A «La Môme Piaf», así llamada en sus inicios, se le deben numerosas canciones del repertorio francófono como «La vie en rose», «Non, je ne regrette rien», «Hymne à l'amour», «Mon légionnaire», «La Foule» o «Milord», conocidas mundialmente. Personalidad destacada, Piaf inspiró a numerosos compositores y fue la mentora de jóvenes artistas que alcanzaron fama internacional. Édith Piaf también destacó como actriz de cine y teatro, participando en numerosas películas y obras de teatro a lo largo de su carrera artística.
Biografía
Nació en París, Francia, el 19 de diciembre de 1915, bajo el nombre de Édith Giovanna Gassion. Su padre, Louis Alphonse Gassion (nacido en Castillon en la región de Calvados en Normandía en 1881 y fallecido en 1944 a los 63 años), era acróbata. Para celebrar el nacimiento de su hija, se emborrachó y abandonó a su madre, que era cantante ambulante, Annetta Maillard (1895-1945), de origen italo-bereber.[2] Sin apoyo, tuvo que afrontar el parto sola. Salió a la calle por sus propios medios, pero no consiguió llegar al hospital, y Édith nació en plena calle debajo de una farola frente al número 72 de la calle de Belleville, en París.
Annetta, al ser demasiado pobre como para criar a la pequeña Édith, la confía a su madre, Emma (Aïcha) Saïd Ben Mohammed (1876-1930) de origen marroquí quien en vez de darle leche en el biberón, la alimentaba con vino, con la excusa de que así se eliminaban los microbios. Después se la entrega a su padre, quien está a punto de ir al frente en la Primera Guerra Mundial, lo que lo lleva a dejar a la niña con su madre (la abuela paterna de Édith), dueña de una casa de prostitución en Bernay (Normandía), donde la niña es criada por las prostitutas de la casa.
Al finalizar la Primera Guerra Mundial, su padre vuelve del frente y la lleva consigo a vivir la vida de los artistas de los pequeños circos itinerantes, luego la del artista ambulante, independiente y miserable. Édith revela su talento y su excepcional voz en las canciones populares que canta por las calles junto a su padre, tal como su madre lo hacía. En Montmartre, Rue Veron N.º 18, se encuentra el Hotel Clermont, donde residió Edith Piaf a los 14 años al separarse de su padre en 1929.[3] Hace su propio camino como cantante en la Place Pigalle, Ménilmontant y en los suburbios de París (véase la canción «Elle fréquentait la Rue Pigalle»). En 1933, a los diecisiete años, se enamoró de un mozo de recados, Louis Dupont,[3] con quien poco después tuvo su única hija, una niña llamada Marcelle, que murió de meningitis a la edad de dos años.[3]
Primeros pasos artísticos
Firmó un contrato con Polydor y grabó su primer disco en 1936: Les Mômes de la cloche («Los niños de la campana»). Ello la convierte en un éxito mediático de forma inmediata. Pero en abril de ese año, Louis Leplée, el dueño del cabaré en el cual se presentaba, fue asesinado en su domicilio. Esto revela que él formaba parte de los bajos fondos del barrio parisino de Pigalle, lo que precipita a Édith al centro del escándalo y al linchamiento mediático, lo que la envía nuevamente al lugar de donde vino: la calle y los pequeños cabarés miserables.
En marzo de 1937, debutó en el género de music-hall en el teatro ABC de París. Se convierte inmediatamente en una estrella de la canción francesa, adorada por el público y difundida por la radio.
En 1940 Piaf triunfa en el Bobino con una pieza escrita especialmente para ella por Jean Cocteau llamada «Le Bel Indifférent», que interpreta con éxito junto al actor Paul Meurisse. Siempre con Paul como partenaire, en 1941 Piaf interpreta la película Montmartre-sur-Seine de Georges Lacombe. Durante el rodaje de ese largometraje, Edith conoce a Henri Contet, que, como Marguerite Monnot, se convertirá en uno de sus autores fetiches. Durante la ocupación alemana, la cantante cambia su nombre artístico de «La Môme Piaf» por el de «Édith Piaf» y continúa dando conciertos, sin ceder a la ocupación nazi. Ella interpreta canciones con un doble sentido, evocando la Resistencia cuando interpreta «Tu es partout» en la que alude a la traición de un amante. En este periodo tan difícil para todos los habitantes de Francia, Piaf se erige como protectora de los artistas judíos, perseguidos por las autoridades alemanas.
