El conocimiento técnico pedagógico del contenido, también conocido por sus siglas en inglés TPACK (Technological Pedagogical Content Knowledge), es un modelo de representación gráfica, desarrollado entre los años 2006 y 2009 por Mishra y Koehler, en el cual se pueden identificar los tres tipos de conocimientos que debe poseer un docente que desea integrar las TIC en el aula, es decir en su método de enseñanza o docencia. A su vez, en este modelo se puede ver como se asocian o interrelacionan estos tres tipos de conocimiento formando conocimientos mixtos, que los mezclan y asocian; tres conocimientos resultantes de la asociación de dos contenidos hasta llegar a formar el TPACK, la única asociación triple del modelo, y con la que se podría definir, siempre sin olvidar el contexto en el que se integran las tecnologías el conocimiento contextual.[1][2]
Los tres elementos fundamentales del modelo TPACK incluyen la Tecnología (TK), la Pedagogía (PK) y el Contenido (CK). Para lograr una integración efectiva de la tecnología con la pedagogía en un campo de estudio específico, es esencial desarrollar una comprensión sólida de esta relación. Cada situación de enseñanza se caracteriza por su singularidad, influenciada por factores como los educadores individuales, el curso, las particularidades de la institución educativa, la demografía y la cultura. Como resultado, cada maestro aplicará una combinación particular de contenido, tecnología y pedagogía en función de su visión personal de la enseñanza.[3]
Es una metodología que refleja una interrelación entre los tres componentes básicos de conocimiento que un docente debe de manejar: el conocimiento sobre el contenido, sobre la pedagogía, y sobre la tecnología, así como los conocimientos derivados de las combinaciones entre estos.[4][2] Este modelo entiende la tecnología como un elemento más para tener en cuenta en el diseño de los procesos de enseñanza-aprendizaje, situándola al mismo nivel que los contenidos de la materia trabajada o los conocimientos pedagógicos, y resaltando la importancia que tiene el desarrollo de un punto de vista tecnopedagógico a la hora de trabajar un contenido determinado utilizando tecnologías digitales.[1]
La definición clásica del conocimiento pedagógico del contenido (PCK) fue descrita por primera vez por Lee Shulman en 1986.[5][6] Este autor hablaba de la importancia de la acción del proceso de enseñanza-aprendizaje basándose en una mezcla entre el contenido y la pedagogía. Como resultado de esta idea surge el concepto TPACK al cual se sumó la tecnología con el fin de integrar eficazmente las TIC en el aula.[7]
Posteriormente, el modelo ha sido revisado por otros autores, ampliando el concepto con variables como la formación del profesorado, la actitud, los objetivos, los recursos, el alumnado o las experiencias, englobando todos esos factores en la estructura organizativa, la autoeficacia percibida y los aspectos intangibles.[8] Por último, en el año 2019, Mishra, volvió a desarrollar el modelo, ahora llamado TPACK, pero esta vez para plasmar la importancia del conocimiento del docente respecto al contexto de actuación, es decir, valorando el grupo-clase, la escuela, el contexto socioeconómico, las políticas educativas, así como también otros factores. Este cambio lo representó englobando todo el modelo TPACK en un área llamada XK, conocimiento contextual.[8]
Este modelo educativo busca que la decisión tecnológica, es decir la metodología a implementar en la actividad orientada al aprendizaje del alumno, esté siempre apoyada por una necesidad pedagógica. La tecnología y su conocimiento se han convertido en un elemento esencial que ha de ser dominado por el docente para ponerlo en práctica dentro del proceso de enseñanza-aprendizaje. Actualmente, existen múltiples estudios basados en TPACK y se han propuesto diferentes marcos para promover una visión particular, incluyendo formas y perspectivas diversas sobre la comprensión y el trabajo con la tecnología en el aula.[9]
Surge de una necesidad de los docentes de trabajar distintos tipos de conocimientos, para poder instaurar entornos de aprendizaje que hagan un buen uso de las TIC:[10]
Para aplicar el Modelo TPACK de manera efectiva, los docentes deben alinear sus objetivos pedagógicos con la elección de la tecnología, asegurando que esta última mejore la enseñanza en lugar de ser solo un accesorio.[11]Si los docentes carecen de competencias en pedagogías flexibles y en la promoción del aprendizaje auténtico, podrían enfrentar desafíos en su implementación.[11]
La planificación basada en actividades educativas es una estrategia propuesta por expertos, que promueve una instrucción centrada en el estudiante.[12] Esto implica establecer pautas claras para la integración de la tecnología en todas las etapas del proceso educativo, desde la selección de contenidos hasta la elección de estrategias de evaluación.
La gestión exitosa del TPACK depende en gran medida del contexto de la práctica educativa. Cada entorno educativo es único, y es esencial contar con el apoyo de las autoridades educativas para garantizar que los recursos tecnológicos estén disponibles y se utilicen de manera efectiva en el aula.
La evaluación desempeña un papel fundamental en la aplicación del Modelo TPACK, ya que permite medir el impacto de la tecnología en el proceso de aprendizaje y evaluar si se están alcanzando los objetivos educativos de manera efectiva.
Se han desarrollado diferentes fases para aplicar las ventajas que ofrece el modelo TPACK en el ámbito educativo, tales como:
Es importante diseñar medidas de autoevaluación del modelo,entre ellas destacan:[17]
Los recursos más utilizados para evaluar el modelo son:
Las principales ventajas que se han identificado en la aplicación del modelo están enfocadas en tres aspectos:
Sin embargo, esta metodología también tiene detractores que señalan como principales inconvenientes del modelo los siguientes:
Integrar las TIC en los procesos de aprendizaje ha evidenciado que es complejo, tal como por ejemplo se ha observado en la adaptación a causa de la pandemia de la COVID-19, donde problemas como la brecha digital o la falta de formación digital se han intensificado. Esta integración ha de llevarse a cabo a partir de los diferentes tipos de conocimientos mencionados anteriormente.
El TPACK está formado por la confluencia de dichos conocimientos y por eso se convierte en la base de una enseñanza óptima apoyándose en la tecnología. Esto implica que el docente domine el TPACK para así ser capaz de plantear una serie de actividades concretas para una disciplina en particular empleando técnicas pedagógicas variadas y diferentes recursos TIC del modo más constructivo posible. Para conseguirlo, es necesario considerar los siguientes componentes:[24]