Almaqah está considerado un dios solar pero hasta recientemente se le consideraba lunar. Hay una cierta controversia. Garbini y Pirenne (en 1972-74) mostraron que la cabeza de toro y los motivos de vid asociados a él, son atributos solares y dionisíacos por lo que, sería más probable un dios del sol, contraparte masculina de la diosa solarSams, también venerada en Saba, como diosa tutelar de la dinastía real.[1]
La dinastía que gobernaba Saba se consideraba a sí misma como "hijos de Almaqh". A Almaqah se le representaba con un grupo de rayos curvados, al modo de un arma parecido a una hoz o a la letra "S". Como "Toro del país del Señor", los toros eran sagrados y se le responsabilizaba de la fertilidad de la tierra y protector de los riegos artificiales.
En un primer momento, Almaqah era representado junto al mukarrib (rey) y la familia reinante de Saba (de quien pensaba que serían sus hijos). Aunque figuraba con un papel importante en el panteón sabeo, en las invocaciones a los dioses siempre seguía a Athtar.
El más importante y famoso templo dedicado a él era el de Awwam, en la capital sabea de Ma'rib. Otros templos se han descubierto en Nashq, Sirwah, Al-Masadjid y Yeha (Etiopía).