Richard Allan Kasso Jr. (Huntington, 29 de marzo de 1967 - Riverhead, 7 de julio de 1984) fue un adolescente estadounidense de diecisiete años que asesinó a Gary Lauwers, su amigo de la misma edad, por motivos satanistas.
Tal hecho fue una noticia sensacionalista en su país a comienzos de los años 1980, debido a que el crimen tuvo lugar en un período donde había mucha preocupación pública sobre los efectos sobre los menores del ocultismo en los juegos de rol y las oscuras letras de la música heavy metal, ambos de moda por ese entonces.
Biografía
Ricky Kasso vivía en la villa de Northport y era hijo de un entrenador de fútbol americano y una profesora de historia en el instituto local. Definido como un chico rebelde y problemático; había abandonado la escuela, consumía drogas e incluso ocasionalmente las vendía. Razones por las que a menudo era echado de casa debiendo dormir en casas de amigos, plazas o en el bosque.
Drogadicción
Consumía con sus amigos marihuana, PCP, hachís, mescalina y LSD lo que le valió el apodo de ¨The Acid King¨ (rey del ácido).
Sus padres intentaron internarlo en un hospital psiquiátrico para su desintoxicación, sin embargo los psiquiatras detectaron comportamiento antisocial pero no rasgos de psicosis y concluyeron que no era violento por lo que fue rechazado. Las clínicas de rehabilitación eran casi nulas por entonces.
Ocultismo
Un año antes del crimen fue arrestado por excavar una tumba colonial en el cementerio del pueblo y participaba de una pandilla poco organizada llamada King´s Blacks con los que festejó la noche de Walpurgis en 1984. Tras su detención, varios periódicos y periodistas de televisión informaron incorrectamente de que el grupo se trataba de un "culto satánico".
El 16 de junio de 1984 Kasso se reunió con Gary Lauwers, Jimmy Troiano y Alberto Quiñones en la glorieta del parque para consumir lo que creían era mescalina, pero en realidad LSD. Se adentraron al bosque y más tarde durante la noche se desató una pelea entre Kasso y Lauwers terminando en la muerte de este último tras 32 puñaladas. Durante el ataque, supuestamente Kasso ordenó a Lauwers "decir que amas a Satanás" a lo que este se negó y dijo "Amo a mi madre". Luego Kasso, Troiano y Quiñones cubrieron el cuerpo de Lauwers con ramas y hojas y se fueron.
Investigación, arresto y secuelas
El 4 de julio la policía recibió una llamada anónima que denunció haber encontrado un cuerpo en el bosque y esta se adentró para encontrar el cadáver ese mismo día. Al día siguiente la policía detuvo a los tres jóvenes más conocidos por su relación con las drogas y vandalismos, coincidentemente vinculados a la víctima; Troiano, Kasso y Quiñones.
La prensa esperó la llegada de los detenidos en la comisaría y Kasso confesó el crimen en el primer interrogatorio.
Declaraciones y juicio
Según James Troiano la pelea que mantuvieron Kasso y Lauwers se debió a un conflicto anterior en el cual Lauwers le había robado drogas a Kasso, este último saco una navaja y lo apuñaló con ensañamiento.
Alberto Quiñones declaró que Troiano ayudó a Kasso en el asesinato sujetando a la víctima, pero luego lo negó durante su testimonio en el juicio.
Kasso confesó que se ensañó con Lauwers y lo obligó a decir que amaba a Satanás (lo que no hizo la víctima) inconscientemente debido al efecto de las drogas, pero irónicamente, dijo que al terminar un cuervo graznó y lo identificó como una aceptación del crimen por Satán.[1] Dos días después, el 7 de julio, se suicidó en su celda ahorcándose con los cordones de sus zapatillas.
En abril de 1985 se realizó el correspondiente juicio; Troiano y Quiñones fueron imputados de asesinato en segundo grado pero al final resultaron absueltos por el beneficio de la duda, ya que el juez resolvió que, debido a que ambos estaban drogados, ninguno recordaría lo que pasó aquella noche y no podría probarse su participación en el homicidio.