Al contrario de los matrimonios de sus hermanas, el casamiento de la infanta no se debió a razones políticas, y la primera hija del matrimonio nació el 27 de diciembre de aquel año, o sea, veintidós días después de la ceremonia. Por tanto, se casó embarazada. Con todo, tuvieron cinco hijos:
Ana Carlota de Mendoza Rolim de Moura Barreto (1827-1893), desposada con Rodrigo de Sousa Coutinho Teixeira de Andrada Barbosa, III conde de Linhares, con descendencia.
María del Carmen de Mendoza Rolim de Moura Barreto (1829-1907), desposada con Vasco António de Figueiredo Cabral da Câmara, III conde de Belmonte, con descendencia.
Pedro José Agustino de Mendoza Rolim de Moura Barreto (1830-1909), después II duque de Loulé.
María Amalia de Mendoza Rolim de Moura Barreto (1832-1880), desposada con Juan Salazar de Mascarenhas, con descendencia.[1][2] Entró en la vida religiosa tras separarse.
Aunque Loulé era también un descendiente remoto, por vía ilegítima, de la familia real portuguesa, el casamiento fue mal visto, y hasta recibido como escándalo por la facción más conservadora de los portugueses, que lo consideraban desprestigiante y degradante para la Casa Real. Al final, Ana de Jesús María fue la primera infanta en casarse fuera de la realeza casándose embarazada, y nació su hija mayor en el día que finalmente el Cuerpo Diplomático acreditado en Lisboa le presentó en el Palacio de Benfica sus saludos. Ellos, sin embargo, no pudieron ver a la infanta, quien estaba en el momento del parto.
Vida posterior
El matrimonio no quiso envolverse en la disputa de Miguel I de Portugal, aunque a diferencia de su madre y hermanas, se posicionó a favor de su sobrina María II de Portugal. Así viajaron por algunos años por Europa, instalándose en Roma, en este período nacieron los hijos restantes. El matrimonio terminó en separación en 1835, aunque no fue disuelto, y la infanta continuó viviendo en Roma, donde falleció, veintidós años después. Por causa de eso, Ana de Jesús María jamás se convirtió en duquesa de Loulé. Sus restos reposan en la iglesia de San Antonio de los Portugueses, en Roma. Su marido que la sobrevivió casi 18 años, está enterrado en el Cementerio de Prazeres en Portugal.
Reivindicaciones
Los descendientes de Ana de Jesús María, hasta hoy, tienen pretensiones al trono de Portugal, que es actualmente una República.
Luego del exilio de su hermano, el rey depuesto Miguel I, sus descendientes fueron expulsados del reino. Sin embargo, debido a la aparente falta de herederos del rey Manuel II y a su muerte en 1932, presentándose a sí mismos como los descendientes de los pretendientes llamados Línea Miguelista (descendientes de Miguel I) y de la llamada Línea Constitucional, descendientes de la Casa de Braganza Sajonia-Coburgo y Gotha de la Familia Real.
Se ha discutido si Eduardo Pío tenía o no derecho a dirigir la Casa de Braganza. Si la exclusión, decidida en 1834, sigue siendo válida, la línea de sucesión recaería en ausencia de otros posibles herederos, descendientes de Ana de Jesús María y del duque de Loulé, actualmente representados por su cuatrinieto, Pedro José Folque de Mendoza Rolim de Moura Barreto, que se titula VI duque de Loulé.
También se ha discutido si la marquesa de Loulé mantuvo su derecho a la Corona, ya que la Carta Constitucional requería que el casamiento fuese «a conocimiento del Rey, o en su ausencia del rey, como era el caso, con autorización de las Cortes (aunque hubo una autorización concedida por la infanta Isabel María de Braganza, presidenta del Consejo de Regencia de Portugal).
↑Se utilizó su título de nacimiento para dejar clara la línea sucesoria, su hermano mayor era el padre de su esposa, Pedro fue rey por el derecho de su esposa