El 11 de diciembre de 1743 contrajo matrimonio con el príncipe Federico, heredero de Dinamarca y Noruega. Junto a su marido, ascendió al trono el 6 de agosto de 1746. Al contrario de su predecesora, Luisa aprendió a hablar danés e hizo pública su decisión de educar a sus hijos en ese idioma, lo que la hizo popular entre sus súbditos. Tuvo que padecer el carácter libertino del rey, refugiándose en el cuidado de sus hijos y en obras de beneficencia.