El populismo de derecha es una ideología política que combina la derecha política con retórica y temas populistas. De acuerdo con la definición de Cas Mudde, el populismo es una ideología política que divide a la sociedad en dos entes homogéneos y antagonistas: el pueblo y las élites. Desde una perspectiva de derecha, se percibe a las élites políticas y al Estado como intrínsecamente corruptos y burocráticos, por lo que hay una retórica que apela a los individuos y a la sociedad que se identifica como antiestado, unida en torno a una religión mayoritaria, u opositora a otras tendencias políticas que se ubican como rivales.[1][2][3][4]
A partir de la década de 1990, los partidos populistas de derecha han tenido presencia en las legislaturas de varias democracias, entre ellas Australia, Brasil, Canadá, República Checa, Dinamarca, Estonia, Francia, Alemania, Rumania y Suecia; y han llegado a estar en alguna ocasión en gobiernos de coalición en Austria, Bélgica, Bulgaria, Chile, Finlandia, Grecia, Italia, Israel, Letonia, Lituania, los Países Bajos, Nueva Zelanda, Noruega, Eslovaquia y Suiza; y han llegado a formar gobiernos mayoritarios en India, Turquía, Hungría y Polonia.[21] Si bien los movimientos de extrema derecha en los Estados Unidos se han estudiado por separado, donde normalmente se la llama "derecha radical", algunos escritores los consideran parte del mismo fenómeno.[22] El populismo de derecha en los Estados Unidos también está estrechamente vinculado al paleoconservatismo.[23] El populismo de derecha es distinto del conservadurismo, pero varios partidos populistas de derecha tienen sus raíces en los partidos políticos conservadores.[22] Otros partidos populistas tienen vínculos con movimientos fascistas fundados durante el período de entreguerras, cuando el fascismo italiano, alemán, húngaro, español y japonés subió al poder. El principal ideólogo del paleolibertarismo, Murray Rothbard, señalaba en el siglo XX que la “estrategia correcta” de los paleoliberatrios y libertarios en los Estados Unidos era el populismo de derecha, que pasaba por prenderse del racismo existente entre la sociedad norteamericana, y otras posturas reaccionarias, para lograr introducir sus ideologías económicas en la lucha política.[17][2][fuente cuestionable]
La clasificación del populismo de derecha en una sola familia política ha resultado difícil y no es seguro si existe una categoría significativa, o simplemente un conjunto de categorías, ya que los partidos difieren en ideología, organización y retórica de liderazgo. A diferencia de los partidos tradicionales, tampoco pertenecen a organizaciones internacionales de partidos afines, y no usan términos similares para describirse a sí mismos.[21]
Los académicos usan la terminología de manera inconsistente, refiriéndose a veces al populismo de derecha como "derecha radical"[22] u otros términos como neo-nacionalismo.[33] Pippa Norris señaló que "las obras de referencia estándar utilizan tipologías alternativas y diversas etiquetas que categorizan a los partidos como "ultras" o "extrema", "nueva derecha", "antiinmigrante" o "neofascista ", "antiestablishment", "populista nacional", "protesta", "étnico", "autoritario", "antigobierno", "antipartidista", "ultranacionalista", "neoliberal", "libertario" y así sucesivamente".[21] Ciertamente, suelen estar muy asociados al término de populismo de derecha, los conceptos de extrema derecha y neofascismo.[4]
Otras de las características de esta corriente son en el plano social un acendrado conservadurismo, mientras que en el económico es común un discurso que suele acogerse en el liberalismo económico, aunque con planteamientos exacerbados que llegan hasta posicionarse en el anarcocapitalismo, y con conclusiones antisociales similares a las del fascismo tradicional. Está de la misma manera presente una visceral retórica anticomunista propia del siglo XX y una denuncia permanente de todo lo relacionado con la izquierda.[36][37][4] Algunos otros aspectos suelen ser la descalificación de los impuestos como “rémoras de la esclavitud”, afirmaciones negacionistas del cambio climático que alegan que el calentamiento global antropogénico es “una mentira del socialismo”, el recurso de la violencia verbal contra los disidentes ideológicos, y recientemente, una cercanía con el movimiento anticuarentena debido a la pandemia de covid.[38]
Ideología
En Europa posee generalmente un carácter euroescéptico.[39] El populismo de derecha estigmatiza a los grupos que considera peligrosos para la sociedad, como los menos productivos —generalmente extranjeros y creyentes de religiones distintas a la de la cultura mayoritaria— y afirma la existencia de conspiraciones contra el bien común.[40] En el plano económico, apoya normalmente una combinación de medidas liberales como la reducción de los impuestos junto con algunas medidas intervencionistas como el proteccionismo.[41] También tienen en común una hostilidad hacia los inmigrantes, combinado con discursos xenófobos.[42] El populismo de derechas contiene elementos programáticos que forman parte de su propuesta, como asociar inmigración a la criminalidad y a la disgregación de la patria, o la preocupación por la seguridad ciudadana.[43]
