Espectro antimicrobiano

El espectro antimicrobiano de un antibiótico significa la variedad de microorganismos que puede matar o inhibir. Los antibióticos se pueden dividir en antibióticos de amplio espectro, antibióticos de espectro extendido y antibióticos de espectro estrecho según su espectro de actividad. En detalle, los antibióticos de amplio espectro pueden matar o inhibir una amplia gama de microorganismos; el antibiótico de espectro extendido puede matar o inhibir las bacterias Gram positivas y algunas bacterias Gram negativas; Los antibióticos de espectro reducido solo pueden matar o inhibir especies limitadas de bacterias.[1][2][3]

Actualmente, el espectro de ningún antibiótico puede cubrir completamente todos los tipos de microorganismos.[4]

Un diagrama simplificado que muestra las bacterias comunes que causan enfermedades y los antibióticos que actúan contra ellas.

Determinación

El espectro antimicrobiano de un antibiótico se puede determinar probando su actividad antimicrobiana contra una amplia gama de microbios in vitro. No obstante, el rango de microorganismos que un antibiótico puede matar o inhibir in vivo puede no ser siempre el mismo que el espectro antimicrobiano basado en datos recolectados in vitro.[2][5]

Significado

Loa antibióticos de espectro estrecho tienen baja propensión a inducir resistencia bacteriana y es menos probable que alteren el microbioma (microflora normal).[3]​ Por otro lado, el uso indiscriminado de antibióticos de amplio espectro puede no solo inducir el desarrollo de resistencia bacteriana y promover la aparición de organismos multirresistentes, sino también causar efectos no deseados debido a la disbiosis.[6]​ También pueden tener efectos secundarios, como diarrea o sarpullido.[7]​ Generalmente, un antibiótico amplio tiene más indicaciones clínicas y, por lo tanto, se usa más ampliamente.[2][8]​ El Comité Asesor de Prácticas de Control de Infecciones Sanitarias (HICPAC) recomienda el uso de antibióticos de espectro reducido siempre que sea posible.[9]

Ejemplos

Véase también

Referencias

  1. a b Michelle A. Clark (2009). Pharmacology (en inglés) (5th edición). USA: Lippincott Williams & Wilkins. pp. 375–376. ISBN 978-1-4511-4320-1. 
  2. a b c David Warrell; Timothy M. Cox; John Firth; Estée Török (11 de octubre de 2012). Oxford Textbook of Medicine: Infection. OUP Oxford. p. 39. ISBN 978-0-19-965213-6. 
  3. a b Melander, Roberta J.; Zurawski, Daniel V.; Melander, Christian (2018). «Narrow-Spectrum Antibacterial Agents». MedChemComm 9: 12-21. ISSN 2040-2503. PMC 5839511. PMID 29527285. doi:10.1039/C7MD00528H. 
  4. Erich Lück; Martin Jager (1997). Antimicrobial Food Additives: Characteristics, Uses, Effects. Springer Science & Business Media. p. 39. ISBN 978-3-540-61138-7. 
  5. Wiley W. Souba; Douglas W. Wilmore (23 de febrero de 2001). Surgical Research. Elsevier. p. 909. ISBN 978-0-08-054214-0. 
  6. Francino, M. P. (2015). «Antibiotics and the Human Gut Microbiome: Dysbioses and Accumulation of Resistances». Frontiers in Microbiology 6: 1543. ISSN 1664-302X. PMC 4709861. PMID 26793178. doi:10.3389/fmicb.2015.01543. 
  7. «Comparing Broad- and Narrow-Spectrum Antibiotics for Children with Ear, Sinus, and Throat Infections». www.pcori.org (en inglés). 8 de octubre de 2014. Consultado el 5 de septiembre de 2020. 
  8. Andrew Hitchings; Dagan Lonsdale; Daniel Burrage; Emma Baker (30 de marzo de 2014). The Top 100 Drugs e-book: Clinical Pharmacology and Practical Prescribing. Elsevier Health Sciences. p. 94. ISBN 978-0-7020-5515-7. 
  9. «Antibiotic Stewardship Statement | HICPAC | CDC». www.cdc.gov (en inglés estadounidense). 15 de abril de 2019. Consultado el 5 de septiembre de 2020. 
  10. Zhanel, George; Critchley, Ian; Lin, Lynn-Yao; Alvandi, Nancy (January 2019). «Microbiological Profile of Sarecycline, a Novel Targeted Spectrum Tetracycline for the Treatment of Acne Vulgaris». Antimicrobial Agents and Chemotherapy 63 (1). ISSN 1098-6596. PMC 6325184. PMID 30397052. doi:10.1128/AAC.01297-18. 

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