El tercer grado es un eufemismo de "infligir dolor, físico o mental, para extraer confesiones o declaraciones".[1] En 1931 la Comisión Wickersham encontró que el uso de tercer grado se encontraba ampliamente esparcido en los Estados Unidos.[1] Se desconoce el origen del término, aunque se manejan diversas hipótesis.[1]
Posibles orígenes
El tercer grado de la francmasonería y los rigurosos procedimientos para avanzar a ese nivel.[1]
El término puede haber sido forjado por Richard H. Sylvester, el Jefe de policía de Washington D. C. en 1910. Él dividió los procedimientos policiales en arresto como primer grado, transporte a la cárcel como segundo grado, e interrogatorio como tercer grado.[2][3][4]
También pudo haber sido creado por Thomas F. Byrnes, quizás como un juego de palabras, como en quemadura en tercer grado.[5]
Referencias
↑ abcdJerome Herbert Skolnick (1994). Above the Law: Police and the Excessive Use of Force. Simon and Schuster. p. 43. ISBN0029291534. «... which it defined as "the inflicting of pain, physical or mental, to extract confessions or statements" was widespread throughout the United States ... Another, proposed in 1910 by Richard Sylvester, President of the ...»
↑Darius M. Rejali (2007). Torture and Democracy. Princeton University Press. ISBN0691114226. «The phrase was originally coined by Major Richard Sylvester of Washington, ... Many American police chiefs denied that police practiced the third degree. ...»
↑Ken Alder (2007). The Lie Detectors. Simon and Schuster. ISBN0743259882. «Thomas Byrnes, New York's notorious cop, is said to have coined the term "third degree" — perhaps a pun on his
name — for his violent interrogations ...»