La unificación de estas poblaciones no se produjo hasta mediados del siglo IX con Kenneth MacAlpin. Desde, 1482, cuando Inglaterra tomó el control de la ciudad costera de Berwick-upon-Tweed, el territorio del Reino de Escocia pasó a ser el igual al de la actual Escocia. En 1603, el rey escocés Jacobo VI accedió a la corona de Inglaterra, uniéndolas en una sola. Esto fue seguido de la unión de los parlamentos en 1707 con el Acta de Unión.
Historia
El reino de Escocia fue creado en el año 843 por Kenneth MacAlpin a partir de la unión del Reino de Dalriada con la confederación establecida por los pictos (Fortriu). Inicialmente el reino comprendía la zona norte de los ríos Forth y Clyde, restando el territorio de la Escocia actual bajo el poder de los britanos, los cuales establecieron una serie de reinos que posteriormente fueron unidos a Escocia.
Kenneth McAlpin aparece en la historia como cabeza de la resistencia de los pictos contra la invasión vikinga. Los vikingos había invadido el país y exterminado por completo a la población picta de las islas Orcadas y Shetland y avanzaban por el resto de Escocia. Por algunos años McAlpin resistió la invasión y fue reconocido como Rey del País de los Pictos, no como Rey de Escocia; Escocia aún no existía como país.
En 878 el rey Aedh es asesinado por su lugarteniente Geric, un refugiado gaélico que escapó de la invasión vikinga. Geric se hizo del trono y repartió la tierra entre sus compañeros gaélicos. Los primos Constantino y Donald regresaron de su refugio en Irlanda y reclamaron el trono de Aedh. Constantino y Malcolm vencen a Geric, que muere en su fortaleza de Dundurn en 889. Debido a sus años de exilio en Irlanda, Constantino y Donald favorecen a sus compañeros gaélicos o scotti, como los romanos llamaban a los irlandeses, a pesar de que los dos primos eran de pura sangre picta. El País de los Pictos comienza a conocerse como el Reino de Alba o Escocia, el País de los Irlandeses.
Un acontecimiento decisivo en la historia de Escocia fue la Batalla de Brunanburh, batalla que enfrentó a una coalición de escoceses, vikingos y bretones contra el ejército inglés del rey Athelstan en 937. Si bien la victoria fue para los ingleses, los contendientes quedaron exhaustos, y los ingleses desistieron en invadir Escocia y los límites entre ambos reinos quedaron establecidos por siglos.
Durante el siglo XVI Escocia sufre una Reforma Protestante. En la primera parte del siglo, las enseñanzas de Martín Lutero primero y Juan Calvino después, comienzan a influir en Escocia. La ejecución de una serie de predicadores protestantes, en particular del luterano Patrick Hamilton en 1527 y del calvinista George Wishart en 1546, que fue quemado en la hoguera acusado de herejía por el cardenal David Beaton, no paran la expansión de estas ideas. Poco después de la ejecución de Wishart el cardenal Beaton fue asesinado.
La eventual Reforma de la Iglesia de Escocia fue llevada a cabo por el parlamento desde 1560 (durante la minoría de edad de María I de Escocia), cuando la mayoría de los escoceses adoptan el calvinismo. La figura más influyente fue la de John Knox, que había sido discípulo de Calvino y Wishart. El Catolicismo no es eliminado totalmente, y se mantuvo vivo en particular en partes de las tierras altas.
Unión personal con Inglaterra
Tras la muerte prematura de Jacobo V de Escocia en 1542, su hija María de Escocia fue coronada reina con tan solo 6 días de vida, teniendo la regencia durante su minoría de edad del Lord ProtectorJames Hamilton, cargo que ocupó hasta finales de 1554. Durante la regencia, la madre de María, María de Guisa, se hace con el poder, preparando el matrimonio de Maria con el príncipe Eduardo de Inglaterra, aunque esto no se lleva a cabo.
La negativa de María de Guisa acarrea que a partir de aquel momento surge un enfrentamiento con el Reino de Inglaterra, primeramente con Enrique VIII y, posteriormente, con Isabel I. En medio del conflicto dinástico y religioso (María de Escocia era la legítima heredera del reino de Inglaterra por ser considerada Isabel I ilegítima según la religión católica), María de Escocia fue encarcelada por Isabel I y asesinada en febrero de 1587, habiendo previamente abdicado la Corona escocesa en favor de su hijo Jacobo VI de Escocia
Después del fallecimiento de Isabel I en 1603, Jacobo VI fue nombrado heredero legítimo del trono inglés, convirtiéndose en el iniciador de la Dinastía Estuardo y adoptando el nombre de Jacobo I de Inglaterra. Esta unión del reino (junto con Irlanda, que en aquellos momentos formaba parte de Inglaterra) fue meramente personal, manteniendo los dos su práctica independencia política.
Mancomunidad y el Protectorado
En el siglo XVII se dio un periodo de disturbios en Escocia, la confrontación religiosa de Escocia contra Carlos I, que trata de imponer el estilo inglés en los libros de oración de la Iglesia de Escocia da lugar a la creación del "National Covenant" (Pacto Nacional), y más tarde la Guerra de las Bisbas, la Guerra Civil Escocesa y las Guerras de los Tres Reinos. Entre 1651 y 1660 Escocia fue ocupada por un ejército militar inglés dirigido por George Monck bajo las órdenes de Oliver Cromwell.
Durante el establecimiento de El Protectorado, el gobierno de Oliver Cromwell como Lord Protector, se abole el Parlamento de Escocia. Al final de este período de gobierno se devuelve el poder al pueblo bajo la restauración monárquica de Carlos II.
Unión con Inglaterra
A principios del siglo XVIII la principal razón de la política inglesa fue asegurar la sucesión del trono británico en caso de no tener descendencia directa. Así según el Acta de Establecimiento, firmada en 1701 la Corona inglesa, en caso de no tener descendencia directa, pasaría a la casa de Hannover, de religión protestante. En 1702 la muerte del rey Guillermo III trae el ascenso al trono de Ana I, la cual no tenía heredero a la muerte del príncipe Guillermo de Gloucester en 1700.
En 1703, la unión dinástica entre el Reino de Inglaterra y el Reino de Escocia estaba en crisis, ya que el Parlamento de Escocia pretendía instaurar una dinastía independiente. El Parlamento insta a la ejecución de Carlos I durante la Guerra Civil Inglesa, un hecho que no cuenta con ninguna petición de ayuda del Parlamento Escocés y que podía ser interpretada como una ofensa y una ilegitimidad. Esta teórica independencia no era deseada por Inglaterra ya que el establecimiento de un reino independiente escocés podía acarrear una alianza de este país con algún enemigo de los ingleses, y a su vez, un ataque contra sus territorios, por lo cual, el problema escocés debía ser neutralizado y garantizar la sucesión en la casa de Hannover.
↑Watt, Donald (2000). Medieval Church Councils in Scotland. Bloomsbury Publishingurl. p. 49. ISBN9780567235749.Parámetro desconocido |= ignorado (ayuda)
↑Lustig, Richard (1979). [www.jstor.org/stable/25529318 «The Treaty of Perth: A Re-Examination»]|url= incorrecta (ayuda). The Scottish Historical Review (Edinburgh University Press) 58 (165): 35.