La Copa Mundial de la FIFA España 1982 fue la duodécima edición del campeonato mundial de fútbol masculino organizado por la FIFA. Se celebró en España desde el 13 de junio hasta el 11 de julio de 1982.[1]
El campeonato contó por primera vez con la participación de 24 selecciones nacionales, a través de una ampliación de los cupos continentales en la fase clasificatoria. Para darles cabida se hicieron cambios en el sistema de competición: hubo un formato con dos liguillas y fase final que solo sería utilizado en esta edición. El comité organizador habilitó un total de 17 estadios en 14 sedes, incluyendo el Camp Nou para la inauguración y el Santiago Bernabéu para la gran final. La Copa Mundial de 1982 fue la primera en contar con representantes de todos los continentes.[1]
La selección de Italia se proclamó campeona mundial por tercera vez, después de haber derrotado en la final a Alemania Federal por 3:1.[2] Los transalpinos no tuvieron un buen comienzo al haberse clasificado con tres empates, pero mejoraron su juego a partir de la segunda fase y se llevaron el título sin haber concedido una sola derrota.[3] El más destacado del torneo fue Paolo Rossi, ganador de la Bota de oro al máximo goleador y del Balón de oro al mejor jugador. Por otra parte, el capitán italiano Dino Zoff se convirtió en el futbolista de mayor edad que levantaba el título de campeones, a los 40 años.[4]
En lo que respecta a España, la Copa Mundial de 1982 ha sido el primer gran acontecimiento organizado en el país tras el restablecimiento de la democracia. Los principales estadios del país fueron remodelados, se invirtió dinero en actualizar la red de transportes, y la experiencia acumulada serviría para obtener la concesión de futuros eventos como los Juegos Olímpicos de 1992. Sin embargo, la selección nacional no cumplió con las expectativas y cayó en la segunda ronda con tan solo una victoria. La mascota Naranjito se convirtió en el símbolo del torneo.[9]
Elección del país anfitrión
La elección de sede para las Copas Mundiales de Fútbol de 1974, 1978 y 1982 quedó resuelta en el congreso de la FIFA del 6 de octubre de 1964 en Tokio,[10] y fue ratificada dos años más tarde en el siguiente congreso en Londres.[11][12] De acuerdo con los criterios de rotación continental de la época, teniendo en cuenta que México sería sede de la edición de 1970, los países europeos podían postular solo para los torneos de 1974 y 1982.[10]
España había intentado ser sede del Mundial en dos ocasiones: en la edición inaugural de 1930, donde los miembros de la FIFA se decantaron por Uruguay,[13] y en la edición de 1966, en la que acabaron retirándose antes de la votación.[11] El plan original de la Federación Española de Fútbol (FEF) era presentar candidaturas tanto en 1974 como en 1982, poniendo en valor el amplio número de estadios, los éxitos deportivos a nivel de clubes, y los apoyos entre varias delegaciones. Sin embargo, la favorita para acoger la Copa Mundial de 1974 era Alemania Occidental,[10] por lo que ambos países pactaron apoyarse mutuamente y evitar así que otros candidatos concurriesen en una elección abierta.[14]
Organización
El torneo se celebró desde el 13 de junio hasta el 11 de julio de 1982, pocas semanas después de que terminasen las principales ligas europeas de fútbol, y cerca del comienzo del verano en España.[10]
