La variante Iota del SARS-CoV-2 o B.1.526, corresponde a una variante del SARS-CoV-2, el virus que causa el COVID-19. Fue detectado por primera vez en la ciudad de Nueva York en Estados Unidos en noviembre de 2020.[1] La variante ha aparecido con dos mutaciones notables: la mutación del pico E484K, que puede ayudar al virus a evadir anticuerpos, y la mutación S477N, que puede ayudar al virus a unirse más estrechamente a las células humanas.
En febrero de 2021, se había extendido rápidamente en la región de Nueva York y representaba aproximadamente una de cada cuatro secuencias virales.[2]
Epidemiología
El aumento de la variante B.1.526 fue capturado por investigadores de Caltech mediante el escaneo de mutaciones en una base de datos conocida como GISAID, una iniciativa científica global que ha documentado más de 700 000 secuencias genómicas de SARS-CoV-2.[3][4]
Estadísticas
Casos por país (actualizado a 18 de septiembre de 2021) GISAID[5]