La temporada 2007/08 de la Liga BBVA fue la 77.ª edición de la Segunda División de fútbol de España. Se disputó entre el 25 de agosto de 2007 y el 15 de junio de 2008.
Como en temporadas precedentes, la Segunda División 2007/08 constó de un grupo único integrado por 22 clubes de toda la geografía española. Siguiendo un sistema de liga, los 22 equipos se enfrentaron todos contra todos en dos ocasiones -una en campo propio y otra en campo contrario- sumando un total de 42 jornadas. El orden de los encuentros se decidió por sorteo antes de empezar la competición.
La clasificación final se estableció con arreglo a los puntos obtenidos en cada enfrentamiento, a razón de tres por partido ganado, uno por empatado y ninguno en caso de derrota. Si al finalizar el campeonato dos equipos igualan a puntos, los mecanismos para desempatar la clasificación fueron los siguientes:
El que tenga una mayor diferencia entre goles a favor y en contra en los enfrentamientos entre ambos.
Si persiste el empate, se tiene en cuenta la diferencia de goles a favor y en contra en todos los encuentros del campeonato.
Si el empate a puntos fue entre tres o más clubes, los sucesivos mecanismos de desempate fueron los siguientes:
La mejor puntuación de la que a cada uno corresponda a tenor de los resultados de los partidos jugados entre sí por los clubes implicados.
La mayor diferencia de goles a favor y en contra, considerando únicamente los partidos jugados entre sí por los clubes implicados.
La mayor diferencia de goles a favor y en contra teniendo en cuenta todos los encuentros del campeonato.
El mayor número de goles a favor teniendo en cuenta todos los encuentros del campeonato.
El club mejor clasificado con arreglo a los baremos de fair play.
Efectos de la clasificación
El equipo que más puntos sumó al final del campeonato fue proclamado campeón del Campeonato de Liga de Segunda División y obtuvo automáticamente el ascenso para disputar la siguiente temporada de la Primera División de España, junto con el segundo y tercer clasificado. Sus plazas en Segunda División fueron cubiertas por los tres últimos clasificados, esta temporada, en Primera.
Por su parte, los cuatro últimos clasificados de Segunda División (puestos del 19º al 22º) fueron descendidos a Segunda División B. De ésta asciendieron los cuatro ganadores de la promoción, para reemplazar a los equipos que desciendan.
Justicia deportiva
Las cuestiones de justicia deportiva fueron competencia de la Real Federación Española de Fútbol a través de sus Comités de Disciplina Deportiva: Comité de Competición, Jueces de Competición y Comité de Apelación. El Comité de Competición dictaminó semanalmente las sanciones a los futbolistas. Los jugadores fueron sancionados con un partido de suspensión en caso de acumular cinco amonestaciones a lo largo del campeonato. Igualmente, fueron suspendidos aquellos futbolistas expulsados durante un encuentro.
Los árbitros de cada partido fueron designados por una comisión creada para tal objetivo e integrada por representantes de LaLiga y la RFEF.
Un club puede tener un equipo filial en Segunda División si su primer equipo compite en Primera División. Dado que los segundos equipos no pueden jugar en Primera División, si un filial termina la temporada entre los tres primeros clasificados, es el cuarto clasificado el que asciende. Así mismo, si un equipo desciende de Primera a Segunda A y su filial milita en dicha categoría, este es automáticamente descendido a Segunda B, aunque deportivamente haya logrado la permanencia.
Desarrollo del campeonato
Tras dos años irregulares en los que quedó en octava posición, el Numancia consiguió el ascenso a Primera División por tercera vez en su historia, haciéndolo además por primera vez como campeón. El conjunto soriano, siempre dirigido por Gonzalo Arconada, realizó un gran torneo y consiguió certificar el ascenso a falta de tres jornadas para el final, y confirmó el primer puesto en la jornada siguiente. Los otros dos cupos del ascenso fueron para el Málaga y el Sporting. El cuadro de Martiricos, tras la decepcionante campaña 2006-07 en la que luchó por la permanencia siendo un recién descendido, consiguió darle la vuelta a una comprometida situación económica y de la mano del entrenador Juan Ramón López Muñiz y del máximo goleador Asier Goitia consiguieron recuperar la categoría perdida dos años antes, tras un meritorio torneo en el que no bajaron de las tres primeras plazas en todo momento, pese a lo cual tuvieron que esperar a la última jornada para conseguir el ascenso. En la última jornada también el Sporting consiguió el ascenso a Primera después de una década de penurias en Segunda, de la mano del entrenador Manuel Preciado siendo una de las figuras más destacadas de aquella plantilla David Barral. El ascenso fue muy celebrado en la ciudad, con invasión de campo tras vencer en la última jornada al Eibar por 2-0. La temporada del Sporting aquella temporada se puede considerar de extraordinaria, pues además su filial consiguió el ascenso a Segunda B.
