La Pekín - París fue una carrera automovilística que se celebró en 1907 con salida en la ciudad de Pekín y la meta en París, realizando un recorrido de 14 994 km. La prueba fue ganada por el príncipe Scipione Borghese a bordo de un Itala.
La carrera nació por iniciativa del periódico francés Le Matin,[1] y a ella se presentaron cuarenta participantes, de los cuales solo cinco consiguieron enviar el vehículo hasta la salida:
La travesía que partió de Pekín, no contaba con una ruta preestablecida y resultó ser durísima y muy larga, donde los participantes tuvieron que soportar altas y bajas temperaturas.[1] Un periodista del Corriere della Sera y del Daily Telegraph, llamado Luigi Barzini acompañó al príncipe Borghese durante la travesía e informaba a París del estado de la carrera. A bordo del Itala el periodista y el príncipe llegaron primeros a París con una semana de adelanto con respecto al Spyker.[1] Como único premio los vencedores recibieron una botella de champán. De ahí nació la tradición de celebrar las victorias en el automovilismo con una botella de champán.[1]
En 1997 se reeditó la prueba, realizando el mismo recorrido y con vehículos de la época. Desde entonces se ha estado realizando hasta la actualidad.
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