Plinio el Viejo (siglo I a. C.) menciona en su Naturalis Historia a la ciudad de Segontia como una importante ciudad celtíbera, habitada por los arévacos;[1] fue tomada por los romanos a raíz de la caída de la ciudad celtíbera de Numancia en el 133 a. C.[2]
Situada en el cerro de Villavieja, hacia el siglo V a. C. era una de las más importantes de la Celtiberia. La penetración cartaginesa del siglo III a. C. (previa a la II Guerra Púnica) llevó a Aníbal y luego a Asdrúbal a asediarla. En las guerras celtíberas (153 - 133 a. C.) se produjo la sumisión a la República romana. La ocupación romana estableció una zona militar que se separó de la zona residencial.[3]
En época romana la ciudad mantuvo cierta importancia por estar situada sobre la calzada del Henares que formaba parte de la vía que comunicaba Mérida (Emerita Augusta) con Zaragoza (Caesar Augusta).[4] La explotación de yacimientos de asfalto en las proximidades de Sigüenza durante el periodo andalusí ya fue señalada por el geógrafo al-Udri.[5]