Saxifraga cuneifolia alcanza un tamaño de 10 a 25 centímetros de altura.[1] El tallo es leñoso y reptante. Las hojas son alternas y dispuestas en una roseta basal, son carnosas y ligeramente coriáceas,, obovadas o redondeadas y con muescas en los márgenes en forma de cuña. Las flores se agrupan en una inflorescencia suelta e irregularmente ramificada, con 5-15 flores.[1] Los cinco pétalos son blancos, de 2,5 a 4 mm de largo.[1] El período de floración se extiende de mayo a julio.[1] La polinización es por los insectos. El fruto es una cápsula.
Esta planta crece en los bosques (principalmente de haya o castaño), en rocas sombreadas y cantos rodados. Ocurre principalmente en zonas húmedas con suelos ricos en humus, a una altitud de 400-1,600 metros sobre el nivel del mar.[1]
Saxifraga: nombre genérico que viene del latínsaxum, ("piedra") y frangere, ("romper, quebrar"). Estas plantas se llaman así por su capacidad, según los antiguos, de romper las piedras con sus fuertes raíces. Así lo afirmaba Plinio, por ejemplo.
cuneifolia: epítetolatino que significa "con las hojas cónicas en la base".[3]