Una leyenda cuenta que ocurrió cuando dos indígenas de la zona hicieron una fogata, y empezó a arder la tierra, que contenía salitre. Enterado el cura de Camiña, y llevando agua bendita, recogió unas muestras y reconoció que contenían nitrato de potasio. Otra parte de las muestras se encontraba en el patio de la casa del sacerdote, y más tarde observó que las plantas se desarrollaban extraordinariamente.[2]
El auge del salitre tuvo lugar a mediados del siglo XIX y perdió importancia económica a partir del desarrollo y producción del salitre sintético, a finales de la Primera Guerra Mundial. Economías como la chilena, principalmente basada en la explotación de este mineral, se vieron fuertemente afectadas.
Existió un monopolio del salitre; es decir, en diferentes etapas Bolivia, Chile y Perú llegaron a ser los únicos productores. En Bolivia y en Perú, desde la década de 1830 hasta 1884, y luego en Chile, desde 1884 hasta su decadencia en la década de 1920. La explotación del salitre del antiguo litoral boliviano siempre estuvo en manos de capitales chilenos; en la etapa peruana, en manos de empresas nacionales y, en la década de 1870, en manos del Estado peruano; en la etapa chilena, en manos de empresas creadas con capitales ingleses, mayoritariamente, y, en menor proporción, alemanes y estadounidenses.
En 1971, la ya decadente industria del salitre se nacionalizó y asumió su explotación la Sociedad Química y Minera de Chile (Soquimich), que sería posteriormente privatizada; actualmente es prácticamente la única empresa dedicada a ello, y lo hace principalmente a través del sistema de evaporación solar, creado a fines de la década del cuarenta por el ingeniero estadounidense Edgar Stanley Freed,[3] quien llegó a ser considerado «como el hombre que en el mundo tenía el más completo conocimiento sobre las características físicas y químicas del caliche».[4]
Dos hechos involucran al salitre con la historia de Bolivia, Chile y Perú. El primero es la Guerra del Pacífico (1879-1883) entre Chile, por un lado, y Bolivia y Perú, por el otro. Tuvo sus orígenes en problemas comerciales en torno a la explotación de este recurso. Al ganar la guerra, Chile se adjudicó las ricas provincias de Tarapacá y Antofagasta que concentran la casi totalidad de los yacimientos salitreros del planeta.[cita requerida] El segundo evento está relacionado con las complejas condiciones laborales de los trabajadores del salitre, que en 1907 culminaron en una gran huelga nacional y la masacre de miles de huelguistas en la llamada matanza de la Escuela Santa María de Iquique. En esta zona de Chile, nacieron grandes movimientos obreros guiados por dirigentes anarquistas y comunistas, como Luis Emilio Recabarren, fundador del Partido Obrero Socialista de Chile, que se convirtió en el Partido Comunista de Chile.[cita requerida]
Otros usos del término
En algunos países el nombre salitre hace referencia a los depósitos de partículas marinas que viajan por el aire y tiene la propiedad de fijarse en las superficies de toda construcción aledaña a zonas costeras. Cabe destacar que esta sustancia es capaz de provocar daños en las pinturas y en los metales, especialmente los de superficie cromada.[6] Así mismo, exacerba las quemaduras provocadas por los rayos ultravioleta del sol.
↑El Mercurio de Antofagasta (4 de noviembre de 1950). «Al Dr. E. Stanley Freed se le consideraba como el hombre que en el mundo tenía el más completo conocimiento de las características físicas y químicas del caliche». Disponible en la hemeroteca del Archivo Nacional de Chile. p. 1.