El escorpión negro o de cola amarilla (Euscorpius flavicaudis) es una especie de escorpión propio de Europa Occidental (incluyendo España) y noroeste de África, inofensivo para los humanos.
Características
Euscorpius flavicaudis tiene el cuerpo negro y las patas y la cola (metasoma) amarillentos ("flavicaudis" significa "cola amarilla"). Los adultos miden de 3,5 a 4,5 cm de longitud y tienen los pedipalpos grandes y la cola delgada.
Distribución
La distribución geográfica original de E. flavicaudis abarca el noroeste de África y sur de Europa (península ibérica, Islas Baleares, Francia, Córcega, Italia y Cerdeña); ha sido introducida en el Reino Unido, siendo la especie de escorpión que se distribuye más al norte.[1][2]
Hábitat
Vive en climas cálidos y templados, a menudo en lugares húmedos y oscuros de las casas (sótanos por ejemplo).
Veneno
Es un escorpión inofensivo para los humanos, apenas venenoso, que raramente usa su aguijón. Su picadura es como la de una abeja.[3]
Reproducción
El periodo de gestación es de 10–14 meses, dependiendo de la disponibilidad de alimento y del clima. Después del apareamiento, la hembra busca un escondite húmedo y tranquilo donde da a luz hasta 30 crías vivas, blancas, blandas e hinchadas, que suben a la espalda de la madre donde permanecen hasta la primera muda (unos seis días). Tras esto, los pequeños escorpiones empiezan a vagar por los alrededores pero permanecen junto al escondite durante unos días más. Las crías alcanzan la madurez al cabo de uno o dos años.[4]
Alimentación
Euscorpius flavicaudis es un depredador al acecho que aguarda inmóvil en la entrada de su madriguera, y captura rápidamente las presas que pasan ante él, sobre todo cochinillas y pequeños insectos. Pueden estar mucho tiempo sin comer.
Véase también
Referencias