Hablamos de un virus satélite, cuando, a pesar de sus limitaciones, el genoma del virus es capaz de codificar una proteína de cubierta en la que se introduce el ácido nucleico. Aunque su genoma no guarda relación con el del helper, el virus satélite sí depende de las enzimas de éste para replicarse. Un ejemplo es el virus satélite del mosaico del tabaco, que utiliza al virus del mosaico del tabaco para llevar a cabo su replicación.
Si un virus satélite inhibe la correcta replicación de este (como el virus satélite del mamavirus), es denominado virófago.[3] No obstante, el uso de los términos virus satélite o virófago puede llegar a ser confuso debido a la falta de diferencias claras entre los clásicos virus satélite y los recientemente descubiertos virófagos.[4]
Historia del descubrimiento
El virus del mosaico del tabaco fue el que condujo al descubrimiento del primer virus satélite en 1962. Los científicos descubrieron que el primer satélite tenía los componentes para fabricar su propia cápside proteica. Unos años más tarde, en 1969, los científicos descubrieron otra relación simbiótica con el neopvirus del anillo de tabaco (TobRV) y otro virus satélite.[1]
Un virus satélite importante para la salud humana que demuestra la necesidad de la coinfección de replicarse e infectar dentro de un huésped es el virus que causa la hepatitis D. El virus de la hepatitis D o delta (HDV) fue descubierto en 1977 por Mario Rizzetto y se diferencia de la hepatitis A, B y C porque requiere partículas virales del virus de la hepatitis B (VHB) para replicarse e infectar las células del hígado.[5] El VHB proporciona un antígeno de superficie, HBsAg , que el HDV utiliza para crear una superinfección que produce insuficiencia hepática. HDV se encuentra en todo el mundo, pero es más frecuente en África, Oriente Medio y el sur de Italia.
Taxonomía
Los virus satélites se clasifican de la siguiente manera:[6][7][8][9]
↑Bernard La Scola, Christelle Desnues, Isabelle Pagnier, Catherine Robert, Lina Barrassi, Ghislain Fournous, Michèle Merchat, Marie Suzan-Monti, Patrick Forterre, Eugene Koonin and Didier Raoult (2008). «The virophage as a unique parasite of the giant mimivirus». Nature455 (7205): 100-4. PMID18690211. doi:10.1038/nature07218.
↑Krupovic, Mart; Kuhn, Jens H.; Fischer, Matthias G. (7 de octubre de 2015). «A classification system for virophages and satellite viruses». Archives of Virology161 (1): 233-247. PMID26446887. doi:10.1007/s00705-015-2622-9.
↑Belén Frígols,Nuria Quiles-Puchalt,Ignacio Mir-Sanchis,Jorge Donderis,Santiago F. Elena,Angus Buckling,Richard P. Novick,Alberto Marina,José R. Penadés (2015). Virus Satellites Drive Viral Evolution and Ecology. Plos One.