Se trata de la continuación del Álbum A, cuya técnica y temática sigue el Álbum B hasta el dibujo n.º 27, en que las escenas se vuelven más complejas y dramáticas (procesiones, asnos, daifas y bandidos), apuntando en la misma dirección que los posteriores Caprichos. Las hojas del álbum están numeradas y en ellas aparecen, por primera vez en los dibujos de Goya, leyendas referidas a las escenas representadas.