Prévert también escribió varios guiones para el director de cine francés Marcel Carné, entre los cuales se encuentran Drôle de drame (1937), Le jour se lève (1939) y —tal vez la más famosa y conocida de estas realizaciones— Les enfants du paradis (1945). La publicación de su libro de poemas Paroles en 1946, fue un gran éxito. Ingresó entonces en el Colegio de Patafísica, donde alcanzó el grado de «sátrapa» en 1953.
Jacques Prévert utiliza con frecuencia figuras retóricas de dicción o de repetición para trastocar el flujo convencional del lenguaje. Su poesía recurre a neologismos, dobles significados, imágenes insólitas y está permeada de retruécanos burlescos y lapsus voluntarios que producen efectos cómicos e inesperados, de un humor a veces negro y a veces erótico. En sus poemas abundan los juegos de sonidos: aliteraciones, rimas y ritmos. El vínculo con el surrealismo está presente tanto en la naturaleza fluida de las imágenes como en el uso de recursos como los inventarios, las enumeraciones heteróclitas de objetos e individuos, las sustantivaciones o las personificaciones de objetos y animales.[cita requerida]
El mal estudiante
Dice no con la cabeza
Pero dice sí con el corazón
Dice sí a los tíos
Dice guapo al profesor
Está parado
Se le pregunta
Y se le plantean todos los problemas
De repente, la risa loca lo invade
Y en la pizarra borra todo
Las cifras y las palabras
Las fechas y los nombres
Las frases y las trampas
Y a pesar de las amenazas del maestro
Y con los alaridos de los niños prodigio
Con las tizas de todos los colores
En la pizarra negra de la desdicha