales») quedan así en un segundo plano:[55]
Una nación es un alma, un principio espiritual. Dos cosas que no forman sino una, a decir verdad, constituyen esta alma, este principio espiritual. Una está en el pasado, la otra en el presente. Una es la posesión en común de un rico legado de recuerdos; la otra es el consentimiento actual, el deseo de vivir juntos, la voluntad de continuar haciendo valer la herencia que se ha recibido indivisa.
[…]
Resumo, señores: el hombre no es esclavo ni de su raza, ni de su lengua, ni de su religión, ni de los cursos de los ríos, ni de la dirección de las cadenas de montañas. Una gran agregación de hombres, sana de espíritu y cálida de corazón, [es lo que] crea una conciencia moral que se llama una nación.
Renan, Ernest (1882). ¿Qué es una nación? p. 10, 12. [ed. digital de Franco Savarino].
Controversias
También su particular visión de los pueblos semitas y el islam ha sido duramente contestada. Para Renan, la cultura semítica está limitada por el dogmatismo, por lo que carece de una concepción cosmopolita de la historia;[56] mientras que tacha a los semitas de «una raza incompleta»,[57][58][59][60] lo que ha llevado a ciertos autores a considerarlo uno de los padres del antisemitismo de mediados del siglo XIX y principios del XX, así como la punta de lanza de un colonialismo fundado sobre sus apreciaciones acerca de las «razas semitas» y su idea de nación. Hay que recordar al respecto que el autor basa el sentido de raza más en factores culturales (lingüísticos —«razas lingüísticas»— o religiosos) que étnicos, por lo que sus referencias a los semitas incluyen en la misma categoría a árabes y judíos, las denominadas «religiones del desierto».[61]
Para acabar afirmando:
Si pudiera tener una segunda vida, ciertamente la consagraría a la historia griega, que aún es más bella, en ciertos aspectos, que la historia judía. De alguna manera, ellas son las dos historias matrices del mundo.
El arte griego supera a todas las artes del mismo modo que el cristianismo destaca sobre las demás religiones…
Renan, Ernest (1947-1961). Œuvres ComplètesIV. París: Calmann-Lévy, Éditeurs. p. 462.
El islam, por su parte, «[…] es la unión indiscernible de lo espiritual y lo temporal, es el reinado de un dogma, es la cadena más pesada que la humanidad haya cargado jamás».[64]
Clasificación racial
Según el autor, la «raza inferior» está constituida por la población negra de África, los aborígenes de Australia y los indígenas de América; en el siguiente escalón, sitúa la denominada «raza intermedia», es decir, la «amarilla»: chinos, japoneses, tártaros y mongoles. Por último, en el nivel superior de esta clasificación, Renán coloca la «raza blanca», compuesta a su vez por las razas aria y semítica, que «tienen en común el rasgo soberano de la belleza». Lingüísticamente, por el contrario, considera que las lenguas semíticas se han visto estancadas en su desarrollo, mientras que las indoeuropeas han seguido evolucionando continuamente.[65]
En cualquier caso, no debe considerarse a Renan como el creador de un corpus filosófico propio (quizá ni él mismo pretendió ser nunca un «filósofo coherente»), sino como el propagador de una serie de ideas basadas en el positivismo francés y el idealismo alemán, calificables indistintamente de panteistas, deistas o idealistas; y cuya aseveración fundamental sería la absoluta imposibilidad de una cierta relación con lo sobrenatural y, consecuentemente, de la participación de Dios («La existencia de Dios —queda— es posible, probable incluso…»)[66] en la historia de los hombres.[38]
Los milagros son de esas cosas que no ocurren nunca; solo la gente crédula creen verlos; no se puede citar uno solo que haya ocurrido ante testigos capaces de comprobarlo; ninguna intervención particular de la Divinidad, ni en la confección de un libro ni en ningún otro acontecimiento, ha sido jamás probada.