Durante la guerra, Édith Piaf cantaba en los clubes y music-halls, y ayudaba a los prisioneros a escapar. Tras la guerra, en 1945, escribe la letra de «La vie en rose», su canción más célebre, que interpreta en la Comédie-Française.
En 1946 la cantante se presenta con el grupo Les Compagnons de la Chanson con el que interpreta «Les Trois Cloches» con gran éxito. En 1947 parte de gira a los Estados Unidos.
En 1947, escribió la letra de la canción «Mais qu'est-ce que j'ai?» (Música de Henri Betti) para Yves Montand. Contribuyó en gran medida a revolucionar el género del cabaré. En un año, se convirtió en uno de los cantantes más famosos de Francia. Ella rompió su relación cuando él se había vuelto casi tan popular como ella.[4]
Durante este tiempo, tuvo una gran demanda y un gran éxito en París[5] como la artista más popular de Francia.[6] Después de la guerra, se hizo conocida internacionalmente,[5] recorriendo Europa, Estados Unidos y Sudamérica. En París, le dio a Atahualpa Yupanqui (Héctor Roberto Chavero), una figura central en la tradición de la música folclórica argentina, la oportunidad de compartir la escena, debutando en julio de 1950. Colaboró en el lanzamiento de la carrera de Charles Aznavour a principios de la década de 1950, llevándolo de gira con ella por Francia y Estados Unidos y grabando algunas de sus canciones.[4] Al principio ella tuvo poco éxito con el público estadounidense, que esperaba un espectáculo llamativo y se decepcionó por la sencilla presentación de Piaf.[4] Después de una brillante reseña de 1947 en el New York Herald Tribune por el influyente crítico neoyorquino Virgil Thomson, él mismo un contribuyente a la cultura de vanguardia internacional, su popularidad creció[7][4] hasta el punto en que finalmente apareció en El Ed Sullivan Show ocho veces y en el Carnegie Hall dos veces (1956[8] y 1957).
Piaf escribió e interpretó su canción principal, «La Vie en rose»,[4] en 1945 y fue votada como un premio Grammy Hall of Fame en 1998.
El famoso music hall Paris Olympia de Bruno Coquatrix es donde Piaf alcanzó fama duradera, dando varias series de conciertos en el hall, el lugar más famoso de París,[9] entre enero de 1955 y octubre de 1962. Extractos de cinco de estos conciertos (1955, 1956, 1958, 1961, 1962) se publicaron en registro y en CD, y nunca se han agotado. En los conciertos de 1961, prometidos por Piaf en un esfuerzo por salvar el lugar de la quiebra, cantó por primera vez «Non, je ne regrette rien».[9] En abril de 1963, Piaf grabó su última canción, «L'Homme de Berlin».
Papel durante la ocupación alemana
La carrera y la fama de Piaf cobraron impulso durante la ocupación alemana de Francia.[10] Actuó en varios clubes nocturnos y burdeles, que florecieron durante los Années érotiques de 1940-1945 (título del libro de Patrick Buisson, director del canal de historia francés).[11][12] Varios burdeles importantes de París, incluidos Le Chabanais, Le Sphinx, One-Two-Two,[13] La rue des Moulins y Chez Marguerite, estaban reservados para oficiales alemanes y franceses colaboradores. Por ejemplo, fue invitada a participar en una gira de conciertos a Berlín, patrocinada por los funcionarios alemanes, junto con artistas como Loulou Gasté, Raymond Souplex, Viviane Romance y Albert Préjean.[14] En 1942, Piaf pudo permitirse un piso de lujo en una casa en el elegante distrito 16 de París (hoy rue Paul-Valéry).[15] Vivía sobre L'Étoile de Kléber, un famoso club nocturno y burdel cerca de la sede de la Gestapo en París.[16]
Se consideró que Piaf había sido una traidora y colaboradora. Tuvo que testificar ante un panel de purga, ya que había planes para prohibirle aparecer en transmisiones de radio.[17] Sin embargo, su secretaria Andrée Bigard, miembro de la Resistencia , habló a su favor después de la Liberación.[16][18] Según Bigard, actuó varias veces en campos de prisioneros de guerra en Alemania y fue fundamental para ayudar a varios prisioneros a escapar.[19][20] Piaf volvió rápidamente al negocio del canto y, en diciembre de 1944, subió al escenario para las fuerzas aliadas junto con Montand en Marsella.[17]
Vida sentimental
En 1948, mientras está en una gira triunfal por Nueva York, vive la historia de amor más grande de su vida con un boxeador francés nacido en Argelia y de origen español, Marcel Cerdan, quien había ganado el campeonato mundial de peso medio el 21 de septiembre de 1948 y que murió en un accidente de aviación el 28 de octubre de 1949, en el vuelo de París a Nueva York en el que viajaba para ir a su encuentro. Abatida por el sufrimiento, Édith Piaf se vuelve adicta a la morfina. En su memoria, ella cantó su gran éxito «Hymne à l'amour». Por otra parte, este noviazgo originó la película Édith et Marcel.
