La Reina es reconocida[¿quién?] por su imagen de Alma de barrio debido a baja densidad poblacional y abundante arborización. Además, la comuna, producto de su plano regulador, tiene pocas construcciones en altura, lo que le permite mantener su carácter netamente residencial.
Historia
Arqueología
El sitio Parque La Quintrala, ubicado en la Comuna de La Reina, presenta un sector de ocupación habitacional y otro de enterratorios que pertenecen a tiempos prehispánicos. Los estudios del material arqueológico del primer sector (cerámica incisa, decoración con hierro oligisto, decoraciones con pintura roja, tembetá, etc.) permiten asociarlo a lo que se ha definido como expresión de la tradición bato para el interior de la zona central,[2] con fechas que van entre el 20 a. C. y 280 d. C. distribuidas en dos momentos ocupacionales principales y una posible ocupación posterior fechada en el 425 d. C. (+/–100 años), de menor relevancia.[3][4][5]
Con respecto al área de entierros por el momento no se han establecido claramente sus características así como tampoco queda clara su relación contextual con el sector habitacional antes mencionado, sin embargo por la posición de la mayoría de los cuerpos, así como por la presencia de ofrendas cerámicas, pareciera semejarse a lo conocido para el complejo cultural Llolleo de la zona central de Chile.[6][7]
El periodo inca en Chile está enmarcado entre los años 1470-1535 d. C. iniciado por la expansión territorial de Tupac Yupanqui, que se habría extendido más allá del valle del Aconcagua y en la comuna se han encontrado también cementerios incaicos pertenecientes al Tawantinsuyu[8][9] además de un conjunto de santuarios de alturas hallados en territorio chileno y argentino con restos humanos momificados, ofrendas y construcciones arquitectónicas.[10]
Cuando el conquistador español Pedro de Valdivia acampó en el valle del Mapocho, envió a algunos de sus soldados hacia los cuatro puntos cardinales, para reconocer el territorio. La zona que recorrieron abarcó desde un sector al norte del Mapocho hasta los llanos del río Maipo y, por el oriente, llegaron hasta los faldeos cordilleranos. A este último sector se le denominaba Ñuñohue (del mapudungún: Ñuñohue‘lugar de ñuños’), que son unas flores amarillas de la familia de las iridáceas; luego con el paso de los años adquirió el nombre de "el pago de Ñuñoa".
En Ñuñoa existían varios poblados indígenas, entre los que destacan los de:
El del lonco Huara Huara, bajo cuyo estaba el toqui Butacura, comandante del ejército. Su vicetoqui era Polobanda. Huara Huara y Polobanda tienen calles en su honor en la comuna de Las Condes. Butacura (mapudungún: buta kura, 'piedra grande' ) dio su nombre a la comuna de Vitacura.
Valdivia dividió las tierras en "chacras" (del quechua: chakra‘granja’) .
En el sector de Tobalahue (del mapudungún: Thopalahue‘Escalones de greda’),[11] que corresponde a gran parte del territorio de la comuna, tuvieron propiedades en el siglo XVI destacados hombres de la época, como Jerónimo de Alderete, Juan Fernández de Alderete, Juan Gómez y Alfonso López de Larraigada, quienes dedicaron sus tierras a diversos cultivos, destacándose los viñedos y los árboles frutales en general.
Bartolomé Blumen –cuyo apellido traducido del alemán es Flores-, fue uno de los soldados que llegó con Pedro de Valdivia y que compró parte de la chacra de Tobalaba a los Alderete. Estos terrenos pasaron a manos de su hija Águeda Flores, que los incrementó gracias a su matrimonio con Pedro Lísperguer, quien las había adquirido a los sucesores de Jerónimo de Alderete. Al fallecer Águeda, que en 1603 era la propietaria principal del sector, lo dejó en herencia a su nieto Nicolás Lisperguer, quien, a su vez, los cedió a su prima Catalina de los Ríos, más conocida como La Quintrala, personaje a quien la leyenda le da poderes de hechicera; se dice también que en sus dominios existían túneles que conectaban hacia el actual sector de Las Condes. Estas tierras abarcaban La Reina y parte de Ñuñoa, ya que al parecer, las casas patronales estaban en la zona de esta última denominada Siete Canchas.
Santiago de Larraín y Vicuña, magistrado y político de origen vasco, quien ejerció como gobernador y presidente de la Real Audiencia de Quito, recibió en 1723, de su hija, la religiosa María Josefa, el fundo que con el tiempo pasaría a denominarse La Reina y que correspondía parte de los territorios de la antigua chacra de Tobalaba.
La propiedad de estos terrenos, estuvo en manos de los Larraín por largos años, a través de los siglos XVIII y XIX. El apellido Larraín a veces era pronunciado como Lerrein, lo que explica tanto el nombre actual de la comuna, como el de una de sus más importantes avenidas.
Reina (Fundo La) 33° 27' 70° 33'. Con 630 hectáreas de terreno regado, 34 ha de viñedos i 470 ha de bosques, se encuentra a unos 13 kilómetros hácia el E de la estación de Ñuñoa, del ferrocarril a Puente Alto. 63, p. 253; i 156.
