Nació en Guachipas,[1]
un pueblito de unos 600 habitantes
a 115 km al sur de la capital de la provincia de Salta.
A los cinco meses fue abandonado por su madre (de apellido Rodríguez).[2]
Fue llevado a la ciudad de Salta, donde pasó una infancia difícil ya que entre los 7 y 13 años vivió con unos tíos que lo maltrataban:
Hubo una etapa nefasta, que fue cuando a mis hermanas y a mí nos criaron unos tíos tremendos, que eran nuestros tutores. Nos habían dicho que mi madre se había muerto, cosa que era mentira, y que nos teníamos que ir con ellos por nuestro bien. Yo sufrí mucho maltrato en esa casa y me transformé en un rebelde con causa.
En 1968, a los 13 años de edad, se escapó de esa casa, y pasó a vivir en la calle y en lugares de paso, donde varias personas lo ayudaron. Contó que nadie daba un peso por él, pero que gracias al arte actoral, comenzó a desarrollar una faceta que tenía escondida hace mucho. Su vida dio un vuelco cuando, haciéndose cargo de su vocación, se juntó con grupos artísticos y comenzó a estudiar teatro: «Cuando vivía en la calle pensaba que convertirme en actor era la posibilidad de ser otro, de transportarme. En la calle tenés que ser un camaleón y jugar con las personalidades porque eso te puede salvar la vida. Después descubrí que el juego actoral no es más que eso», afirmó en una entrevista.[4]
En 1981 se mudó desde Córdoba a Buenos Aires, donde estudió teatro, becado por Rubens Correa en su escuela La Barraca. También trabajó como chofer.[2]
Ese mismo año comenzó a trabajar en el recién creado grupo y movimiento artístico Teatro Abierto, en el que se desempeñó como maquinista. Sobre su vida en esos años dijo: «Me vi los ensayos de todas las obras. Ese fue el curso más groso de teatro que hice».[4]
Un amigo me contó que una directora salteña buscaba un actor. Y fui. Me hicieron una prueba donde debía indignarme porque le tocaban el culo a Silvia Fernández Barrio. Quedé como protagonista y fuimos a filmar a Guachipas, el pueblo donde nací. Lo llevé a mi papá, que también hizo un personaje. Me pagaban el viático y dos mangos. El corto era Rey muerto y la directora, Lucrecia Martel. Desde ese momento trabajé sin parar en cine.
Premio Cóndor de Plata (nominado como mejor actor de reparto, por El polaquito, en 2003, y El Visitante en 1999).
Martín Fierro 2019 (el marginal 2) - Ganador por mejor actor de reparto.
Vida personal
En 2004, su esposa Claudia falleció víctima de leucemia.[9] El hijo de ella vive con él.
Desde el año 2012 estuvo en tratamiento por su obesidad en la clínica del Dr. Alberto Cormillot.[10]
Referencias
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