Sus hábitats naturales son la vegetación arbustiva de tipo mediterránea, áreas rocosas, tierras de cultivo, pastizales, plantaciones y jardines rurales.
Descripción
Es una de las lagartijas roqueras más grandes de Europa, con una longitud de hocico a cloaca media de 8,5 cm y una cola que suele doblar su tamaño corporal.[1] Exhibe un patrón dorsal pardo con bandas longitudinales más claras, especialmente patentes en las hembras.[1] Existe un marcado dimorphismo sexual: los machos son de mayor tamaño y suelen presentar una coloración azul-ultravioleta en la inserción de la pata delantera y tonalidades anaranjadas o rojizas en la garganta (ambas coloraciones son más llamativas durante la época reproductora).[1]
Recientemente la especie ha sido revaluada con análisis filogenéticos y ha sido separada en dos especies distintas (Podarcis thais y Podarcis peloponnesiacus), quedando esta última excluida de la regiones más orientales del Peloponeso.[2]
Conservación
A pesar de que su área de ocupación se ha visto reducida con la elevación al rango de especie de sus poblaciones orientales, actualmente no cuenta con amenazas importantes y está catalagada como Preocupación menor (LC) por la IUCN.[3]