Las inundaciones en Denver, Colorado, tuvieron su origen en las fuertes lluvias ocurridas el 9 de septiembre de 2013.[1] Estas precipitaciones, derivadas de fuertes aguaceros en la Cordillera Front, afectaron extensas áreas desde Colorado Springs, hasta Fort Collins.[2][3]
Las aguas se extendieron a través de una superficie de casi 200 kilómetros de norte a sur, afectando un total de 17 condados.[4]
Se reportaron al menos 6 muertes y cientos de desaparecidos por parte de la Oficina de Manejo de Emergencias de Colorado.[5] Más de 11,000 personas fueron evacuadas.[4] La ciudad de Lyon, en el condado de Boulder, fue aislada por las inundaciones de St. Vrain Creek.[6]Varios diques o presas de tierra a lo largo de la Cordillera Front superaron su nivel tope y se rompieron.[7] El 12 de septiembre se informó que el río Boulder Creek superó los 5,000 pies cúbicos (140 m³) de agua por segundo. Boulder Creek tiene un caudal regular de 150 a 200 pies cúbicos (4.2 a 5.7 m³) por segundo. Esto causó graves daños a los edificios, como a Boulder High School. El 13 de septiembre, según la Oficina de Manejo de Emergencias, había 172 personas desaparecidas y al menos tres muertos en las áreas de inundaciones en el condado de Boulder.[8] El 14 de septiembre, la cifra de muertos había llegado a cinco y más de 500 personas fueron dadas por desaparecidas.
Al menos 1750 personas y 300 animales fueron rescatados por aire y tierra.[9][10][11] Los esfuerzos de rescate se vieron obstaculizados por la continua lluvia y la baja nubosidad, que no permitieron salir a los helicópteros de la Guardia Nacional el 15 de septiembre.[12]
El Presidente estadounidense Barack Obama declaró el estado de emergencia para los condados de Boulder, El Paso y Larimer, con 12 condados más añadidos el 16 de septiembre: Adams, Arapahoe, Broomfield, Clear Creek, Denver, Fremont, Jefferson, Morgan, Logan, Pueblo, Washington y Weld.[13][14]