El populismo de derecha no debe confundirse con la extrema derecha, aunque esta última es habitualmente populista,[44] conjugan elementos que derivan de la agenda liberal clásica, y de la tradición conservadora y un aparente discurso de la "antipolítica" o post-política, presentándose a sí mismos como "el cambio", la nueva política o recurriendo a figuras empresariales como candidatos, tal como Berlusconi en Italia, Petró Poroshenko en Ucrania y Donald Trump en EE. UU.[45]
En general el populismo de derecha despliega políticas asistencialistas en la perspectiva de control social y la seguridad ciudadana[46] y se caracteriza por la preeminencia en su discurso político y en sus programas electorales de los tópicos más fácilmente reconocibles en el pensamiento de derechas: la prioridad de la seguridad frente a la igualdad, la tendencia a criminalizar y judicializar los problemas sociales y la construcción de un nacionalismo excluyente, con tintes etnicistas o culturalistas.[43]
En el caso de los Estados Unidos, analistas políticos consideran que la clase mediablanca es el sector más vulnerable a caer en estas corrientes ideológicas de corte autoritario y reaccionario, al identificarse como un estamento social privilegiado, cuyos privilegios precisamente creen que podrían verse amenazados. Tal situación se manifiesta en su marcada oposición a la migración, en la identificación del migrante como el “pobre indigno” (undeserving poor) al que acusan de supuestamente aprovecharse de los servicios de asistencia social. También en una férrea oposición a que estas personas puedan volverse ciudadanos, en la creencia que de hacerlo votarán por la izquierda política y se desarrollará un estado de bienestar, cuestión que deploran.[2]
Al populismo de derecha van extendidamente muy relacionados los términos de ultraderecha o neofascismo, y son a menudo intercambiables por las importantes similitudes que estos conceptos tienen tanto en el ámbito emocional como el ideológico. Como componente emocional suele distinguirse en estas tendencias ideológicas la idea del decadentismo; la supuesta perversión de las sociedades modernas, así como una nostálgica apreciación por un idealizado pasado en donde el gobierno era supuestamente más pequeño y la condición social de inferioridad de los migrantes y las mujeres era generalmente aceptada. Hay también una feroz aversión al multiculturalismo y una actitud displicente frente al liberalismo por su tolerancia hacia este fenómeno.[2]
Partidos como estos, calificados usualmente en los medios de comunicación y en los debates políticos públicos como filonazis, ultras, de extrema derecha, fascistas o neofascistas, comenzaron a surgir desde los años 80, con una oleada de nuevos partidos nacidos de la familia ideológica de la extrema derecha, que comenzaron a articular nuevos discursos alejándose paulatinamente de sus raíces fascistas y ultras, configurando una nueva familia de partidos que ha sido calificada como “nueva extrema derecha” (Ignazi 2003). La calificación de “nueva extrema derecha” se fundamentaba en dos claves interpretativas básicas: el recurso a actitudes xenófobas como columna vertebral de su programa electoral y la plena asunción del sistema político democrático liberal, algo que diferencia a estos partidos de la extrema derecha clásica y del fascismo (Rodríguez Jiménez, 2006).
↑Mudde, Cas; Rovira Kaltwasser, Cristóbal (2013). «Exclusionary vs. Inclusionary Populism: Comparing Contemporary Europe and Latin America». Government and Opposition48 (2): 149-150. doi:10.1017/gov.2012.11.
↑Bangstad, Sindre (2018). «The New Nationalism and its Relationship to Islam». Diversity and Contestations over Nationalism in Europe and Canada. London: Palgrave Macmillan UK. pp. 285-311. ISBN978-1-137-58986-6. doi:10.1057/978-1-137-58987-3_11.
↑Lowe, Josh; Matthews, Owen; AM, Matt McAllester On 11/23/16 at 9:02 (23 de noviembre de 2016). «Why Europe's populist revolt is spreading». Newsweek. Consultado el 24 de marzo de 2017.
↑Anna Triandafyllidou (2009), Greek Immigration Policy at the Turn of the 21st Century. Lack of Political Will or Purposeful Mismanagement?, European Journal of Migration and Law, vol. 11, n.º 2, pp. 159-178.
↑ abAntón-Mellón, Joan, y Aitor Hernández-Carr. «El crecimiento electoral de la derecha radical populista en Europa: parámetros ideológicos y motivaciones sociales.» Política y Sociedad, Vol 53, N.º 1, 2016: 17-28.
↑Mouffe, Chantal. «El fin de la política y el desafío del populismo de derecha.» En El populismo como espejo de la democracia, de Francisco Panizza, 71-96. Buenos Aires: FCE, 2009.
↑Antón-Mellón, Joan, y Aitor Hernández-Carr. «El crecimiento electoral de la derecha radical populista en Europa: parámetros ideológicos y motivaciones sociales.» Política y Sociedad, Vol 53, N.º 1, 2016: 25.
↑Mudde, Cas. «Populist Radical-Right Parties in Europe Today.» En Transformations of Populism in Europe and the Americas. History and Recent Tendencies, de Jhon Abromeit, York Norman, Gary Marotta y B.M Chesterton, 296-307. Londres: Bloomsbury Publishing, 2015.
↑La posibilidad populista de Mauricio Macri, ¿o la persistencia(-hegemónica) del neoliberalismo? Neoliberalismo: aproximaciones a las razones de su éxito
Bruno, Lucas Ezequiel