Renan, Ernest (1968). Vida de Jesús. Madrid: EDAF. p. 19. [trad. de Agustín García Tirado].
Obras
Obra completa en francés
(1848). De l'Origine du Langage. Ρaris: Michel Lévy Frères, Libraires-Éditeurs; 1858 [2.ª ed.]
(1852). Averroës et l'Averroïsme [tesis doctoral]. Paris: De l'Imprimerie de Ch. Lahure (Maison Crapelet).
(1852). De Philosophia Peripatetica apud Syros (Commentationem Historicam). Ρaris: A. Durand, Bibliopolam.
(1854). La Poésie des Races Celtiques (L'Âme Bretonne). Paris: Revue des Deux Mondes [feb.]
(1855). Histoire Générale et Système Comparé des Langues Sémitiques. Ρaris: Imprimé par Autorisation de l'Empereur à l'Imprimerie Impériale:
Histoire Générale des Langues Sémitiques.
Première Époque du Développement des Langues Sémitiques. Période Hébraïque.
Deuxième Époque du Développement des Langues Sémitiques. Période Araméenne.
Troisième Époque du Développement des Langues Sémitiques. Période Arabe.
Conclusions.
(1857). Études d'Histoire Religieuse. Ρaris: Michel Lévy Frères, Libraires-Éditeurs.
(1858). Le Livre de Job. Ρaris: Calmann-Lévy, Éditeurs.
(1859). Essais de Morale et de Critique. Ρaris: Michel Lévy Frères, Libraires-Éditeurs [contiene La Poésie des Races Celtiques].
(1860). Le Cantique des Cantiques. Ρaris: Michel Lévy Frères, Libraires-Éditeurs.
(1862). Henriette Renan (Souvenir pour ceux qui l'ont Connue).[67] Paris: Calmann-Lévy, Éditeurs; 1895 [1.ª ed.]
(1863-1883). Histoire des Origines du Christianisme [8 vv.]:
(1863). Vie de Jésus. Ρaris: Michel Lévy Frères, Libraires-Éditeurs.
(1866). Les Apôtres. Ρaris: Michel Lévy Frères, Libraires-Éditeurs [1.ª ed.]
(1869). Saint Paul. Ρaris: Michel Lévy Frères, Libraires-Éditeurs.
(1873). L'Antéchrist. Ρaris: Michel Lévy Frères, Libraires-Éditeurs.
(1877). Les Évangiles et la Seconde Génération Chrétienne (Livre cinquiéme qui comprend depuis la destruction de la nationalité juive jusqu'à la mort de Trajan). Paris: Calmann-Lévy, Éditeurs.
(1884). Nouvelles Études d'Histoire Religieuse [incluye Premiers Travaux sur le Bouddhisme - Nouveaux Travaux sur le Bouddhisme]. Ρaris: Calmann-Lévy, Éditeurs.
(1887). Discours et Conférences. Ρaris: Calmann-Lévy, Éditeurs [ed. electrónica de la Universidad de París, 2014].
(1887-1893). Histoire du Peuple d'Israël [5 vv.]:[69]
Les Beni-Israël à l'état nomade jusqu'à leur établissement dans le pays de Chanaan - Les Beni-Israël à l'état de tribus fixées, depuis l'occupation du pays de Chanan jusqu'à l'établissement définitif de la royauté de David.
Le Royaume Unique - Les Deux Royaumes.
Le Royaume de Juda Seul - La Captivité de Babylone.
La Judée sous la Domination Perse - Les Juifs sous la Domination Grecque.
Autonomie Juive - Le Peuple Juif sous la Domination Romaine.
(1889). Examen de Conscience Philosophique. Revue des Deux Mondes [t. 94, julio-agosto].
(1892). Feuilles Détachées [seguidas de Souvenirs d'Enfance et de Jeunesse]. Ρaris: Calmann-Lévy, Éditeurs.
Ediciones póstumas (relación incompleta)
(1842-1845). Lettres Intimes. Paris: Calmann-Lévy, Éditeurs; 1896 [precedidas de Ma Sœur Henriette].
