Ermindo Ángel Onega, apodado el Ronco, se inició futbolísticamente en Sportivo Las Parejas de su pueblo natal. Jugaba de volante ofensivo y delantero. Con Sportivo consiguió el Campeonato de Primera División de la Liga Cañadense de Fútbol de 1955, de forma invicta. En el año 1957 fue llevado por Renato Cesarini directamente al primer equipo de River Plate.
Su trayectoria profesional comenzó el 15 de diciembre de 1957, cuando River Plate, ya campeón de ese torneo, cayó derrotado 5:1 por San Lorenzo en el Gasómetro, y no pudo conseguir ningún otro título en el resto de su carrera.
En River jugó entre 1957 a 1968, 222 partidos y anotó 98 goles. En 1972 jugó 30 partidos por Vélez Sársfield, y anotó 6 goles. En el ínterin había fichado para Peñarol, de Montevideo, donde se coronó campeón de la Supercopa de Campeones Intercontinentales en 1969, siendo pieza clave del conjunto Carbonero a lo largo del Torneo. Tras un breve paso por Estudiantes de Río Cuarto donde jugó 9 partidos entre agosto de 1975 y febrero de 1976, terminó su carrera en 1977, en Deportes La Serena, de Chile.
Onega, por su velocidad física y mental, fue un jugador atípico para su época. De gran pique corto, buen remate, elegante conductor y eficaz delantero, fue tal vez, el mejor jugador de la década del sesenta.