El 23 de febrero de 1963, bajo la presidencia de Jorge Alessandri Rodríguez, se promulga la Ley 15 169 que crea la comuna-subdelegación de La Reina, la que comenzó su vida legal el 1 de julio de ese año.[13][14]
El 21 de marzo de 1988 fue adoptado el escudo de armas oficial de la comuna, que contiene dos águilas en un campo de plata, que corresponden al escudo de armas de la familia Larraín, antiguos propietarios del fundo donde se emplaza la comuna.[15] Antes de 1988 el emblema utilizado por la municipalidad correspondía a un círculo que contenía las palabras "I. Municipalidad" en su parte superior y "La Reina" en su parte inferior, presentando en el centro las letras L y R con una corona sobre ellas.[16]
Medio ambiente
Geomorfología y componentes abióticos
Trazado simplificado de los ecosistemas y cuerpos de agua presentes en la comuna de La Reina.Canal San Carlos a la altura de Larraín con Tobalaba
La comuna de La Reina se encuentra emplazada en las unidades geomorfológicas de Cordillera andina de retención crionival y Cuenca de Santiago.[17] Al ubicarse a los pies de la precordillera de Los Andes o sierra de Ramón, La Reina presenta un relieve con elevadas pendientes en el oriente, producidas por la falla de Ramón, las que se moderan a medida que se avanza hacia el poniente de la comuna. Esta situación, en conjunto con el hecho de acoger diversos cursos de agua, ya sean estos canales o vertientes naturales, expone a algunos sectores de esta comuna a desbordes e incluso ocasionales aluviones, como los ocurridos en 1993 en el canal San Ramón.
Gracias a su cercanía a la precordillera, baja densidad poblacional y elevada arborización, la comuna es una de las más descontaminadas y apacibles de la capital. Una situación que ha ido deteriorándose progresivamente, debido a modificaciones a su plan regulador que planeaban la instauración de corredores comerciales en las principales vías comunales, y más recientemente, a causa de la llegada de grandes malls construidos plaza Egaña y avenida Príncipe de Gales con Valenzuela Llanos, en el terreno ocupado por la desaparecida discoteca Las Brujas,[27] con la consiguiente tala de árboles y aumento en el tráfico vehicular.
Por otra parte, gracias a su situación, por el oriente de la comuna se encuentra el parque Mahuida y un tramo del Sendero de Chile, proyecto que permitirá unir a través de una misma ruta el altiplano chileno con la región de Aysén; su carácter de sendero lo hace apto para ser recorrido en bicicleta.
Áreas verdes
Vista de la parte oriental de la plaza Ossandón, en el barrio homónimo; es la principal de la comuna.
La comuna cuenta con parques y plazas, como el Parque Mahuida y el Parque Padre Hurtado, junto con el Parque Alcalde Ricardo Conteras Bueras, el Parque Quinchamalí, el Parque Andacollo, el Parque Quillagua, el Parque Tobalaba, el Parque Sánchez Fontecilla y el Parque natural Aguas de Ramón.
Además, la comuna cuenta con plazas como la Plaza Bombero Soto, la Plaza Carol Urzúa, la Plaza La Reina, la Plaza Ossandón y la Plaza Gabriela Mistral. Otras plazas que sirven como puntos de encuentro y recreación incluyen la Plaza Chile Perú, la Plaza Alcalde Chadwick, la Plaza Santiago Bueras, la Plaza Aviador Sánchez Beza, la Plaza Jorge Alessandri, la Plaza Fernando Castillo Velasco, la Plaza David González Fuentes y la Plaza Cardenal Samoré. Estos lugares son importantes para la vida comunitaria, ofreciendo espacios para actividades culturales, recreativas y de ocio.
Demografía
Su población es heterogénea, compuesta mayoritariamente por grupos socioeconómicos medios-altos. En ciertas zonas de la comuna, principalmente colindantes con Peñalolén, se encuentran sectores medios-bajos y bajos, como en el sector de Villa La Reina
En 2018, la cantidad de empresas registradas en La Reina fue de 5319. El Índice de Complejidad Económica (ECI) en el mismo año fue de 2,31, mientras que las actividades económicas con mayor índice de Ventaja Comparativa Revelada (RCA) fueron Corte, Tallado y Acabado de la Piedra (142,09), Servicios de Otros Profesionales Independientes en el Área Veterinaria (85,04) y Sistemas de Juegos de Azar Masivos (39,41).[30]
La principal arteria de la comuna corresponde a la avenida Larraín, que recorre la totalidad de la comuna, de oriente a poniente y viceversa. Importantes avenidas intercomunales pasan por La Reina: Tobalaba, Ossa, Príncipe de Gales y Bilbao.
El transporte urbano —microbuses, taxis básicos y colectivos— es, en general, poco eficiente al interior de la comuna, debido a sus escasas vías con capacidad suficiente para acogerlo. En relación con la electromovilidad, en 2019 el municipio reemplazó sus tres buses municipales por autobuses eléctricos, que son utilizados para transportar gratuitamente a los residentes de la comuna de la tercera edad y a estudiantes de la educación pública.[33]
Metro
En la comuna existen cuatro estaciones de la línea 4, en el borde occidental de la comuna, y dos de la línea 3 que circula por la Avenida Larraín.
La existencia del Aeródromo Eulogio Sánchez (más conocido como Aeródromo de Tobalaba), que alberga a clubes y empresas privadas de aviación, permite realizar viajes programados hacia otros puntos del país.
Ciclovías
La municipalidad implementa un plan maestro de ciclovías,[34] algunas de las cuales son:
La comuna posee en su territorio un Club de Golf, el Prince Of Wales Country Club. Gracias a él, en la década de los años 60, se construyeron amplias, cómodas y elegantes casas a sus alrededores, destinadas a la clase media y media-alta.