Los preparativos para el Campeonato del Mundo coincidieron con la transición española hacia la democracia y estuvieron muy influenciados por ella.[15] En 1975 se puso en marcha una Comisión de la FEF dirigida por José Ángel Zalba, que en un primer momento se ocuparía de contactar con las sedes aspirantes.[16] En septiembre de 1978, el Gobierno de España aprobó un real decreto para establecer el Real Comité Organizador del Mundial-82 (RCOM) en el que participaban la FEF, el Comité Olímpico Español (COE) y el Ministerio de Cultura. La presidencia del RCOM fue confiada a Raimundo Saporta, exvicepresidente del Real Madrid, y dentro del mismo también figuraban el presidente del COI, Juan Antonio Samaranch, y el presidente de la FEF, Pablo Porta. La FIFA supervisó los preparativos en todo momento a través de sus propias comisiones. Los cometidos más importantes del RCOM fueron la búsqueda de financiación, la renovación de infraestructuras y garantizar la seguridad.[17]
Para la señal internacional de los partidos, Radiotelevisión Española (RTVE) renovó todo su material y construyó en Madrid la torre de comunicaciones «Torrespaña».[18]
Meses antes de la inauguración se produjeron contratiempos que amenazaron las celebraciones. A nivel político el más reseñable fue el golpe de Estado fallido en 1981. A nivel organizativo, Saporta tuvo que retirarse temporalmente del RCOM por enfermedad, para volver a las pocas semanas,[19] y hubo problemas con la agencia de viajes Mundiespaña, constituida para desplazamientos de aficionados y venta de entradas.[20][21] Se considera que España aprovechó la celebración del Mundial-82 para tomar experiencia y postular a otros grandes acontecimientos internacionales, entre ellos los Juegos Olímpicos de 1992.[22]
Según datos de la FIFA, el Mundial reportó un beneficio bruto de 60 millones de dólares —entre venta de billetes, derechos televisivos y publicaciones— y unos gastos superiores a los 26 millones de dólares.[23]
Para postular era necesario que los ayuntamientos presentasen su candidatura al Comité Organizador, contar con un equipo en Primera División o, en caso contrario, superar los 200 000 habitantes.[26] La elección final se hizo por criterios logísticos; Palma de Mallorca y Las Palmas de Gran Canaria, ambas preseleccionadas, se quedaron fuera por su condición de ciudades insulares.[26][27] San Sebastián tampoco pudo concurrir por falta de consenso sobre un posible estadio en Zubieta.[28] Otras candidaturas descartadas fueron las de Santander, Burgos, Cádiz y Granada.[26]
Buena parte de los estadios utilizados ya existían antes de la elección de sede, y en muchos casos habían sido sometidos a una profunda remodelación.[29] El único construido expresamente para el torneo fue el Estadio José Zorrilla de Valladolid, inaugurado en febrero de 1982.[29][30] Entre las obras más importantes destacan la remodelación parcial del Santiago Bernabéu, al que se instaló una cubierta,[24] y la ampliación del Camp Nou para convertirlo en el estadio de fútbol más grande de Europa: 120 000 localidades.[25]
El formato único de este Mundial propició que el número de sedes fuese muy superior al habitual; cada grupo tenía asignada un área geográfica restringida, lo que permitía ahorrar en desplazamientos. En la primera fase se dio prioridad a las sedes más pequeñas y próximas entre sí —por ejemplo, el Grupo 1 tuvo lugar íntegramente en Galicia—, mientras que la segunda fase se repartió entre Barcelona (grupos A y C) y Madrid (grupos B y D). Las dos semifinales se disputaron en el Camp Nou y en el Ramón Sánchez-Pizjuán, el encuentro por el tercer puesto fue en el Estadio Rico Pérez, y la final en el Bernabéu. Por razones climatológicas, los partidos celebrados en Sevilla, Málaga, Alicante y Elche solo podrían disputarse a partir de las 21:00 horas.[31]
El formato de competición de España 1982 constaba de tres etapas y solo fue utilizado en esa edición.[33] En una primera ronda, las 24 selecciones quedaron repartidas por sorteo en seis grupos de cuatro participantes. Dentro de cada grupo se enfrentarían una vez entre sí, por el sistema de todos contra todos, con dos puntos por victoria, uno por empate y ninguno por derrota. El orden de clasificación se determina bajo los siguientes criterios:
