Kassel[1] ([ˈkasl̩]ⓘ) es la tercera ciudad,[2] en cuanto a importancia, de la región de Hesse. Se encuentra en el centro de la República Federal de Alemania, a orillas del río Fulda, y posee 205.481 habitantes (2020).
La ciudad es una villa moderna compuesta de barrios residenciales. Las principales comunidades extranjeras son turcas y rusas.
Kassel es célebre por la documenta, importante exposición de arte contemporáneo que se celebra cada cinco años durante el verano.[3]
En Cassel se publicó en 1614 la Fama Fraternitatis, primer manifiesto rosacrucista que haría estallar en Europa una intensa agitación en los medios filosóficos y religiosos.
La influencia francesa se percibe en la arquitectura de los diferentes barrios y en los nombres de diversos lugares y calles, y se explica porque en ellas residieron los protestantes franceses (hugonotes) que huyeron tras la revocación del edicto de Nantes.
Kassel tiene un sistema de ocho líneas de tranvía, todas pasan por el centro de la ciudad y luego se despliegan en diferentes direcciones hacia ciudades satélites. Kassel es pionera asimismo por haber introducido, a principios del año 2000, el concepto de tranvías tren-tram (North Hessen RegioTram System) hacia Hofgeismar y Warburg. Hoy en día cuenta con cuatro líneas de RegioTram.
La ciudad también opera autobuses de piso bajo y es responsable en el desarrollo del cordón Kassel, un sistema que mejora la alineación de los modernos autobuses de piso bajo con las paradas de autobús.
En cuanto a los servicios de autopistas, Cassel está conectado a la A 7, A 49 y A 44.
Cultura
Kassel es famosa internacionalmente en el ámbito cultural principalmente por dos puntos de interés:
El palacio Wilhelmshöhe, que alberga la Gemäldegalerie (galería de pinturas) con ejemplos de Alberto Durero, Rembrandt (un autorretrato juvenil) y Anton van Dyck, y
La documenta, certamen de arte contemporáneo que se celebra cada cinco años.
Entre 1812 y 1815, los hermanos Grimm reunieron en Kassel la mayoría de los cuentos que conforman su colección de fábulas.[4] La ciudad conserva esta herencia y el Museo de los Hermanos Grimm en el Palacio de Bellevue expone una colección de libros de cuentos históricos de diferentes partes del mundo.