Durante algún tiempo se dedicó a la pintura de paisaje, pero sus condiciones como decorador le otorgaron un lugar distinguido en la ilustración de libros y en la ornamentación, pintando ya desde muy joven decorados para pequeñas compañías de teatro amateur.
En 1887 se fue a Madrid, donde trabajó en el Teatro Real y recibió el encargo de decorar el teatro Príncipe Alfonso, y ejerció la escenografía. En 1896 se fue a México a pintar el decorado del Gran Teatro Nacional, y al volver a la península se decantó por la ilustración. Se dedicó sobre todo a la ilustración de revistas, como Arte y Letras, y La Ilustració Catalana —donde firmaba con el seudónimo «Brisa»—, y a la decoración, por ejemplo en la residencia de Ramón Casas en Barcelona.
Varios autores (1992). La colección Raimon Casellas. Publicaciones del Mnac / Museo del Prado. ISBN84-87317-21-9. «Catálogo de la exposición del mismo debe atribuírsele título que se levanta a quepo en el Palacio Nacional de Montjuïc entre el 28 de julio y el 20 de septiembre de 1992».
Mas i Peinado, Ricard: Els artistes catalans i la publicitat (1888-1929). Parsifal Edicions, Barcelona, 2002. ISBN 84-95554-16-X, plana 12.