El mayor número de puntos obtenidos, teniendo en cuenta todos los partidos del grupo
La mayor diferencia de goles, teniendo en cuenta todos los partidos del grupo
El mayor número de goles a favor anotados, teniendo en cuenta todos los partidos del grupo
Los dos primeros de cada grupo se clasificaban para la segunda ronda, con cuatro bloques de tres participantes y bajo el mismo sistema. En este caso, el vencedor del primer encuentro descansaba en la siguiente jornada, mientras que el perdedor se medía contra el tercer rival que venía de descansar.[34] El orden de clasificación dependía de los siguientes criterios:
El mayor número de puntos obtenidos, teniendo en cuenta todos los partidos del grupo
La mayor diferencia de goles, teniendo en cuenta todos los partidos del grupo
El mayor número de goles a favor anotados, teniendo en cuenta todos los partidos del grupo
Clasificación anterior en la primera ronda
Sorteo puro (como último recurso)
Solo los campeones de grupo pasaban a una eliminación directa, con semifinales y final, de la que saldría el país vencedor.[35]
En aquella época no había horario unificado en la última jornada de la fase de grupos, por lo que los equipos podían conocer el resultado de sus rivales directos. La ausencia de esa norma motivó un resultado acordado en el partido entre Alemania Federal y Austria de primera ronda, acorde a sus intereses para la clasificación.[36] A partir de México 1986, la FIFA estipuló que la última jornada de cada grupo debía celebrarse simultáneamente el mismo día y hora.[36]
La Copa Mundial de 1982 fue la primera en contar con selecciones de los cinco continentes, si bien no todos tuvieron garantizada una plaza. La FIFA decidió ampliar el evento a 24 participantes en el Congreso de 1978 por petición de los comités asiáticos y africanos, que habían propiciado la elección de João Havelange como presidente de la FIFA.[33] Aunque los organizadores españoles se mostraron reticentes, terminarían aceptando a cambio de que también se ampliase el cupo europeo.[33]
España (anfitrión) y Argentina (campeón vigente) lograron la clasificación directa. El resto de cupos quedaron así:
La fase clasificatoria para la Copa Mundial de 1982 contó con la participación récord de 109 selecciones, cuatro más que en la anterior edición.[38]
En el lado europeo, la noticia más importante fue la eliminación de Países Bajos. Los subcampeones de 1974 y 1978 se vieron superados al coincidir en el mismo grupo con Bélgica y Francia, las clasificadas en última instancia. Hubo retornos destacados como los de Inglaterra, Yugoslavia y la Unión Soviética, quienes no llegaban a una fase final desde la edición de 1970. En el caso de los ingleses, no pudieron certificar el pase hasta la última jornada con un triunfo por la mínima sobre Hungría.[39]
Para Concacaf se reservaron dos plazas, resueltas en el hexagonal «VIII Campeonato Concacaf de Naciones» en Tegucigalpa. El seleccionado de Honduras hizo valer su condición de anfitrión y terminó líder de grupo, metiéndose en su primera Copa Mundial, mientras que la otra plaza fue para El Salvador. Por consiguiente se quedaría fuera México, tradicional potencia de la zona, luego de haber sumado tres empates consecutivos en las últimas jornadas.[40] En cuanto a Sudamérica, los clasificados fueron Brasil, Chile y Perú.[41]
La ronda de Asia y Oceanía se resolvió en una liguilla final de cuatro equipos para dos plazas. La selección de Kuwait, entrenada por Carlos Alberto Parreira, finalizó las seis jornadas como líder de grupo.[42] La otra vacante hubo de resolverse en un partido de desempate entre Nueva Zelanda y la República Popular China, donde los oceánicos se llevaron el billete al vencer por 2:1 en Singapur.[43] Tanto kuwaitíes como neozelandeses disputarían una Copa Mundial por primera vez.[41]