(1843-1857). Lettres a son Frère Alain. Paris: Auguste Blaizot, Libr.-Éditeur; 1925 [edición limitada de 315 ejemplares numerados con dos retratos inéditos de Ernest y Alain Renan].
(1931). Travaux de Jeunesse [1843-1844]. Presses Universitaires de Strasbourg [edición de Jean Pommier].
(1945). Ernest Renan et l'Allemagne. New York: Brentano's, Inc. [textos escogidos y comentados por Émile Buré].
(1947-1961). ŒUVRES COMPLÈTES DE ERNEST RENAN [edición definitiva de Henriette Psichari]. Paris: Calmann-Lévy, Éditeurs [10 vv.]:
Questions Contemporaines - La Réforme Intellectuelle et Morale - Dialogues et Fragments Philosophiques - Discours et Conférences.
Essais de Morale et de Critique - Mélanges d'Histoire et de Voyages - Souvenirs d'Enfance et de Jeunesse - Feuilles Détachées.
Averroës et l'Averroïsme - Drames Philosophiques - L'Avenir de la Science.
Vie de Jésus - Les Apôtres - Saint Paul - L'Antéchrist.
Les Évangiles et la Seconde Génération Chrétienne - L'Église Chrétienne - Marc-Aurèle.
Histoire du Peuple d'Israël.
Études d'Histoire Religieuse - Le Livre de Job - Le Cantique des Cantiques - L'Ecclésiaste - Conférences d'Angleterre - Nouvelles Études d'Histoire Religieuse.
De l'Origine du Langage - Histoire Générale des Langues Sémitiques - Histoire Littéraire de la France - Mélanges Religieux et Historiques.
Cahiers de Jeunesse - Ma Sœur Henriette - Lettres de Famille - Fragments Intimes et Romanesques.
Correspondance [1845-1892].
(1986). Lettres inédites de Ernest Renan à ses éditeurs Michel & Calmann Lévy [introducción, notas y comentarios de Jean-Yves Mollier]. Ρaris: Calmann-Lévy, Éditeurs. ISBN 9782702115015.
(1848). Histoire de l'étude de la langue grecque dans l'Occident de l'Europe depuis la fin du Ve siècle jusqu'à celle du XIVe [edición de Perrine Simon-Nahum]. Paris: Les Éditions du Cerf; 2009. ISBN 9782204085953.
(1836-1892). Correspondance Générale d'Ernest Renan [está prevista la publicación de siete volúmenes]:
(1836-1845). Paris: Éditions Honoré Champion; 1995 [textos reunidos, clasificados y anotados por Jean Balcou]. ISBN 9782852034266.
(1845-1849). Paris: Éditions Honoré Champion; 2000 [textos reunidos, clasificados y anotados por Anne-Marie de Brem bajo la dirección de Jean Balcou]. ISBN 9782852036406.
(oct. 1849-dic. 1855). Paris: Éditions Honoré Champion; 2008 [textos reunidos, clasificados y anotados por Maurice Gasnier bajo la dirección de Jean Balcou]. ISBN 9782745317612.
(1856-1862). Paris: Éditions Honoré Champion; 2014 [textos reunidos, clasificados y anotados por Maurice Gasnier bajo la dirección de Jean Balcou]. ISBN 9782745325518.
(1863-1871). Paris: Éditions Honoré Champion; 2018 [textos reunidos, clasificados y anotados por Jean Balcou]. ISBN 9782745346858.
Renan influyó de manera explícita en autores como «Clarín», Palacio Valdés, Blasco Ibáñez o la Pardo Bazán, entre otros.[36] No obstante, cabe resaltar que el número de sus obras que han sido traducidas al español en algún momento sigue resultando, con pocas excepciones, escaso.
(1848). Origen del lenguaje. Trad. de J. Elías Matheu. Barcelona: Imprenta de Francisco Badía, 1905.
