El hombre o un ángel se asocia a Mateo, ya que su Evangelio comienza haciendo un repaso a la genealogía de Cristo, el Hijo del Hombre.
El león se identifica con Marcos, porque su Evangelio comienza hablando de Juan el Bautista, «Voz que clama en el desierto», dicha voz sería como la del león.
El águila simboliza la figura de Juan.[4][5] El águila se considera el «pájaro solar», imagen del fuego, de la altitud, de la profundidad y de la luz; es el ave que posee una vista penetrante, comparable al «ojo que todo lo ve», capaz de elevarse por encima de las nubes y de mirar fijamente el sol, por lo que simboliza todo estado trascendente, la potencia más elevada, la contemplación, el genio y el heroísmo.[5] Es el símbolo de la ascensión espiritual, que la mantiene elevada en las alturas. El Evangelio de Juan, al que Clemente de Alejandría llamó «evangelio espiritual»,[6] es el más profundo, simbólico, contemplativo y teológico de los cuatro y,[6] en tal sentido, el que se eleva sobre los demás. El de Juan es el único evangelio no sinóptico.