El Salón de la Fama del Béisbol Mexicano es un lugar donde se rinde homenaje y se privilegia la memoria de los grandes beisbolistas, cronistas, ampáyer y directivos de nuestro beisbolmexicano. Se encuentra en la ciudad de Monterrey, Nuevo León.
De 1977 al 2013, el Salón de la Fama se encontraba en las instalaciones de la Cervecería Cuauhtémoc Moctezuma, empresa que se encargó de su mantenimiento[1]. El 25 de agosto de 2011 el presidente de la Liga Mexicana de Béisbol, el C.P. Plinio Escalante, informó que las instalaciones del Salón de la Fama del Béisbol Mexicano cambiarían de sede debido a que el actual patrocinador, Cervecería Cuauhtémoc Moctezuma- Heineken, había decidido cerrarlo de manera unilateral.[2]
La nueva sede para el Salón de la Fama del Béisbol Profesional de México se ubica en Monterrey, en el interior del Parque Fundidora y a la orilla del Paseo Santa Lucía. Es una obra que ya no guarda ninguna relación administrativa con la empresa cervecera pero que conserva la lista de peloteros entronizados que tuvo el anterior recinto. Las nuevas instalaciones fueron inauguradas el 20 de febrero del 2019 por el presidente de México Andrés Manuel López Obrador.[3]
Historia
En el año de 1939 el cronista Alejandro Aguilar Reyes “Fray Nano” concibió la idea de que México tuviera un Salón de la Fama donde se inmortalizaran las hazañas de quienes han destacado en el Béisbol Profesional de México. Puso en marcha la idea a través del diario deportivo capitalino La Afición, el cual fundó. Invitó a los aficionados a que votaran por los cinco mejores beisbolistas mexicanos de aquellos tiempos mediante cupones que se publicaban en el periódico. Los ganadores fueron Lucas "El Indio" Juárez con 49,427 votos, Antonio Delfín "Lañiza" con 39,464, Julio Molina "El Diamante Blanco" con 18,228, Leonardo "Najo" Alanís con 17,626 y Fernando "Cocuite" Barradas con 11,788. El 11 de junio de 1939, Ernesto Carmona, entonces presidente de la Liga Mexicana de Béisbol develó una placa en su honor, la cual fue colocada en el desaparecido Parque Delta de la Ciudad de México.
Para 1964 la Asociación de Cronistas de la Ciudad de México decidió realizar otra votación para elegir a 6 jugadores más, entre mexicanos y extranjeros, con la idea de que serían inmortalizados en un Salón de la Fama que podría ser construido en un futuro. Los ganadores fueron Ángel Castro, Epitacio "La Mala" Torres, Martín Dihigo, Lázaro Salazar, Ramón Bragaña y Genaro Casas, que había quedado pendiente de la primera encuesta.
En 1971 se creó un comité encargado de la creación, encabezado por Antonio Ramírez Muro, entonces presidente de la Asociación de Ligas Profesionales de Béisbol y de la Liga Mexicana de Béisbol. La Cervecería Cuauhtémoc Moctezuma apoyó la idea de crear el Salón de la Fama del Béisbol Profesional de México, ofreciendo aportar los activos necesarios, así como la infraestructura para su creación y funcionamiento. Dicho ofrecimiento lo hizo el empresario Eugenio Garza Sada quien siempre mostró su gran simpatía por el Rey de los Deportes, en 1939, con el primer equipo Carta Blanca, impulsó el auge del Béisbol. El comité decidió que fuera Monterrey la sede, debido a la infraestructura existente y el apoyo de la cervecería.
Se inauguró el 10 de marzo de 1973, con la entronización de los personajes mencionados, incluyendo los de las votaciones de 1939 y 1964. En el evento estuvieron invitados personajes importantes como el entonces Comisionado de la MLB, Bowie Kuhn. Desde entonces, año con años son inmortalizados grandes personajes de la pelota mexicana.[4]
Instalaciones
En los primeros años, este espacio cultural y deportivo presentaba una serie de fotografías y objetos personales de los inmortales que podían ser admirados durante el recorrido de los visitantes. En 1997 hubo algunos cambios durante la remodelación realizada con motivo del 25° aniversario, transformándose formalmente en un museo con guion y discurso definido, afirmando su vocación especializada en la historia del béisbol. Durante sus primeros veinticinco años de existencia, de 1973 a 1997, el Salón de la Fama ocupó un espacio de 1500 m² que aumentaron a 3000 m² con la remodelación.
Actualmente el Salón de la Fama está constituido por el Nicho de Inmortales, un Museo de Béisbol integrado por cinco salas, sala de exposiciones temporales y área interactiva, todo esto precedido por una plazoleta que presenta las imágenes de Héctor Espino, Fernando Valenzuela, "Beto" Ávila, Babe Ruth, Cy Young y Ty Cobb.
El Recinto de los Inmortales del béisbolmexicano está construido en mármol, cristal y bronce. En ese espacio están colocadas las placas con los rostros en relieve de los personajes entronizados y una síntesis biográfica con sus logros o hazañas realizadas, por las cuales fueron inmortalizados.
El Jardín Práctico-Experimental integra la tecnología en avanzados programas interactivos, relacionando conocimientos del béisbol con temas de ciencias, matemáticas, comunicación, historia y geografía de diferentes niveles, así como la práctica de batear, pitchear y fildear, dentro de las mismas instalaciones, entre otros atractivos.
El área llamada Exposiciones Temporales, lugar donde se muestran fotos, biografías y objetos personales de los personajes inmortalizados durante la entronización más reciente, así como muestras beisboleras importantes o de algún beisbolista renombrado.
El miniestadio, sitio recreativo y lugar donde se llevan a cabo conferencias de prensa, presentaciones y otras actividades relacionadas con el béisbol.