Más tarde sucedió a Córdoba como virrey de Nápoles (1510-1522) a tiempo de servir en guerra de la Liga de Cambrai (en Italia) como jefe de los ejércitos de la Santa Liga. Poco experimentado en combate terrestre, en 1512 fue vencido por los franceses en Rávena, pero sus tropas lograron abatir al general enemigo. Valiéndose de esta oportunidad, se dirigió a la Toscana, donde repuso a los Médici en Florencia[2] tras el conocido Saqueo de Prato (el primer suceso de armas español que pasó a nutrir la Leyenda Negra). Poco después, asistido por el retornante veterano Prospero Colonna, saquearon las tierras de Venecia y derrotaron a los franceses en La Motta (1513). La victoria expulsó a los franceses del norte de Italia y apartó a Venecia de su alianza con Francia.
En el año 1506 contrajo matrimonio con Isabel de Requesens y Enríquez, con lo que se convirtió en conde consorte de Palamós, de Trivento y de Avellino y barón de Calonge. Algunas fuentes señalan que tuvieron dos hijos (Fernando de Cardona-Anglesola y de Requesens y Catalina Folch de Cardona y de Requesens); otras le añaden un tercero, Antonio. Finalmente, según Marino Sanuto, tuvieron cuatro hijos, dos chicos y dos chicas:[4]
Una hija ilegítima, Catalina de Cardona, fue criada en Nápoles y, de vuelta, en España, se retiró de la corte y desarrolló una vida eremítica en una cueva de Cuenca, adquiriendo fama de santidad.
Referencias
↑Crónica manuscrita del Gran Capitán, libro 8, capítulo IX