«Un sitio es un sitio» es una canción compuesta e interpretada por el músico argentinoLuis Alberto Spinetta en el álbum Don Lucero de 1989, noveno álbum solista y 22º en el que tiene participación decisiva.
El mundo y Argentina vivían momentos convulsionados. En noviembre de ese año caería el Muro de Berlín dando inicio al fin de la Guerra Fría iniciada en 1947 y a la disolución de la Unión Soviética dos años después. Comenzaba así el período histórico conocido como globalización, con la generalización de la reglas neoliberales.
Luego de Téster de violencia, un álbum conceptual diseñado para provocar una reflexión sobre la violencia poniendo al cuerpo en el centro, Spinetta buscó hacer un álbum que se orientara en la dirección inversa. Parafraseando su propia reflexión, si Téster había sido un álbum para pensar, Don Lucero era un álbum para sentir:
Está centrado en los sentidos y en los sentimientos, no en el pensar. No hay ninguna historia contada. No hay narración, sino imágenes e impresiones. No es por vía del entendimiento que se ingresa a este disco, no es como en Téster de violencia que se podían realizar largas explicaciones intelectuales. Aquí en cambio, muchas letras no dicen nada. Las letras no existían de antes, guardadas en un cajón o apuntadas en una libreta, como sí fue el caso de Téster, sino que surgieron y brotaron de la música... Después de hablar del cuerpo el paso siguientes es lo transmigratorio, la no materia, lo que viene después del testeo.
El tema es el sexto track (segundo del Lado 2) del álbum solista Don Lucero, un álbum sensorial de Spinetta, que reúne del Lado 2 las canciones melódica y armónicamente más duras y herméticas, otorgándole a cada lado un sonido muy diferente del otro.
El tema tiene dos partes diferentes dentro de una continuidad caracterizada por la reiteración. La primera parte repite una y otra vez "un sitio es un sitio" en medio de un clima sonoro marcado por la ansiedad. La segunda parte toma un tono monótono, marcado por el bombo y los verbos, para terminar con un riff de bajo, igualmente reiterativo.
El poeta Mauro Quesada ha escrito un artículo dedicado a Don Lucero, definiendo al álbum como "lo inasible" y sosteniendo que está apoyado en tres temas: «Fina ropa blanca», «Un sitio es un sitio» y «Un gran doblez». Las tres canciones están conectadas y se encuentran construidas en torno a "imágenes que giran en torno a una ausencia...; tres puntos de vista de un objeto aún no descubierto". Con respecto a «Un sitio es un sitio», Quesada destaca el verso que dice “Un sitio es un algo/ un algo sin novedad”:
Ese algo sigue siendo parte de una desolación, de una orfandad que nos impide verbalizar lo que sentimos, en el doble sentido de experiencia perceptiva y de sentimiento... Tan inasibles como estas riquísimas canciones y toda la atmósfera que crea Luis Alberto que llega al oxímoron de “un sitio es una onda cuadrada”. Y todo el tiempo se respira algo urgente, una inminencia...[3]
El crítico musical Cristian Vitale recuerda la atmósfera que generaron estos temas "duros" de Spinetta en la presentación del álbum en Obras:
Obras se transformó en un colchón receptor de sonidos viscosos, trabados, profundos. Cómo olvidar «Un sitio es un sitio», «Es la medianoche», «Un gran doblez» y «Cielo invertido», tocados –casi– en hilera. Temas que fueron macerando con el tiempo –algunos increíbles, como «Es la medianoche»–, pero que escuchados de golpe –y sin el disco en casa– fue como clavarse un fondo blanco de ginebra en ayunas.
En un reportaje de la época Spinetta decía, precisamente, que en el rock de ese momento, había como un "estado de siesta, donde a la gente le cuesta entretenerse con aquello que la provoque. La provocación dentro del rock and roll se hizo un estándar entonces llaman menos la atención aquellas cosas altamente creativas y que rompen la estructura del oyente".[5]
↑«Entrevista a Guillermo Arrom». Secuencia Inicial. julio de 2013. Consultado el 22 de enero de 2013. «¿Te acordás de la gira que hicieron en el ´89, apoyando la candidatura a Presidente por el radicalismo de Eduardo Angeloz? ¿Cómo fue eso? -Sí, sí… Mirá, por suerte, no hubo ningún orador político en los shows. Fue una gira muy larga, que duró casi un mes, en donde hicimos 25 shows. Estuvimos en casi todas las provincias, recorriendo en micro 8000 kms».
↑Berti, Eduardo (1988). Spinetta: crónica e iluminaciones. Buenos Aires: Editora AC. pp. 95-96.