La orientación romántica, también conocida como orientación afectiva es la clasificación del género hacia la que una persona experimenta una atracción romántica, o de la que es más probable que se enamore. Este término se utiliza junto al término «orientación sexual» y también como su alternativa, debido a que la atracción sexual no es más que un componente único de un concepto más amplio.[1]
Por ejemplo, aunque una persona pansexual pueda sentirse sexualmente atraída hacia otras personas independientemente de su género, esta persona solo puede llegar a sentir atracción romántica con varones.[1]
Para las personas asexuales, la orientación romántica a menudo se considera un término más útil que la orientación sexual. Este término ayudaría a medir mejor la atracción que puedan sentir, ya que el que no sientan atracción sexual no impide que sientan atracción romántica y el deseo de formar un vínculo romántico o emocional con otra persona.[2][3]
La relación entre atracción sexual y atracción romántica sigue siendo debatida, ya que a menudo se estudian de forma conjunta.[4][5] Aunque muchos estudios recientes sobre este tema están ayudando a entender mejor estos términos, sigue habiendo mucho que estudiar.[4]
Las personas que sienten atracción romántica hacia otras personas reciben el nombre de «alorrománticos».[6] Esta atracción romántica puede darse hacia múltiples géneros, como es el caso de las personas plurirrománticas,[7] o hacia un único género, es decir, las personas monorrománticas.[8] Dentro de estas categorizaciones hay otras subdivisiones con más detalles en función de la atracción romántica que pueda sentir una persona.[9][10] Algunas de ellas son:
Las personas arrománticas no experimentan atracción romántica, o experimentan muy poca. Sin embargo, pueden experimentan atracción sexual y disfrutar del sexo.[15][16] Las personas arrománticas pueden tener cualquier tipo de orientación sexual, incluyendo homosexualidad, heterosexualidad, bisexualidad o asexualidad.[17]