Se originó hace unos siete millones de años, durante el Mioceno superior, al mismo tiempo que las islas del Mar Menor. Está compuesto de andesita, y presenta curiosas formaciones rocosas, especialmente en la ladera este. Una de las más conocidas es la Cabeza de león. Sus rocas son frágiles, por lo que caminar sobre ellas puede ser peligroso.
Valores y peligros ambientales
El Carmolí posee importantes valores medioambientales, especialmente botánicos. Se puede encontrar en sus laderas especies iberoafricanas protegidas como el azufaifo (Ziziphus lotus), el cornical, el palmito, el oroval o el chumberillo de lobo. Se tiene noticia de la recolección de plantas aromáticas y medicinales desde la dominación romana.
El volcán ha sufrido diversas agresiones: anteriormente a la Guerra Civil, un aeródromo militar fue construido y utilizado por la fuerza aérea republicana española para su escuela de vuelo a alta velocidad. Algunos de los instructores eran provenientes de la Unión Soviética. Posteriormente, la construcción de túneles durante la Guerra Civil para almacenamiento de armamento, el pastoreo, la conversión de terrenos en zonas de labor y la recolección excesiva de plantas, supusieron la pérdida de importantes valores ambientales. Más recientemente, la construcción de algunas urbanizaciones también ha afectado negativamente al entorno.
Disyunción columnar producida por el ascenso y cristalización de la lava a través de las grietas.
El área es atravesada por las ramblas de Miranda y del Miedo.
La Rambla del Miedo, mientras avanza entre la vegetación, va depositando los residuos mineros cargados de metales pesados que arrastra desde las antiguas explotaciones de la Sierra Minera de La Unión. La Rambla atraviesa la Autovía de La Manga y la N-332 y pasa asimismo por El Algar.
En las frecuentes charcas que se forman en el espacio protegido es posible encontrar una especie de pez, endémico de las costas mediterráneas españolas, en grave peligro de extinción, el fartet (Aphanius iberus).[2] -[3]
Por otro lado, desde hace unos años, la asociación ecologista ANSE promueve la recuperación de la canastera (Glareola pratincola), una especie que desapareció de la Región de Murcia y que, en la actualidad, cuenta con unas 20 parejas reproductoras en la zona de la marina del Carmolí.[4]
Problemas medioambientales y protección legal
Las ramblas que atraviesan la marina del Carmolí y desembocan en el Mar Menor arrastran consigo gran cantidad de herbicidas, pesticidas y, especialmente, fertilizantes (nitratos y fosfatos) procedentes de los cultivos de regadío del Campo de Cartagena. Todos estos productos son depositados en la laguna del Mar Menor que sufre, como consecuencia, graves problemas de eutrofización.[5]
Por otra parte, la finca de la Marina del Carmolí perteneció al Ministerio de Defensa español hasta que una sentencia del Tribunal Supremo ordenó su reversión a los antiguos propietarios, quienes, durante 2012, pretendieron impulsar el desarrollo urbanístico del espacio protegido.[6]
En la actualidad, tanto el monte del Carmolí como la marina, están protegidos dentro del espacio denominado Espacios abiertos e islas del Mar Menor con la categoría de Parque natural, LIC y ZEPA.[7]