Piscis Austrinus o Piscis Australis (en latín, Pez del Sur) fue una de las 48 constelaciones listadas por Ptolomeo, y también es una de las 88 constelaciones modernas.
Origen
Piscis Austrinus se originó con la constelación babilónica conocida simplemente como el Pez (MUL.KU).[1] El profesor de astronomía Bradley Schaefer ha propuesto que los antiguos observadores debían ser capaces de ver hasta el sur de Mu Piscis Austrini para definir un patrón que parecía un pez.[2] Junto con el águila Aquila el cuervo Corvus y la serpiente de agua Hydra, Piscis Austrinus fue introducido por los antiguos griegos alrededor del año 500 a. C.; las constelaciones marcaban el verano y el solsticio de invierno, respectivamente.[3]
En la mitología griega, esta constelación es conocida como el Gran Pez y se la representa tragando el agua que vierte Aquarius, la constelación portadora de agua. Se dice que los dos peces de la constelación de Piscis son los hijos del Gran Pez. En la mitología egipcia, este pez salvó la vida de la diosa egipcia Isis, por lo que ella colocó a este pez y a sus descendientes en los cielos como constelaciones de estrellas.[4] En el siglo V a. C., el historiador griego Ctesias escribió que se decía que el pez vivía en un lago cerca de Bambyce en Siria y que había salvado a Derceto, hija de Afrodita, y por este hecho fue colocado en los cielos. Por esta razón, el pescado era sagrado y no lo comían muchos sirios.[5]
Algo más caliente y luminosa, β Piscis Austrini tiene tipo espectral A1V[13] y su luminosidad duplica la de Fomalhaut, si bien se encuentra a una distancia de 143 años luz de nosotros.
De parecidas características son γ Piscis Austrini —de tipo A0V y 81 veces más luminosa que el Sol—[14] y μ Piscis Austrini —de tipo A1.5Vn—.[15]
La segunda estrella más brillante en la constelación es ε Piscis Austrini. Es una estrella blanco-azulada de tipo B8Ve[16] que rota a gran velocidad (216 km/s).[17] Como consecuencia de ello es una estrella Be con un disco ecuatorial caliente.
δ Piscis Austrini, tercera estrella más brillante de Piscis Austrinus, es una gigante amarilla de tipo G8III[18] muy parecida a Capella A (α Aurigae) o Vindemiatrix (ε Virginis).
Otra estrella de interés es Lacaille 9352, una enana roja de tipo espectral M1.5V situada a menos de 11 años luz del sistema solar. Con apenas algo más del 1 % de la luminosidad solar, su metalicidad es un 60 % de la que tiene el Sol ([Fe/H] = -0,22).[19]
En junio de 2019 se informó de la presencia de dos exoplanetas confirmados en órbita alrededor de esta estrella, que por su masa serían de tipo «supertierra».[20]
HD 216770 es una enana amarilla de tipo G9V[21] de elevada metalicidad[22] donde se ha descubierto un planeta cuyo período orbital es de 118 días.[23]
También Sāmaya, nombre oficial de HD 205739,[24] es una estrella de tipo F7V con un planeta similar a Júpiter.[25]
Se piensa que originalmente, Piscis Austrinus (el Pez del sur) fue la única constelación con forma de pez, Piscis fue considerada con forma de pez posteriormente, y que correspondía a Piscis Borealis (el Pez del norte).
Sobre el catasterismo del Gran Pez, el astrónomo griego Eratóstenes nos cuenta que se traga el agua que vierte el Aguador. Según declara Ctesias, se cuenta la historia de que éste se hallaba antes en cierta laguna por la parte de Bámbice. Al caer en ella de noche Dérceto, a la cual dan el nombre de diosa Siria los habitantes de aquellos lugares, se cree que lo salvaron; también afirman que son vástagos suyos los dos Peces. A todos estos se los honró y se los situó entre los astros en atención a Dérceto, que era hija de Afrodita. Los moradores de aquel país fabrican peces de oro y plata y, como si fueran sagrados, les rinden honores, cumplidos por lo que aconteció.[30] Otra versión, hablando sobre el Pez del sur, dice que cuando Isis estaba de parto, se cree que él la salvó, y como recompensa por esta bondad, colocó al pez y a su cría entre las estrellas (esto es, los Peces). Como resultado, los sirios generalmente no comen pescado, y adoran como dioses domésticos.[31][32]
↑Schaefer, Bradley E. (2002). «La latitud y la época para la formación de las constelaciones griegas meridionales». Journal for the History of Astronomy. 33, part 4 (113): 313-50. Bibcode:2002JHA....33..313S. ISSN0021-8286. S2CID122459258.