La Unión de Actores y Actrices es el sindicato profesional e independiente creado para la defensa y reivindicación de los intereses de la profesión en el orden cultural, social y laboral en España. Nace con espíritu unitario, representativo, asambleario y democrático, por lo que garantiza la verdadera unión de todos los actores y la fuerza necesaria para lograr una acción justa y eficaz.[1]Agrupa a la mayoría del conjunto de actores de cine, teatro y televisión en España. En la actualidad, cuenta con aproximadamente 2.630 afiliados.
Sus objetivos prioritarios son velar, defender y dignificar la profesión de actor para así poder incidir, de manera positiva, en la creación de una sociedad más justa, cultura libre y no dirigida.[1]
Desde los años del franquismo, los actores han luchado siempre por sus derechos: Disminución de los días y horas trabajadas, reclamación de libertad a autores encarcelados por motivos políticos y no criminales o selección de los propios representantes eran algunas de las reivindicaciones que tenían. Como colectivo organizado existió el precedente de la Unión Popular de Artistas.
En el mes de febrero del año 1986, un hecho determinó la decisión de fundar la Unión de Actores y Actrices. En ese entonces, el gabinete de ministros del gobierno del PSOE presidido por Felipe González pretendió aprobar un Decreto que declara que el actor lo es por cuenta propia. El conjunto de intérpretes del país se movilizó en contra de este proyecto y en el mes de junio firmaron el acta notarial para la creación del sindicato.
Al año siguiente (1987) se redactó el Acta Federal de Actores de España con el acuerdo de la Associació d´actors i directors profesionals de Catalunya. De esta manera, la Unión de Actores y Actrices pudo negociar los primeros convenios sobre el mercado audiovisual.
Otro de los objetivos es promocionar aquellos trabajos que en su opinión merecen ser destacados, ya fuesen realizados para el cine, la televisión o el teatro. Para ello, se crean los Premios de la Unión de Actores y Actrices, que reconocen los mejores trabajos interpretativos en cada uno de esos tres ámbitos.
En sus inicios el número de candidaturas es limitado, aunque con el paso de los años, el número de categorías ha aumentado. Por ejemplo, los Premios a los intérpretes de televisión y cine se han diversificado en categorías masculinas y femeninas. Al contar entre sus miembros a varios académicos que votan en los Premios Goya, varios de los intérpretes recompensados se reproducen. Incluso su gala más conocida, la celebrada en el año 2003, sirvió como plataforma para protestar por la participación de España en la Invasión de Irak, al igual que ocurre en la ceremonia de los Premios Goya dirigida semanas antes por Andrés Lima.
Originalmente, se crearon unos Premios que reconocen los trabajos de los intérpretes protagonistas y secundarios sin distinguir entre actores y actrices. Hasta el año 1996, las categorías premiadas eran las siguientes:
En 1996, a las categorías anteriores se les unen las siguientes:
En el año 2002, la junta del sindicato de actores decidió separar los Premios, premiando las categorías tanto masculinas como femeninas. Desde entonces, las categorías quedan como siguen:
Entre los años 2004 y 2019 respectivamente, a las categorías anteriores se les sumaron las siguientes:
Actores más nominados
Actrices más nominadas
Actores más premiados
Actrices más premiadas
Actores/actrices más nominados y no premiados