Es reißet euch ein schrecklich Ende, BWV 90 (Os espera un terrible final) es una cantata de iglesia escrita por Johann Sebastian Bach en Leipzig para el vigésimo quinto domingo después de la Trinidad y estrenada el 14 de noviembre de 1723.[1][2][3][4][5][6]
Bach compuso esta obra durante su primer año como Thomaskantor en Leipzig para el vigésimo quinto domingo después de la Trinidad. Forma parte de su primer ciclo anual de cantatas. La cantata fue interpretada por primera vez el 14 de noviembre de 1723.[1][2]
Las lecturas establecidas para ese día eran de la primera epístola a los tesalonicenses, la venida del Señor (1 Tesalonicenses 4:13-18), y del evangelio según San Mateo, la gran tribulación (Mateo 24:25-28).
El coral de cierre es la séptima estrofa del himno "Nimm von uns, Herr, du treuer Gott" escrito por Martin Moller en 1584, cantado con la melodía de "Vater unser im Himmelreich".[7][8][9]
La obra está escrita para tres voces solistas (alto, tenor y bajo), un coro a cuatro voces; trompeta, dos violines, viola y bajo continuo.[2][3][5]
Consta de cinco movimientos.[4][6]
En palabras de Klaus Hofmann, las dos arias de la obra "pintan un panorama desolador". La primera de ellas para tenor es "expresivamente muy intensa" tanto para el cantante como para los violines, que ilustran las reißet (lágrimas).[10] John Eliot Gardiner, que describe la cantata como "magníficamente teatral y lacónica", señala: "Bach parece que, en realidad, asume toda su generación de compositores de ópera italiana y les gana en su propio terreno. La energía inagotable de su invención melódica y rítmica propulsión siempre está dirigida a dar expresión veraz al texto, y aquí es tan inigualable como emocionante."[11]
El siguiente recitativo primero establece en gran contraste que "la bondad de Dios se renueva cada día", pero luego refleja "la desesperación de las debilidades humanas".[12] La segunda aria, So löschet im Eifer der rächende Richter (Entonces en su celo el juez vengador extinguirá como castigo la luz de su palabra) es cantada por el bajo con "añadido énfasis por la presencia de la trompeta".[13] El instrumento está destinado a ser el que ha de hacer la llamada para el Juicio Final, como se menciona en la lectura de la epístola.[10] El último recitativo finalmente vuelve sobre el pensamiento sobre que "los ojos de Dios nos ven como elegidos".[12]
El coral de cierre es un arreglo a cuatro voces. El texto fue tomado de la séptima estrofa del himno "Nimm von uns, Herr, du treuer Gott" escrito por Martin Moller en 1584; y la melodía es la del coral "Vater unser im Himmelreich".[7][8][10]
De esta pieza se han realizado una serie de grabaciones entre las que destacan las siguientes.[3][4]