Paulina Ida María Olga Enriqueta Catalina de Sajonia-Weimar-Eisenach (Stuttgart, 25 de julio de 1852-Orte, 17 de mayo de 1904) fue la esposa del gran duque heredero Carlos Augusto de Sajonia-Weimar-Eisenach.[1]
Era una hija del príncipe Hermann de Sajonia-Weimar-Eisenach y de la princesa Augusta de Wurtemberg.[1]
El 26 de agosto de 1873 en Friedrichshafen, Baden-Wurtemberg, Paulina contrajo matrimonio con el gran duque heredero Carlos Augusto de Sajonia-Weimar-Eisenach.[1][2] Ellos eran primos segundos, ya que ella era nieta paterna del príncipe Bernardo, hermano menor del gran duque Carlos Federico de Sajonia-Weimar-Eisenach, el abuelo de Carlos Augusto.
Paulina y Carlos Augusto tuvieron dos hijos:
Carlos Augusto murió el 22 de noviembre de 1894 de inflamación de los pulmones, a la edad de 50 años.[3] Nunca sucedió como gran duque de Sajonia-Weimar-Eisenach. En consecuencia, Paulina siempre fue conocida como la gran duquesa heredera, o después de la muerte de él, la gran duquesa heredera viuda. Su hijo mayor. Guillermo Ernesto, sucedió como gran duque.
En sus últimos años, Paulina pasó mucho tiempo en Italia, y era una frecuente visitante de la corte italiana.[4] Se rumoreó que había contraído matrimonio morganático con su chambelán.[5] Este matrimonio no aparece en el Almanach de Gotha, y no fue aprobado por su hijo, el gran duque. En consecuencia no fue sancionado por el gobierno de Sajonia-Weimar.[5] Continuó con el tratamiento de gran duquesa solo por cortesía, ya que no era popular ni en su familia ni entre los súbditos de su hijo.[5]
Aunque vivió la mayor parte de su viudez lejos de la corte de Sajonia-Weimar, Paulina "contribuyó desde la distancia, a crear dificultades que hicieron que la posición de su nuera, la actual gran duquesa, fuera extremadamente difícil en los primeros meses de su matrimonio".[5] Fue descrita como "extraordinariamente gorda, y una de las princesas de Alemania más vulgares en cuanto a belleza, siendo su familiaridad de naturaleza desagradable y amarga más que amigable".[5]
El 17 de mayo de 1904, Paulina murió repentinamente de una enfermedad del corazón en el tren en ruta de Roma a Florencia.[2][4][6] Su cuerpo fue trasladado a Florencia.[6]