La apertura de la Copa Mundial tuvo lugar el 13 de junio de 1982 en el Camp Nou (Barcelona). Después de una gala inaugural presidida por el Rey Juan Carlos I,[46] a las 21:00 horas dio comienzo el partido del Grupo 3 entre Argentina y Bélgica. Si bien los vigentes campeones eran favoritos, con la estrella Diego Armando Maradona como mayor reclamo tras su ausencia en Argentina 1978, acabaron siendo derrotados por 1:0 con gol de Erwin Vandenbergh.[46][47]
Grupo 1
El primer grupo contó con la presencia de Italia, Polonia, Perú y Camerún, y se disputó íntegramente en Vigo y La Coruña.[48] Al concluir la segunda jornada se habían producido cuatro empates y tan solo dos goles, así que todos los países tenían opciones de clasificarse en la última fecha.[49] La selección polaca se deshizo de los peruanos por un contundente 5:1, gracias a un cambio táctico de Antoni Piechniczek en la reanudación. En el otro juego, Italia empató 1:1 con Camerún y pudo clasificarse en segundo lugar debido a haber acumulado más goles a su favor (2) en la instancia.[50] Sin embargo, el equipo de Enzo Bearzot quedó muy cuestionado porque no había sido capaz de vencer un solo choque de los tres que había disputado.[51]
Grupo 2
Las ciudades de Gijón y Oviedo fueron escenario de un grupo en el que participaron Alemania Federal, Austria, Chile y Argelia. Al concluir la segunda jornada, Austria era la sorprendente líder de grupo con dos victorias y Chile virtualmente eliminado.[52] Aunque se esperaba que los germanos dominaran el grupo, éstos cayeron en la primera jornada ante la Argelia de Rabah Madjer (2:1).[53] Ya en la última jornada, los Fennecs vencieron por 3:2 a la Roja,[52] así que a la selección alemana le bastaba un triunfo por la mínima para clasificarse. El partido entre Alemania Federal y Austria acabó 1:0 y metió a ambos conjuntos en segunda ronda,[54] primero y segundo respectivamente, ante la indignación de El Molinón porque no hubo un solo tiro a puerta después del gol de Horst Hrubesch.[54][55][56][57] Dado que ninguna norma impedía la colusión, la FIFA tuvo que establecer horarios unificados en los encuentros decisivos a partir de México 1986.[55][56]
Grupo 3
Después del partido inaugural, las selecciones de Argentina, Bélgica, Hungría y El Salvador disputaron sus encuentros en Alicante y Elche. La selección belga terminó la fase como líder de grupo con dos victorias y un empate, gracias a una brillante actuación de Jean-Marie Pfaff: un gol en contra por tres a favor.[58] La albiceleste no se vino abajo con su derrota inicial: venció por 4:1 a Hungría, con actuación destacada de Maradona y Ardiles, y después se impuso a El Salvador para afianzar el segundo puesto.[47] A los magiares no les sirvió de nada haber firmado la mayor goleada de la historia de la Copa Mundial,[59] un contundente 10:1 sobre una selección salvadoreña muy joven en la que estaba «Mágico» González.[60] El delantero László Kiss se convirtió en el primer jugador que marcaba una tripleta mundialista partiendo como suplente.[59]
Grupo 4
Las selecciones de Inglaterra, Francia, Checoslovaquia y Kuwait se jugaron el pase en Bilbao y Valladolid. Los ingleses ganaron todos los partidos del grupo gracias a las actuaciones de Bryan Robson, entre ellos el duelo frente a Francia por 3:1 en la primera jornada.[61] El equipo capitaneado por Michel Platini no bajó los brazos y en la siguiente fecha hizo un claro 4:1 ante Kuwait, en un duelo marcado por una anécdota surrealista: el colegiado Miroslav Stupar anuló un gol legal francés después de que el jeque kuwaití Fahd Al-Ahmad bajara al terreno de juego para exigírselo,[62] algo que terminaría costándole su licencia de arbitraje.[38][63] Con los ingleses como líderes, la segunda plaza se dirimió entre galos y checoslovacos. Los bleus se adelantaron gracias a Didier Six, y el empate anotado de penalti por Antonín Panenka no fue suficiente para evitar la clasificación francesa.[64]
