Fue el primer edificio de España en utilizar la luz eléctrica, ya que el primer marqués la mandó instalar para una de las visitas de Alfonso XII, aunque finalmente se alojó en la Casa Ocejo ya que la instalación no estuvo terminada a tiempo.[1][2]
Actualmente el palacio es propiedad del Gobierno de Cantabria y es un museo, aunque también se utiliza temporalmente como sede de los cursos de la Fundación Comillas hasta que finalice la rehabilitación del seminario mayor del edificio de la antigua Universidad Pontificia.