Fue discípulo y colaborador de Willem Key, a quien es probable que le uniese algún grado de parentesco. A la muerte de este, en 1568, se inscribió como maestro en el gremio de San Lucas, colocándose al frente de su taller. Aunque de religión calvinista, tras el saqueo de Amberes de 1585 por las tropas españolas, Key permaneció en su ciudad natal, donde se documenta por última vez en 1589.[1]
Su estilo pictórico, que apenas iba a evolucionar con el paso de los años, evidencia esa estrecha vinculación con el arte de Willem Key tanto en sus retratos, de medio cuerpo y en posición de tres cuartos sobre fondo neutro, como en sus obras religiosas, lo que explica las vacilaciones existentes con algunas atribuciones. Entre los retratos, con los que iba a alcanzar mayor fama, cabe mencionar el del príncipe de Orange, Guillermo I el Taciturno, conservado en el Rijksmuseum de Ámsterdam, con réplicas en el Mauritshuis de La Haya[2]y el Museo Thyssen-Bornemisza,[3][4] o el Retrato de familia del Museo del Prado, severo retrato grupal con calavera y reloj de arena aludiendo a la fugacidad de la vida.
Puertas laterales de un tríptico procedentes del convento de las Trinitarias de Burgos. Museo del Louvre
Antonio del Río, señor de Aertseleer y sus dos hijos, óleo sobre tabla, 166 x 82 cm, París, musée du Louvre.
Leonor López de Villanueva, esposa de Antonio del Río, óleo sobre tabla, 166 x 82 cm, París, musée du Louvre.
Rico comerciante de Amberes, Antonio del Río encargó el tríptico con Pentecostés en la tabla central para la iglesia de Aertseleer y posteriormente lo legó a las Trinitarias de Burgos. Sustraído por el general Armagnac durante la Guerra de la Independencia española, llegó al Louvre en 1878 como obra de Antonio Moro, recortadas y ocultas las escenas evangélicas del fondo que han sido recuperadas tras su restauración en 1977/1979.[5]