En el sector privado ejerció la presidencia del directorio de la siderúrgica La Cantábrica, entre 1975 y 1976, y del Instituto de Economía Aplicada y Sociedad (IdEAS), entre 1980 y 1990, además de ser socio fundador de Ecolatina en 1975, en donde se mantuvo hasta el año 2000.
Familia
Proviene de una familia de clase media. Su padre, Ángel Juan Lavagna, fue un argentino y tipógrafo, propietario de un taller de linotipia y de Blanca Serralta. Tiene un hermano menor llamado Eduardo. Conoció durante sus estudios universitarios a Claudine Marechal, una estudiante belga con la que se casó en 1970 y con quien tiene tres hijos: Sergio, Marco y Nicolás. En la actualidad posee cinco nietos.
Inicios en la función pública
Entre 1973 y 1974, fue director nacional de Política de Precios de la Secretaría de Comercio, y director general de Política de Ingresos en el Ministerio de Economía que presidía José Ber Gelbard en la última presidencia de Juan Domingo Perón. Más adelante fue subsecretario de Coordinación y Política de la Secretaría de Obras Públicas y Transporte, en 1975.
Entre abril de 2000 y el 2002, fue embajador extraordinario y plenipotenciario ante los organismos económicos internacionales (Ginebra) y ante la Unión Europea (Bruselas). Ambas misiones diplomáticas se unificaron con el fin de negociar con el entonces Comisionado Europeo de Comercio, Pascal Lamy, para aumentar la exportación agrícola.[5]
En abril de 2002, Lavagna fue designado Ministro de Economía y Producción por el presidente interino Eduardo Duhalde, en reemplazo de Jorge Remes Lenicov. Fue reconfirmado en esta cartera por el sucesor de Duhalde, Néstor Kirchner, cuando este tomó posesión del cargo el 25 de mayo de 2003.
Como Ministro de Economía impulsó la recuperación económica y en sus años de gestión el producto interno bruto (PBI) creció a más del 8% interanual,[7] luego de la brusca devaluación del peso efectuada por su antecesor y en el contexto de crecimiento de precios de las commodities por la demanda china, donde se destacó en particular el valor de la soja y otros productos agropecuarios.
Fue también el artífice del levantamiento del corralito en el año 2002, y del canje de la deuda argentina a principios de 2005. Durante su gestión no se honorificó ningún pago de la deuda externa con ningún acreedor.
Se mantuvo hasta que fue desplazado por Kirchner en noviembre de 2005, luego de haber denunciado sobreprecios en la obra pública.[8] Al día siguiente de la renuncia, José Pampuro, exministro de Defensa, admitió que las relaciones entre Kirchner y Lavagna se volvieron «complicadas» después de las elecciones legislativas de octubre, y la situación se volvió «tensa» la semana anterior a su renuncia.
Lavagna anunció el 5 de enero de 2007 su candidatura presidencial para las elecciones presidenciales de dicho año, formando la Concertación para Una Nación Avanzada (UNA), que estuvo integrada por peronistas no-kirchneristas, radicales, desarrollistas y treinta partidos provinciales o locales de todo el país, además de redes juveniles como Generación Democrática y Equipo Nexos.
El eje central de su campaña a la Presidencia fue el denominado «Plan Lavagna», que contenía medidas y propuestas para todos los temas importantes de la agenda pública —economía, pobreza, medio ambiente, trabajo, educación, etcétera.— más una serie de decisiones que propuso para los primeros cien días de gobierno.
Roberto Lavagna obtuvo 3.230.236 votos en la elección presidencial, lo cual equivalió a un 16,91% de los sufragios. Dicho resultado lo colocó en tercer lugar, luego de Cristina Kirchner y de Elisa Carrió. Su mejor resultado se dio en la Provincia de Córdoba, único distrito donde derrotó al gobierno, al sumar el 35,31% de los votos contra el 35,31% de la candidata oficialista, que se ubicó allí en segundo lugar.[9]
El 3 de febrero de 2008, se anunció un acuerdo entre Lavagna y el expresidente Néstor Kirchner, quien todavía no era y quería ser presidente del Partido Justicialista, y le propuso a Lavagna que lo acompañe como vicepresidente.[10] Dicho acuerdo fue cuestionado por diversos dirigentes políticos, entre ellos el expresidente radical Raúl Alfonsín. Posteriormente, Lavagna no fue incluido en la nueva estructura partidaria.
La fórmula liderada por Lavagna logró posicionarse como tercera fuerza a nivel nacional en las elecciones primarias (PASO), con el 8,22%, logrando así poder competir en las generales de octubre. En las elecciones generales, Consenso Federal obtuvo el 6,2% de los votos escrutados, perdiendo alrededor de medio millón de votos con respecto a las elecciones primarias.[18] Se ubicó en la tercera posición, por detrás de Alberto Fernández (48,24%) y Mauricio Macri (40,28%).[19]