Grupo 5
El quinto grupo, disputado en Valencia y Zaragoza, contó con las selecciones de España, Yugoslavia, Irlanda del Norte y Honduras. Se esperaba una buena actuación de los anfitriones dentro de un cuadro relativamente cómodo,[65] pero su trayectoria resultaría errática: un empate frente a Honduras (1:1). una escueta victoria ante los yugoslavos con goles de Juanito y Saura (2:1) y una sorprendente derrota contra Irlanda del Norte (0:1), a la postre líder de grupo.[66] Los españoles se vieron superados por la presión y cometieron errores durante todo el torneo, especialmente en ese último choque.[65][66][67] Con todo, el combinado de José Santamaría pudo firmar la segunda plaza gracias a los peores resultados de sus rivales.[34] El norirlandés Norman Whiteside superó el récord de Pelé al internacional mundialista más joven: 17 años y 41 días.[68]
Los 12 clasificados fueron encuadrados en cuatro grupos de tres participantes, que jugarían en Barcelona (grupos A y C) y Madrid (grupos B y D) con estadios preasignados.[34]
En el Grupo A, Polonia y la Unión Soviética aprovecharon la baja disciplinaria de Jean-Marie Pfaff para vencer a Bélgica en sus compromisos: 3:0 en el caso de los polacos —con tripleta de Zbigniew Boniek—[72] y 1:0 en el soviético. Al tener una menor diferencia de goles, a la URSS solo le valía la victoria. Sin embargo, el seleccionado de Konstantín Béskov no pudo hacer nada frente a la solidez táctica rival, dominada por Smolarek y Lato. El 0:0 final metía a Polonia en semifinales.[73]
España fue encuadrada en el Grupo B con Alemania Federal e Inglaterra, que habían empatado sin goles en el primer partido.[47] Aunque los germanos contaban con menos efectivos que sus rivales, no tuvieron problemas para deshacerse de los anfitriones por 2:1, sendos goles de Littbarski y Fischer.[74] Inglaterra necesitaba vencer por más de dos tantos para seguir en la pugna, pero no pasó del 0:0 ante una selección española que solo se jugaba la honra.[75]
El Grupo C estuvo conformado por tres campeonas mundiales: Italia, Brasil y Argentina. Los italianos llegaban con bajas expectativas por su desempeño en la primera ronda, pero vencieron a la albiceleste (2:1) con el acierto goleador de Marco Tardelli y la intensidad defensiva de Claudio Gentile, quien hizo un durísimo marcaje sobre Maradona sin ver una sola tarjeta.[76] En el siguiente partido, Brasil ganó por 3:1 a los argentinos. Con el pase a semifinales en juego, el partido Brasil-Italia del 5 de julio de 1982 sigue siendo recordado como el mejor de esta Copa Mundial.[5][77][78] El delantero Paolo Rossi, que venía de cumplir una inhabilitación de dos años, reapareció cuando los suyos más lo necesitaban con un hat trick que hizo inútiles los tantos de Sócrates y Falcão.[79] Italia se impuso a la canarinha por 3:2 y certificó así su clasificación.[77]
Por último, Francia no tuvo problemas para liderar el Grupo D con dos triunfos sobre Austria e Irlanda del Norte. En el primer partido, y ante la baja de Platini, los franceses resolvieron por 1:0 gracias a un gol de falta directa de Bernard Genghini. El empate de los norirlandeses ante los austríacos (2:2) les daba esperanzas para la sorpresa, pero en el último partido no fueron rivales para el conjunto galo: ganaron por 4:1 con un doblete de Giresse y Rocheteau.[80]
Semifinales y tercer lugar
