Wladimiro Acosta (23 de junio de 1900, Odesa, Rusia (actual Ucrania)-11 de julio de 1967, Buenos Aires, Argentina) fue un arquitecto argentino de origen ucraniano que trabajó la relación entre la arquitectura y el clima.
Nacido en Odesa, su verdadero nombre era Vladímir Konstantinowski.[1] Huyendo de la revolución rusa emigró a Roma en 1919, donde entró a trabajar en el estudio de Marcello Piacentini, y obtuvo el título de arquitecto. En 1922 se trasladó a Berlín,[1] donde cursó estudios de ingeniería y conoció la obra de Walter Gropius, que influiría notablemente en su trabajo posterior.[2] Finalmente emigró a Buenos Aires en 1928. Es allí donde realizó su trabajo principal, cercano a las corrientes racionalistas, y centrado en la relación entre la arquitectura y el clima. El arquitecto desarrolló y experimentó con el sistema "Helios",[2] basado en un sistema de terrazas y viseras.
En la última etapa de su vida se dedicó principalmente a la docencia, siendo profesor de Diseño Arquitectónico en la Universidad de Buenos Aires, llegando a dar conferencias en las universidades de Harvard y Cornell.[1]
También publicó dos libros: "Vivienda y Ciudad. Problemas de Arquitectura Contemporánea" y "Vivienda y Clima"; este último editado póstumamente por su esposa Telma Reca, junto a sus discípulos.[2] En ellos analiza su obra y expone los fundamentos del sistema Helios.
Murió en actividad en 1967, a causa de una súbita trombosis cerebral.[3]
El sistema Helios
Desde 1932,[4] Acosta desarrolló un sistema de control climático consistente en crear una serie de terrazas de orientación principalmente norte (nota: mediodía solar en hemisferio sur), protegidas del sol con unas pérgolas o viseras, de tal manera que las estancias de la vivienda quedasen protegidas del sol en verano (cuando el sol está más alto), pero recibiesen luz y calor solar en invierno (cuando la trayectoria del sol es más baja). En el sistema Helios las aperturas se realizaban al norte o al noreste, mientras que las orientaciones de más asoleamiento quedaban protegidas por pérgolas o toldos (oeste y noroeste), creando una masa de aire más fresca y evitando la acumulación de calor en las paredes. Mediante estas técnicas, se buscaba crear un "aura térmica" o un "clima privado" en torno a la vivienda,[4] sin renunciar por ello a la relación con el entorno.
Obra
Realizó la mayor parte de su obra en Argentina, durante las décadas de 1930 y 1940, destacando entre sus proyectos las viviendas unifamiliares.
Referencias
Enlaces externos