El regionalismo alicantino o alicantinismo es un movimiento político y social que persigue el reconocimiento de la provincia de Alicante como región y su constitución como comunidad autónoma de España, separada del resto de la actual Comunidad Valenciana.[1] Asimismo, también defiende la identidad histórica y cultural propia de Alicante y de los alicantinos.[2]
La Región de Alicante es, según los regionalistas alicantinos, el territorio formado por la provincia española de Alicante. Sin embargo, los límites de la Región de Alicante no son del todo precisos ya que algunos sectores regionalistas alicantinos incluyen en él territorios ajenos a la provincia.
Historia
Por Real Decreto de 25 de septiembre de 1799 e Instrucción de 4 de octubre del mismo año, se creó la provincia de Alicante, desgajada de la Intendencia de Valencia, aunque no llegara a ser efectivo.[3] En 1810, el gobierno de José I de España intentó ordenar el territorio, dividiéndolo en 38 prefecturas, al estilo de las establecidas en Francia, y 111 subprefecturas, según el proyecto del ingeniero y matemático José María Lanz.[4] La prefectura del Cabo de la Nao, con capital en Alicante, abarcaba la actual provincia de Alicante y el este de la de Albacete, y contaba con subprefecturas en Alicante, Denia y Játiva, pero tampoco esta división territorial fue implementada. En enero de 1822 se aprueba, con carácter provisional, una división provincial de España[5] que crea la provincia de Alicante, con capital en Alicante, y la provincia de Játiva, con capital en Játiva.
Durante la Primera República Española y la revolución cantonal se constituyó en julio de 1873 por un breve espacio de tiempo, gracias al apoyo del Cantón Murciano, el Cantón de Alicante. Desde finales del siglo XIX la industrialización provocó el crecimiento demográfico de numerosas localidades especializadas en diferentes productos. El Palacio Provincial de Alicante fue inaugurado como nueva sede de la Diputación de Alicante el 17 de enero de 1932, por el entonces presidente de la República Niceto Alcalá Zamora. Poco antes del final de la Guerra Civil española se estableció el Gobierno de la República Española en la Posición Yuste, en la provincia alicantina. A partir de la década de 1960 se produjo un boom turístico que provocó un incremento demográfico excepcional de la provincia.
El alicantinismo moderno surge en parte impulsado por la creación en 1980 de la Associació Defensora dels Interessos Alacantins (ADIA).[1] La provincia fue incluida desde el primer momento en el proyecto autonómico valenciano de 1981 y en la posterior Comunidad Valenciana, creada en 1982. Parte del alicantinismo ha participado ocasionalmente del proyecto de construcción de una comunidad autónoma del sureste, con Murcia, Albacete, Almería, Málaga, Granada y Jaén.[7]
Críticas
Las críticas al regionalismo alicantino han venido históricamente de la propia intelectualidad alicantina, sobre todo vinculada ideológicamente a la izquierda y el fusterianismo. Cabe destacar a José Vicente Mateo autor de la obra Alacant a Part ("Alicante a parte") escrita en 1966 o de la más reciente de Emili Rodríguez-Bernabeu en su obra Alacant contra València ("Alicante contra Valencia") escrita en 2005, donde describe los enfrentamientos históricos de la ciudad de Alicante y la ciudad de Valencia y donde establece una similitud argumental entre el regionalismo alicantino, por una parte, y el blaverismo y regionalismo valenciano por otra, haciendo responsables a ambos, del impedimento del desarrollo de la Región de Alicante.[8]