En 1951, el joven cantautor Charles Aznavour se convierte en su secretario, asistente, chófer y confidente. Aznavour escribe algunas de las mejores canciones para Édith Piaf como «Plus Bleu que tes yeux» o «Jezebel».
El 29 de julio de 1952 se casa con el célebre cantante francés Jacques Pills, según testimonio de la actriz Marlene Dietrich. Se divorcian en 1956.
En 1953, inicia un programa de desintoxicación para revertir la dependencia a los medicamentos que afectaban nocivamente su salud.
En 1956, Piaf se convierte en una gran estrella del music-hall en el mundo entero y especialmente en los Estados Unidos, donde triunfa en el Carnegie Hall de Nueva York, del que se convierte en habitual.
Comienza una historia de amor con Georges Moustaki, a quien Édith lanza a la canción. A su lado tuvo un grave accidente automovilístico el año 1958, lo que empeoró su ya deteriorado estado de salud y su dependencia de la morfina.
El éxito internacional
Édith se convirtió también en una especie de icono parisino. En la década de 1950, Piaf era famosa en muchos países. El público norteamericano la consagró en 1956 en el Carnegie Hall de Nueva York, al que regresó con frecuencia, tras iniciar ese mismo año una cura de desintoxicación.
Deterioro de salud y fallecimiento
En 1959, Édith se desploma en escena durante una gira en Nueva York. Tuvo que soportar numerosas operaciones quirúrgicas. Volvió a París en un penoso estado de salud y sin Moustaki, que la abandona antes de regresar a Francia, donde es recompensada por la canción Milord.
En 1961, a petición de Bruno Coquatrix, Édith Piaf ofrece una serie de conciertos, tal vez los más memorables y emotivos de su carrera, en el Olympia de París, local que estaba bajo amenaza de desaparecer por problemas financieros. Es en ese, su salón de espectáculos favorito, en donde interpreta «Non, je ne regrette rien», canción compuesta por Charles Dumont en 1956, que se adapta perfectamente a su persona. Con ello salva al Olympia.
A esas alturas, estaba muy enferma para tenerse en pie, y se mueve y canta solo con importantes dosis de morfina.
El 9 de octubre de 1962, a los 46 años de edad, hastiada, enferma y adicta, se casa con Theo Sarapo, cantante joven y apuesto de 26 años, y declara que tiene la impresión de que es como un hijo que cuida a su anciana madre enferma. Cantan a dúo, entre otras, «¿De qué sirve el amor?» («À quoi ça sert l'amour»).
A principios del año 1963, Édith graba su última canción «L'Homme de Berlín», escrita por Francis Lai (uno de los autores del final de su carrera) y M. Vendôme.
El 11 de octubre (según algunos fue el 10 de octubre en París[21]) de 1963, Édith Piaf fallece en Plascassier a los 47 años de edad, a causa de un cáncer hepático.[22][23] Se cree que Sarapo condujo su cuerpo de vuelta a París de manera secreta para hacer creer que había muerto en su pueblo natal.