Hubo numerosos equipos que se quedaron con miel del ascenso en los labios. La Real Sociedad fue la gran decepción del campeonato, pues tras partir como máximo favorito para el ascenso después de cuarenta años consecutivos en la élite, tuvo un inicio complicado y hasta casi mitad de temporada no se enganchó a las primeras posiciones hasta casi el final de la primera vuelta y a pesar de llegar a estar en tercera posición algunas jornada finalmente acabó dando el brazo a torcer en favor del Sporting. Fue una temporada convulsa en el banquillo con hasta tres entrenadores: Patrick Coleman, Juan Ramón Eizmendi y Juan Manuel Lillo. El Elche también estuvo al acecho de los primeros puestos gran parte de la temporada, pero un pésimo sprint final le acabó dejando en tierra de nadie. Por contra, el Castellón, tras un primer tramo mediocre donde anduvo cerca de los puestos de descenso, consiguió despegar con la llegada de José Murcia al banquillo orellut, al que mantuvo hasta casi el final de la temporada en la lucha por el ascenso. El Sevilla Atlético, pese a su condición de filial, realizó un buen torneo tras medio siglo sin competir en la categoría de plata con Manolo Jiménez en el banquillo, finalizando en novena posición y llegando a estar entre los tres primeros algunas jornadas.
Por otro lado, la parte baja de la tabla fue de las veces que más reñida estuvo, con numerosos equipos que se las vieron y se las desearon para conseguir la permanencia. Fue el caso de Las Palmas y Albacete. Los canarios, tras realizar un primer tramo pésimo, poco a poco fueron remontando el vuelo aunque no fue hasta la fase decisiva del campeonato cuando se despegaron de la zona baja acumulando trece jornadas sin perder. Más apurado fue el caso de los manchegos, que tras pasar gran parte de la temporada en los últimos puestos, tuvo que apretar en las últimas jornadas para evitar el descenso. Otros equipos que se vieron en problemas fueron el Gimnàstic de Tarragona, que pese a ser un recién descendido, coqueteó gran parte con la zona baja y se temió por un segundo descenso, el Alavés, que pasaba por un momento muy delicado debido a la crisis económica y que se salvó en la última jornada de un descenso que habría supuesto su desaparición al no poder hacer frente a la crisis con el recorte económico que habría supuesto caer a una categoría inferior. Sin embargo, el Xerez consiguió una permanencia mucho más agónica todavía, tras pasar dos tercios de la temporada en puestos de descenso. El equipo consiguió reaccionar tras la llegada al banquillo de Esteban Vigo, con el cual se hizo de Chapín un fortín lo cual fue clave para obrar el milagro, tras conseguir ganar todos sus encuentros en casa con él.
Por la otra cara de la moneda, el Polideportivo Ejido fue el primer equipo en descender, tras una mala temporada con problemas económicos, cerrando así su etapa más gloriosa tras siete campañas seguidas en Segunda, certificándose su descenso en la penúltima jornada, al igual que el Granada 74, a lo que les condenó una pésima segunda vuelta. Así se llegó a la última jornada con dos plazas para seis equipos. Albacete y Xerez, que dependían de ellos mismos, se aseguraron un año más en Segunda tras ganar sus partidos. El Alavés, que no dependía de sí mismo, consiguió la permanencia tras ganar en Vigo y empatar el Córdoba, rival directo, en San Sebastián. Estos resultados condenaron al Racing de Ferrol, que acabó pagando cara una racha de siete derrotas seguidas entre finales de 2007 e inicios de 2008, y pese a ganar su partido tenía el golaverage perdido frente al Córdoba. La última plaza de descenso se dilucidaría entre Córdoba y Cádiz, donde el empate del conjunto califal obligaba al conjunto gaditano a ganar en el Rico Pérez. El drama llegaría en el minuto 96 con empate a uno en el marcador cuando se pitó penalti a favor del Cádiz, que sería lanzado por Abraham Paz, cuyo lanzamiento rebotó en el cuerpo del portero, saliendo a continuación el balón por la línea de fondo.
Fuente: BDFútbol Colores: Verde = victoria local; Amarillo = empate; Rojo = victoria visitante. Para partidos aún no disputados, una a indica que hay un artículo sobre el partido.
Carlos Sánchez, guardameta del CD Castellón, consiguió el por primera vez el trofeo al portero menos goleado. Para optar al premio fue necesario disputar 60 minutos en, como mínimo, 28 partidos.