Poseedor de doble nacionalidad, fue internacional con la selección española debutando el 17 de marzo de 1955 en una derrota frente a la selección francesa, y logrando su único gol en los cinco partidos que disputó con España el 18 de mayo del mismo año frente a la selección inglesa y que finalizó con empate a un gol.
Tras su retirada deportiva se dedicó a la parcela técnica donde entrenó a numerosos equipos y selecciones hasta finalmente cesar sus actividades deportivas en 1990.[4][5]
Trayectoria
Inicios en Sudamérica
Hijo de españoles, se formó en las categorías inferiores del Club Atlético San Lorenzo de Almagro, debutando con su primer equipo el 21 de septiembre de 1947,[6] formando delantera con Reggi, Uñate, Pappa y Silva en el partido de la 22.ª jornada. El encuentro, disputado frente al Club Atlético Independiente finalizó con victoria por 0-4 y en el que el jugador anotó su primer gol como profesional.[7]
En 1948 el club azulgrana viajó a España como parte de una gira europea previa al comienzo del campeonato. Aquel equipo logró maravillar a todos los españoles y entre sus filas el jugador resaltó más que el resto, portando el número 10 y con una compostura espigada, fue en ese preciso momento cuando dos equipos españoles quisieron contratarlo siendo el Club de Fútbol Barcelona y el Valencia Club de Fútbol los más interesados pero la directiva argentina se negó a negociar por el jugador.
Sin embargo al regresar a Sudamérica, René Pontoni se llevó a Rial al Club Independiente Santa Fecolombiano —donde recibió el apodo de «El Nene»—, para disputar la supremacía de «El Ballet Azul» del Club Deportivo Los Millonarios, donde jugaba la estrella Alfredo Di Stéfano, quien años después sería su compañero. Así mismo, en su estadio en Colombia contrajo matrimonio con su esposa Sonia, pero al caer en bancarrota el equipo fue cedido al Club Nacional de Football de Uruguay, equipo en el que jugó hasta 1954 y donde logró ganar un campeonato de liga y un Torneo Competencia o de Copa. Fue entonces cuando recibió una carta de Alfredo Di Stéfano invitándole a jugar con el Real Madrid Club de Fútbol. Ante la negativa del presidente Añón —quien ya había rechazado una oferta del Club Atlético de Madrid—, Raimundo Saporta, directivo del club madrileño, acudió a buscar al jugador no aceptando negativas y ante la insistencia del jugador se logró así que el futbolista se enrolara en las filas del conjunto español.
Sus éxitos en Europa
En el Real Madrid C. F. logró alcanzar su plenitud y madurez futbolística. Ingresó en el club el 10 de junio de 1954, y en él mejoró su técnica, perfeccionó sus pases y el manejo de velocidad. Logró cinco Copas de Europa, dos Copas Latinas, cuatro campeonatos de Liga y una Copa Intercontinental, además de dos trofeos Ramón de Carranza y una Pequeña Copa del Mundo. Tras seis temporadas en el conjunto español en los que conquistó renombre y doce títulos, comenzó a ser suplente habitual, por lo que regresó brevemente a Sudamérica como cedido al club chileno de Unión Española a mediados de su séptima temporada en 1961.[8][9] El bravo interior, que cedió definitivamente su dorsal a Ferenc Puskás y que fue homenajeado por el club,[10] pasó tras su breve etapa chilena de cinco meses a formar parte de las filas del Real Club Deportivo Español de Barcelona.[11] Sin embargo, después de una campaña decepcionante del equipo, donde finalizó en la posición 13.ª de dieciséis participantes del campeonato liguero, fichó por el Olympique de Marseille, con quien jugó un total de 22 partidos.
Poseedor de la doble nacionalidad, Rial fue internacional con la selección española entre 1955 y 1958, debutando en un partido amistoso contra el equipo nacional de Francia, el 17 de marzo de 1955 que finalizó con derrota por 1-2. Durante el período en el que vistió la camisa de la selección Rial jugó cinco partidos, todos ellos amistosos, y anotó un único gol logrado en el empate 1-1 contra la selección inglesa el 18 de mayo de 1955.
A lo largo de su carrera Rial disputó un total de cinco partidos internacionales en los que anotó un gol. Todos los partidos disputados fueron amistosos, por lo que no pudo defender a la selección en ningún evento internacional.