Las dos semifinales se disputaron el 8 de julio de 1982. Por la tarde tuvo lugar en el Camp Nou la primera entre Italia y Polonia, con victoria por 2:0 de los transalpinos gracias a dos goles de Rossi.[79] Los polacos echaron en falta a su delantero Boniek, baja por acumulación de tarjetas,[81] y acabaron topándose con el muro defensivo de Scirea y Cabrini. A su conclusión, el Sánchez-Pizjuán sevillano acogió la otra semifinal entre Alemania Federal y Francia, marcada por las altas temperaturas de Sevilla, por un ritmo frenético y por la agresión de Schumacher a Battiston al salir hacia un balón dividido.[82] Con 1:1 al tiempo reglamentario, los franceses anotaron dos tantos pero Rummenigge y Briegel empataron (3:3) para forzar la tanda de penaltis. A pesar de que Uli Stielike falló su ocasión, Schumacher se convirtió en el artífice del pase teutón a la final tras detener los lanzamientos de Six y Bossis.[82]
En el encuentro por el tercer y cuarto puesto, celebrado el 10 de julio en el Rico Pérez de Alicante, Polonia venció a Francia por 3:2. De este modo, repetiría la mejor posición de su historia que ya había logrado en la Copa Mundial de 1974.[83]
La final de la Copa Mundial entre Italia y Alemania Federal fue en Madrid el 11 de julio de 1982 a las 20:00 horas (UTC+2), ante más de 90.000 espectadores que llenaban el Estadio Santiago Bernabéu. Ambos equipos estaban en trayectoria ascendente y habían superado los pronósticos iniciales, si se tienen en cuenta los malos resultados cosechados durante la primera fase. Sin embargo, los italianos eran ligeramente favoritos porque llegaban en mejor forma física que su rival,[84] y también contaban con apoyo mayoritario entre el público local. No hubo bajas significativas: el máximo goleador alemán Karl-Heinz Rummenigge fue duda por gripe pero finalmente pudo jugar.[84] Para dirigir el encuentro se confió en el brasileño Arnaldo Cézar Coelho.[85]
El seleccionador italiano Enzo Bearzot apostó por un sistema de cinco defensas que incluía a Claudio Gentile en detrimento de Antognoni, y cuyo objetivo era incomodar a un contrincante agotado mediante un ritmo de juego lento. Los alemanes trataron de sorprender en los primeros minutos, e incluso vieron como el rival agotaba un cambio tras la lesión de Graziani.[85] No obstante, Giuseppe Bergomi comandó la defensa azzurra para cerrarles cualquier espacio. A partir de ese momento, Italia tomó el control e incluso pudo haberse adelantado a los 25 minutos, cuando el colegiado señaló penalti a favor de Italia por una falta de Briegel sobre Conti. Su compañero Cabrini envió el lanzamiento por línea de fondo, así que ambos llegaron sin goles al descanso.[85]
En la segunda parte el dominio italiano se hizo cada vez más patente. El 1:0 llegó en el minuto 57 a través de una jugada ensayada: Tardelli sacó rápido una falta para sorprender a la zaga germana, Gentile puso un centro al área y Rossi no desaprovechó la ocasión para rematar de cabeza, haciendo el sexto gol de su cuenta personal.[86] Con el marcador en contra, los alemanes metieron un delantero más y adelantaron líneas, lo que dejaba espacios al ataque transalpino para armar contragolpes. Marco Tardelli hizo el 2:0 con un potente chut desde la media luna, y el 3:0 fue obra de Altobelli a pase de Conti. La euforia del público quedó reflejada en la reacción del presidente de Italia, Sandro Pertini, quien celebró con efusividad los goles de su país desde el palco de autoridades.[76] Aunque Paul Breitner anotó el 3:1 definitivo a siete minutos del final, a Alemania ya no le quedaban fuerzas para reaccionar. Italia se proclamó vencedora de la tercera Copa Mundial de Fútbol de su historia.[87]
Antonio Cabrini es el primer y único jugador en fallar un penal en una final de Copa del Mundo en tiempo reglamentario. Con 40 años Dino Zoff es el jugador más longevo en ser campeón del mundo. Paul Breitner fue el tercer jugador en anotar en dos finales de la Copa del Mundo.