(1852). Averroes y el averroísmo [2 vv.] Trad. de Edmundo González-Blanco. Valencia, 1910 [?]
Se recogen en esta relación algunas de las piezas más destacadas descubiertas por Renan durante sus numerosos viajes especialmente a Oriente Próximo, varias de las cuales se han conservado hasta ahora en el Museo del Louvre, y cuya autenticidad fue puesta en duda en su momento (octubre de 1861) por los denominados ultramontanos.[19]
Entre otras distinciones y reconocimientos, Renan fue miembro de la Academia Francesa, Academia de Inscripciones y Lenguas Antiguas (desde 1856), Academia de Ciencias de San Petersburgo (actual Academia de Ciencias de Rusia), la Société Asiatique (de la que fue presidente desde 1884 hasta su fallecimiento en 1892), gran oficial de la Legión de Honor y «administrador» del Collège de France. En 1847, con 24 años, obtuvo el premio Volney por su Essai historique et théorique sur les langues sémitiques en général et sur la langue hébraïque en particulier, publicado parcialmente en 1855 como Histoire Générale des Langues Sémitiques.[74]
Lethève, M. Jacques; otros (1974). Catalogue d'Exposition Ernest Renan. París: Bibliothèque Nationale [XVIII + 181 pp.] «Una detallada cronología repasa las etapas de la vida de Renan. Repartidas en diez secciones, las setecientas piezas expuestas, procedentes de colecciones públicas y privadas, ilustran de manera completa y novedosa la evolución de un hombre tan apasionadamente discutido durante su vida como después de su muerte. Del seminarista de Saint-Sulpice al sabio orientalista, del patriota al académico, todos los aspectos de una personalidad tan compleja quedan reflejados en estas breves pero sugestivas muestras, apoyados en un aparato bibliográfico escrito y actualizado con erudición por los señores Villa, Pérec y Massip, conservadores de la Biblioteca Nacional».[75]
Museo de la Vida Romántica (Musée de la Vie Romantique). Antigua propiedad del pintor Ary Scheffer, quien se instala en ella en julio de 1830, conserva junto a otros recuerdos del escritor varios retratos de la época. Destaca entre estos un óleo sobre lienzo realizado por su suegro, Henry Scheffer, en 1860; ingresó en el museo en 1991.
↑Baubérot, Jean (1997). «Biblia y cristianismo». En Delumeau, Jean, ed. El hecho religioso (una enciclopedia de las religiones hoy). México D. F.: Siglo XXI Editores. p. 52. ISBN9682320631. «Para Renan, Jesús era "un hombre incomparable".»
↑Cabello Fernández, Manuel (2014). El cristianismo a examen. Madrid: Rialp. p. 57. ISBN978-84-321-4379-3. «[…] E. Renan con su Vida de Jesús […] negaba las verdades centrales del cristianismo, concretamente la resurrección y la divinidad de Jesucristo.»
↑Wright, Terence R. (1994). The Letter and the Spirit: Deconstructing Renan's Life of Jesus and the Assumptions of Modernity. Religion & Literature 26 (2): pp. 55-71.
↑Renan, Ernest (2005). Vida de Jesús. Traducción de Agustín G. Tirado. Madrid: Edaf. p. 159. ISBN978-84-414-1606-2. Consultado el 5 de agosto de 2016.
↑Guisan, Gilbert (1962). Ernest Renan et l'Art d'Ecrire. Genève: Librairie E. Droz. p. 42. ISBN9782600055758.
↑Se trataría de una pequeña tirada de cien ejemplares que Renan hizo imprimir en septiembre de 1862 y cuyo texto iba precedido de la siguiente nota: «Estas páginas no están hechas para el público, y no le van a ser dadas».
↑Renan considers the problem of a rational transformation by High Priest Antistius of the practice of human sacrifice into "a more humane, spiritual, and scientific form". Ver Brieux and Contemporary French Society, by William H. Scheifley, p. 408. Visto 27 feb. 2014