Su fallecimiento fue anunciado oficialmente el 11 de octubre, el mismo día en que muere su amigo el cineasta Jean Cocteau, con quien mantenía una estrecha comunicación. Al enterarse de la muerte de su amiga, Cocteau dijo: «C'est le bateau qui achève de couler. C'est ma dernière journée sur cette terre». Y añadió: «Je n'ai jamais connu d'être moins économe de son âme. Elle ne la dépensait pas, elle la prodiguait, elle en jetait l'or par les fenêtres». («El barco se acaba de hundir. Este es mi último día en esta tierra». Y añadió: «Nunca he conocido un ser más desprendido de su alma. Ella no la gastaba, ella la regalaba, la prodigaba, tirando el oro por las ventanas»).
Su entierro tuvo lugar en el cementerio de Père Lachaise, en París, con el homenaje de una inmensa multitud de admiradores. Charles Aznavour declaró que desde la Segunda Guerra Mundial no se había detenido de esa manera el tráfico de toda la ciudad. A pesar de su fe, se le prohibieron las exequias religiosas, debido a su condición de divorciada. L'Osservatore Romano, el periódico del Vaticano dijo que ella vivía «en pecado público» y que era un «ídolo de la felicidad prefabricada». En ese momento, el cardenal Maurice Feltin le había negado a Piaf una misa de réquiem católica, ya que se había vuelto a casar después de divorciarse en la Iglesia ortodoxa.[24]
El capellán de teatro y música, el padre de Villaret Thouvenin, le daría sin embargo una bendición final. Cincuenta años después, la Iglesia católica francesa se retractó y le dio a Piaf una Misa de Réquiem en la Iglesia St. Jean-Baptiste en Belleville, París (la parroquia en la que nació) el 10 de octubre de 2013.[25]
Una multitud inmensa de admiradores se congregó en un extenso cortejo fúnebre a través de París, para rendirle su último homenaje desde el Boulevard Lannes hasta el cementerio Père-Lachaise.
Édith Piaf fue embalsamada antes de ser enterrada en el cementerio del Père-Lachaise junto a su padre, Louis Alphonse Gassion quien había muerto en 1944, y a su hija Marcelle, fallecida en 1935 a la edad de dos años.
Su último marido, Theo Sarapo, falleció en un accidente automovilístico en la comuna de Parazol, próxima a Limoges, departamento de Haute-Vienne, el 28 de agosto de 1970, siete años después de la muerte de Piaf. Tenía 34 años de edad y está enterrado con ella en la misma tumba.
De extraordinaria personalidad, Édith Piaf sigue siendo una de las cantantes francesas más conocidas en el mundo. Además, dio a conocer con gran éxito a muchos cantantes franceses. Entre ellos Yves Montand, Charles Aznavour y Georges Moustaki. Su imagen está asociada a su inseparable vestido negro que la hacía fácilmente identificable.
En la película "Inception" (El Origen) 2010 el director Christopher Nolan, usa un fragmento de la canción Non, je ne regrette rien. Según el filme, la canción es utilizada para dar aviso a los personajes de que están a punto de despertar de un sueño. Por otra parte, en esta misma película se denota la participación de Marion Cotillard como Mal, la misma actriz que protagonizó a Edith Piaf en La vida en rosa o La Môme[2]
En la película "Saving Private Ryan" Steven Spielberg emplea una exitosísima canción de Edith Piaf: "Tu es partout" en una notable escena donde el Cabo "Upham" traduce esta canción, que se escucha en el gramófono, a sus pares militares. Así mismo, se escucha la canción "c'était une histoire d'amour".
↑Ray, Joe (11 October 2003). "Édith Piaf and Jacques Brel live again in Paris: The two legendary singers are making a comeback in cafes and theatres in the City of Light". Vancouver Sun. Canada. p. F3
↑ ab"Biography: Édith Piaf". Radio France Internationale Musique.
↑And the Show Went On: Cultural Life in Nazi-occupied Paris, Alan Riding Knopf Doubleday Publishing Group, 19 October 2010,
↑Véronique Willemin, La Mondaine, histoire et archives de la Police des Mœurs, hoëbeke, 2009, p. 102.
↑1940–1945 Années érotiques – tome 2: De la Grande Prostituée à la revanche des mâles Patrick Buisson Albin Michel, 8 April 2009
↑Jeffries, Stuart (8 de noviembre de 2003). «The love of a poet». The Guardian (United Kingdom). Consultado el 19 de septiembre de 2007.
↑Sous l’œil de l’Occupant, la France vue par l’Allemagne, 1940–1944. Éditions Armand Colin, Paris 2010, ISBN978-2-200-24853-6.