Durante el verano de 2022, se registraron distintos focos de incendio forestales en las provincias de Corrientes, Río Negro, Misiones, Chubut y Formosa (Argentina) agravados por las condiciones de sequía. Se estima una superficie de 162.425 hectáreas quemadas durante el mes de enero.[1] Solamente en la provincia de Corrientes, al 18 de febrero, se calculaban cerca de ochocientas mil hectáreas quemadas (un 8% del territorio provincial) con un ritmo ascendente de 29 585 hectáreas diarias.[2]
Los incendios de Corrientes de 2022 abarcan focos ígneos que comenzaron en el mes de enero y continúan activos en numerosos puntos del territorio provincial de Corrientes, habiendo consumido más de 800 000 hectáreas, lo que equivale al doce por ciento de la superficie de esta provincia. [4][5]
Las razones de los incendios incluyen tanto un desastre natural ocasionado por las altas temperaturas, el estrés hídrico y la falta de humedad en el ambiente, como así también, el accionar del hombre, ya sea mediante el inicio de incendiosdolosos o culposos.[7][8]
18 de febrero: focos activos de incendio en Concepción de la Sierra, Candelaria, Apóstoles, Santa Ana, San Javier y Montecarlo y focos contenidos en Guaraní y San Ignacio.[3]
El 30 de noviembre comenzó un incendio a 12 kilómetros de la localidad de Tolhuin, Argentina, en las inmediaciones de la reserva natural provincial Corazón de la Isla. El fuego se esparció rápidamente debido a las condiciones meteorológicas y el viento, que alcanzó 90 km/h durante los primeros días. Al 9 de diciembre de 2022 se computaban 7500 hectáreas quemadas, gran parte de ellas, bosque nativo.[9][10]
Referencias
↑ abcdef«Febrero de 2022». Argentina.gob.ar. 11 de enero de 2022. Consultado el 20 de febrero de 2022.