La astrofotografía es una mezcla entre la fotografía y la astronomía amateur que consiste en la captación fotográfica de las imágenes de los cuerpos celestes. El empleo de la fotografía en la astronomía de cielo profundo supone una serie de ventajas respecto a la observación directa, por cuanto que la emulsión fotográfica, expuesta por un tiempo suficientemente largo, viene impresionada también de radiaciones visibles de intensidad demasiado débil para poder ser percibidas por el ojo humano, incluso con la ayuda de potentes telescopios.
Además el uso de emulsiones particularmente sensibilizadas permite el estudio de los cuerpos celestes que emiten radiaciones comprendidas en zonas del espectro luminosos a las cuales el ojo humano no es sensible. A menudo son usados también sistemas digitales, basados sobre CCD o CMOS, enfriados a bajísimas temperaturas para disminuir el ruido electrónico. Gracias al uso de filtros interferenciales, es también posible obtener fotografías sólo a la luz de algunas líneas espectrales, obteniendo por consiguiente informaciones sobre la composición de su fuente de luz.
Para la práctica de la astrofotografía, pueden emplearse cámaras digitales compactas de calidad y costo accesible, cuyas calidad de ópticas y opciones de configuración en los tiempos de exposición, sensibilidad, abertura y foco, permitan la obtención de imágenes más que aceptables.
Para fotografiar objetos del cielo profundo es recomendable el uso de cámaras réflex, por su amplia gama de opciones de exposición, focal, sensibilidad del sensor, etc. Las cámaras DSLR (Digital Single Lens Reflex) permiten adaptar el cuerpo a telescopios, logrando así tomas con más y mejores detalles.
Historia
La importancia de la fotografía en la astronomía fue entendida desde la invención del daguerrotipo: en 1839, François Arago, astrónomo director de las observaciones del Observatorio de París, ya propuso a la Cámara de Diputados comprar el proceso de Louis Daguerre «para ponerlo a disposición de Francia y del mundo».[1] El primer uso de la astrofotografía se le atribuye a John William Draper el 23 de marzo de 1840 por un daguerrotipo de la Luna.[nota 1]
Hay diferentes técnicas de astrofotografía a nivel amateur.
Star trail
Son las imágenes en donde las estrellas dejan un rastro en el cielo, suele ser la técnica más común. Se pueden hacer con casi todo tipo de cámaras, montadas a un trípode.
Fotografía con seguimiento
Son las que se logran con equipos como telescopios computarizados o monturas motorizadas. Es una técnica que requiere mucha precisión y paciencia.
Fotografías lunares y planetarias
Se pueden lograr con casi todas las cámaras, ya sea con objetivo directo, o proyección con ocular de un telescopio. También se pueden hacer fotos usando webcam.
Técnica de stacking
Esta técnica es utilizada tanto para fotografía planetaria y lunar como para fotografía de gran campo y cielo profundo (objetos messier incluidos). Consiste en capturar el astro en vídeo (resolución recomendada en VGA) un tiempo considerable, o realizar varias capturas fotográficas consecutivas. Con ayuda de software especialmente desarrollado para esta técnica, se apilan los mejores frames del video o las distintas fotografías tomadas, creando una sola toma y resaltando así drásticamente los detalles del objeto observado.
Los equipos necesarios para la práctica de astrofotografía amateur van desde simples cámaras con trípodes, hasta telescopios computarizados con autoguía verificada por ordenador.
Notas
↑Louis Jacques Mandé Daguerre, inventor del proceso fotográfico que llevara su nombre, había tomado el año anterior una fotografía de la Luna, pero no era más que una mancha borrosa.