Por primera vez en la historia de la Copa Mundial, la FIFA otorgaría la Bota de oro en reconocimiento al máximo goleador de la competición.[86] En total se marcaron 146 goles (2,81 por partido).[88]
El Balón de oro distingue al mejor jugador de cada Copa Mundial. La FIFA elaboró una lista con los 10 futbolistas más destacados, posteriormente votados por los representantes de la prensa acreditada.[89]
La marca alemana Adidas era el proveedor oficial del balón de la Copa Mundial desde 1970. En esta ocasión se repitió el modelo «Adidas Tango» estrenado en Argentina 1978: la pelota estaba compuesta por veinte paneles que creaban la impresión óptica de doce círculos idénticos. Sin embargo, esta vez se combinó el cuero con el poliuretano para hacerla impermeable.[90]
Imagen corporativa
El logotipo oficial de España 1982 consistía en un balón de fútbol cuya estela recuerda la bandera española. Fue diseñado por Luis Díaz Ricote.[91]
Uno de los aspectos más reseñables de esta Copa Mundial fue el encargo de 15 carteles artísticos por parte del Comité Organizador: uno para el evento principal y 14 por cada una de las sedes. El cartel conmemorativo de la Copa Mundial, titulado La Fiesta, es obra de Joan Miró y representa a un futbolista bajo el característico prisma surrealista del pintor catalán.[92] Su presentación oficial tuvo lugar en diciembre de 1980.[92][93]
La mascota oficial de la Copa Mundial de 1982 fue «Naranjito», creada por los publicistas sevillanos María Dolores Salto y José María Martín Pacheco.[9] Se trataba de una naranjaantropomórfica vestida con los colores de la selección española y con un balón de fútbol bajo el brazo, y su elección responde a un distanciamiento con los estereotipos comúnmente asociados a España; en su lugar, los creativos optaron por una fruta característica de Valencia.[95][96] Por otro lado, la FIFA contaba con Sport Billy como mascota del juego limpio.[97]
En 1979 la RFEF organizó un concurso abierto a las agencias de publicidad españolas, en el que un jurado experto tomaría la decisión final. Los creadores de Naranjito se llevaron un millón de pesetas como recompensa, pero a cambio la Federación se quedaba con los derechos de imagen del personaje, más tarde revendidos a la empresa británica West Nally por un total de 1400 millones de pesetas.[9][96] Las finalistas fueron «Brindis», un niño-torero diseñado por el publicista Enrique Gabernet, y «Toribalón», un toro con cuerpo de balón creado por el cartelista Pedro María Laperal.[95]
Naranjito fue presentado oficialmente el 29 de mayo de 1979.[9] En el momento del anuncio, la mascota fue objeto de numerosas críticas: desde sectores de la sociedad que querían un símbolo más tradicional de la cultura española, hasta otros que lamentaron el aspecto ingenuo y kitsch.[98] Sin embargo, su popularidad creció conforme iba acercándose el evento, hasta aparecer en cualquier producto de mercadotecnia de la época. Llegaría a contar con su propia serie de animación, la coproducción hispano-japonesa Fútbol en acción, emitida por Televisión Española entre 1981 y 1982.[99]
Hoy en día, Naranjito está considerado uno de los símbolos de la década de 1980 en la cultura popular española.[9][95]
Murillo Vega, José (1991), La Copa del Mundo: 60 años de historia 1930-1990 (1.ª edición), México: Memoria Gráfica S.C. Servicios Editoriales, ISBN968-6707-01-8.