«Mariana Karr, algo así como la maestra Jacinta (Pichimahuida), pero erótica y María del Carmen Valenzuela, la increíble heroína de turno, son quienes finalmente impondrán justicia en el internado .»[1]
Manrupe y Portela escriben:
«El viejo tema de las colegialas, abordado por enésima vez, con más violencia y carnes a la vista.»[1]